La Airef ve "verosímil" el escenario económico para 2017
El supervisor de las cuentas públicas advierte sobre la incertidumbre asociada a la inexistencia de planes específicos de ejecución de la política fiscal
Las previsiones elaboradas por el Gobierno que estiman un crecimiento del PIB del 2,3% para 2017 “son realistas en líneas generales” e incluso son “prudentes en algunos aspectos”. Este es el veredicto dado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) de las estimaciones macroeconómicas del Ejecutivo incluidas en el Proyecto de Plan Presupuestario para el próximo año. Dichas estimaciones prevén también un crecimiento del empleo del 2,2% el próximo año y un repunte de la inflación hasta el 1,4%.
En general, este organismo supervisor de las cuentas públicas, consideró hoy que “el escenario macroeconómico es verosímil en su conjunto”. Si bien su evaluación no termina aquí porque considera que el cumplimiento de estas previsiones es “probable” pero no está exento de riesgos.
En concreto, los técnicos de la Airef llaman la atención sobre “la gran incertidumbre asociada a la inexistencia de planes específicos de ejecución de la política fiscal”. O lo que es lo mismo, alertan sobre la actual situación de ausencia de Gobierno que supone que a fecha de hoy aún se desconozcan los planes de ajuste fiscal que deberá realizar para cumplir con el objetivo de déficit público que marca Bruselas (3,1%)
De hecho, el organismo que preside José Luis Escrivá, considera que dicha política de ajustes “inevitablemente ejercerá un cierto efecto restrictivo por el lado de la demanda en el corto plazo si se pretende alcanzar la corrección del desequilibrio de las cuentas públicas españolas recomendada por las instituciones europeas”.
No obstante, en el informe de la Airef conocido hoy se precisa que esta incertidumbre sobre el posible efecto restrictivo de la futura política fiscal en 2017 se reducirá algo tras la presentación del Proyecto del Plan Presupuestario que el Gobierno enviará con toda probabilidad a Bruselas el próximo 17 de octubre.
- Riesgos desde el exterior
Pero el fiscal no es el único riesgo potencial para la economía española el próximo año, los supervisores ponen el acento la existencia de otro tipo de riesgos para que se cumplan dichas estimaciones de crecimiento: los supuestos externos en los que se basan las previsiones macroeconómicas.
En este sentido, la Airef explica que los supuestos de tipos de interés y precios del petróleo con los que hay trabajado el Gobierno son muy prudentes y, por lo tanto, “pueden ser superados”. Mientras que, por el contrario, “un menor crecimiento de los principales socios comerciales o un impacto negativo del brexit mayor de lo esperado jugarían en sentido contrario”.
En cualquier caso, todos estos riesgos sobre el crecimiento del PIB español el próximo año son, en su conjunto y a ojos de la Airef, “equilibrados”.
Para el presente ejercicio ven ” fácil” que el PIB crezca al menos un 3%, aunque lo “más probable” es que llegue al 3,1% y quizás al 3,2%, a pesar de la “desaceleración” que se registra desde mediados de 2015 y que al organismo le resulta “sorprendente” por la “lentitud” de la misma. Esta suave desaceleración se mantendrá a lo largo del próximo año, en su opinión, sin que esté previsto que la economía experimente bruscos descensos a la baja.
- Tirón de orejas
El informe de evaluación dado a conocer esta mañana también hace una “recomendación” al Gobierno y tres “sugerencias” para que mejore el diseño de sus previsiones macroeconómicas.
En concreto, la recomendación tiene que ver con la forma en la que viene elaborando la previsión de consumo público para elaborar los Presupuestos Generales del Estado. En opinión de estos expertos, los responsables económicos del Ejecutivo no han diseñado adecuadamente esta previsión en los últimos cuatro años, en los que se ha producido un “sesgo grande” e “injustificado” respecto al cumplimiento de esta variable macroeconómica.
Ante esta situación, desde la Airef se pide al Gobierno que “adopte y haga públicas las medidas necesarias” para corregir, de ahora en adelante, la elaboración de las previsiones de consumo público, tras el mal diseño detectado en los últimos cuatro años.
Además, realizan tres sugerencias “de buenas prácticas” al Ejecutivo. La primera demanda que “se integren los elementos clave de las previsiones en un marco simplificado de cuentas nacionales”. Esto serviría para entender las conexiones entre la actividad económica, la demanda y el empleo, por un lado, y los flujos de rentas y necesidades de financiación por otro. De esta forma se podría identificar el impacto de las medidas de política adoptadas por el Ejecutivo, explican.
En segundo lugar, reclaman a los responsables económicos que amplíen la información que facilitan sobre las metodologías, los supuestos y los parámetros que utilizan para sostener sus previsiones.
Y, finalmente, demandan que el Instituto Nacional de Estadística (INE) “asegure en todo momento la consistencia interna en las estimaciones de Contabilidad Nacional anual y trimestral”. Esta petición persigue, según los expertos, “facilitar el uso de información estadística más actualidad en cada momento”.