Samsung se la juega esta Navidad con la crisis del Galaxy Note 7
Orange y Vodafone anuncian que suspenden la preventa y reemplazo del terminal
El Galaxy Note 7 se está convirtiendo en una auténtica pesadilla para Samsung. Su smartphone más flamante, y con el que planeaba dar la batalla estas Navidades al nuevo iPhone 7, vuelve a tener problemas. Tras varias explosiones de dispositivos supuestamente ya seguros, el fabricante se ha visto obligado a parar de nuevo la producción de su buque insignia, según informó este lunes un proveedor de la compañía a la agencia de noticias Yonhap. Aunque Samsung aseguró a través de un comunicado que se trata de “un ajuste del plan de producción para asegurar los aspectos de calidad y seguridad”, la misma fuente precisó a la agencia que esta suspensión temporal de la producción se ha decidido en cooperación con reguladores de Corea del Sur, EE UU y China.
Parece que Samsung habría tenido poco margen de maniobra, después de que los medios denunciaran ocho casos de incendio en aparatos que fueron entregados a consumidores en Corea del Sur, EE UU y Taiwán para sustituir a los modelos defectuosos lanzados por la firma el 9 de agosto. Algo que la compañía asegura estar investigando, “pues creemos que estos casos no corresponden a terminales de reemplazo”, dicen a CincoDías desde la empresa.
Con las Navidades a la vuelta de la esquina y con rivales presionando con sus nuevos productos (Apple con su iPhone 7 y 7 Plus, Google y sus nuevos Pixel y Huawei a punto de estrenar su nuevo P10, entre otros) habrá que ver cuál es la reacción del consumidor. “Será un periodo clave para comprobar si los usuarios siguen confiando o no en la marca surcoreana. No solo para comprarse un Note 7 –que está por ver si con el parón o los ajustes llega a tiempo para Navidad–, sino para adquirir cualquier otro móvil de la compañía, pues una crisis como esta puede acabar impactando en todos los productos de la firma”, señala el analista español Jaime García Cantero.
A su campaña navideña no ayudará el hecho de que las compañías aéreas más importantes del mundo sigan reiterando la prohibición a los pasajeros de utilizar los Note 7 a bordo de los aviones. Tampoco que las principales operadoras de EEUU, AT&T y T-Mobile US, hayan dejado de vender las unidades de reemplazo del Note 7. En España, también Orange dijo hoy que suspende temporalmente las preventas del terminal; Vodafone no aceptará de momento ni preventas ni más pedidos de reemplazo, y Telefónica directamente afirma no haber incluido el móvil en su catálogo. Ninguna cambiará de política, aseguraron, hasta que Samsung no les comunique los resultados de sus investigaciones y confirme que el problema está 100% resuelto. Desde la tecnológica surcoreana aseguran, sin embargo, que no ha habido cambios en la fecha para volver a poner a la venta el móvil en Europa, algo previsto para el próximo 28 de octubre.
La compañía asiática, el mayor fabricante de móviles del mundo, vive desde septiembre uno de los casos más graves de gestión de crisis en el ámbito de la electrónica de consumo en mucho tiempo, según explica en su blog Enrique Dans, profesor del IE Business School. Y se da por hecho qué pagará un precio por ello, “pese a ser una de las marcas más grandes e influyentes de la escena tecnológica, con capacidad para recuperarse de una crisis como esta”, añade, "pues es difícil saber cómo reaccionará el mercado".
Eric Schiffer, experto en estrategia de marca y presidente de Reputation Management Consultants, aseguró a Reuters que “si el Note 7 sigue adelante, podría ser el mayor acto de autodestrucción de una marca en la historia de la tecnología moderna”. “Samsung necesita tomar nota de lo que le ha pasado y colocar el Note 7 en el salón de la vergüenza junto al Ford Pinto”, subrayó. También Park Jung-hoon, director del fondo HDC Asset Management, con acciones en Samsung, cree que “lo mejor es darse por vencido con el Note 7. La compañía debe dejar atrás este tema cuanto antes, pues la preocupación ahora está en las dudas que este caso puedan generar en la gente sobre las capacidades fundamentales de Samsung”.
Aunque la surcoreana no da detalles sobre su estrategia, hay voces que creen que va a dar por perdido este modelo y que pondrá ya toda su maquinaria a trabajar en el próximo modelo de alta gama. Otros, en cambio, están convencidos de que Samsung mantendrá en la calle el Note 7, aunque con una rebaja de precio para incentivar su compra.
Dans cree que la crisis de Samsung muestra hasta qué punto la competencia entre marcas en este negocio tiene lugar especificación por especificación y componente por componente. “Es una olla a presión, como muestra un informe de Bloomberg que dice que la necesidad de Samsung de aprovechar el supuesto momento de debilidad de Apple llevó a Samsung a lanzar un Note 7 defectuoso, al incluir en el una batería tan grande que no cabía en su compartimento y la presión ejercida por la carcasa le llevaba a generar cortocircuitos”.
Visto el resultado, la estrategia ha fracasado, y ahora será Apple y el resto de rivales quienes traten de aprovechar la crisis de Samsung para vender sus equipos en una época clave como la Navidad.