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Gestión

Así es el ‘controller’, un perfil en auge en las empresas

Los encargados de que se cumpla el presupuesto ganan peso en las organizaciones

Thinkstock
Manuel G. Pascual

Si algo ha provocado la crisis en el tejido empresarial ha sido la obsesión por controlar los costes con el máximo nivel de detalle. El departamento financiero de las compañías gestionan hoy en día un caudal de datos de creciente complejidad. De ahí que el control de la gestión, y concretamente la figura del controller, esté adquiriendo una importancia creciente.

¿De qué se ocupan los controllers? Este profesional es el encargado de diseñar y supervisar el sistema de gestión contable y de producción, quien vela por que no haya desviaciones de presupuesto y toma medidas en caso de que las haya. Debe estar en permanente contacto con la dirección de la compañía, en tanto que aporta información estratégica.

Pese al creciente peso que ha asumido este perfil, solo el 41% de las empresas españolas cuenta con un departamento específico de control de gestión. Esa es una de las conclusiones de un completo estudio sectorial elaborado por KPMG y la Asociación de Controllers (GCCI, en sus siglas inglesas).

¿Qué competencias debe tener un controller? El informe señala que la mayoría de profesionales destacan las habilidades personales, como la gestión de equipos o la capacidad de liderazgo, sobre las técnicas. Entre estas últimas se destaca el reporting (la elaboración de análisis de la situación) y la planificación, con especial interés en la extracción y procesamiento de datos para traducirlos en información de utilidad para la empresa.

El estudio concluye, no obstante, que la preparación de los controllers españoles en las herramientas técnicas de información, de planificación y de predicción de gastos es más bien floja.

Un hombre de entre 35 y 45 años y con unas responsabilidades más enfocadas hacia un control de gestión del negocio que al área financiera sería el retrato robot de este tipo de profesional en España. “Los controllers son buenos comunicadores y tienen una orientación clara hacia el cliente interno gracias a sus habilidades relacionales e intermediadoras ante cualquier situación”, reza el informe. Así, el 47% de los profesionales encuestados considera que debería mejorar su capacidad de liderazgo para tener más influencia en la organización y agilizar los procesos de cambio.

El controller a menudo debe convivir con un sentimiento de incomprensión, dado que su trabajo a veces es poco tenido en cuenta por el resto de departamentos.

Juega a su favor conocer bien el negocio y convertirse en una especie de asesor para el resto de áreas de la compañía. Presentarse de esa forma ante sus compañeros eleva su credibilidad y confianza, lo que a su vez mejora la calidad de su trabajo.

El estudio revela también que hay pocas diferencias entre hombres y mujeres en la manera de resolver los conflictos que se le plantean en el trabajo. Tampoco hay grandes variaciones atendiendo a la edad o tamaño de la compañía. El controller en todos los casos se dedica a controlar.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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