Hacienda no renuncia a aprobar un nuevo Presupuesto a fin de año
El Ejecutivo debería constituirse en octubre y apurar los plazos de la tramitación parlamentaria
La imposibilidad de llegar a acuerdos que permitan la formación de Gobierno ha provocado que España vaya a remitir en los próximos días a Bruselas una prórroga del Presupuesto de este ejercicio, ya que el plazo expira el 15 de octubre. Sin embargo, en paralelo, el Ministerio de Hacienda sigue trabajando para que en el caso de que tras la cita electoral del 25S se logre investir al candidato del PP presidente, las cuentas públicas de 2017 puedan ver la luz a finales de año.
El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ya dio cuenta el pasado martes en el Congreso de toda la suerte de desgracias que podrían producirse si España continúa indefinidamente sin Gobierno y el próximo ejercicio se inicia con un presupuesto prorrogado. Decisiones tan delicadas y sensibles para la opinión pública como la revalorización de las pensiones, la actualización del salario de los funcionarios o el cumplimiento de los objetivos de déficit comprometidos con Bruselas dependen de los Presupuestos del Estado.
También están a la espera de conocer el escenario presupuestario estatal todas las comunidades autónomas, ya que necesitan saber cuál es su techo de gasto para poder elaborar las cuentas del próximo ejercicio. Por este motivo, en el departamento que dirige Cristóbal Montoro no renuncian a seguir trabajando para tener listo antes de fin de año un Presupuesto con todas las nuevas medidas que el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy se comprometió a llevar a cabo para reducir el déficit al 4,6% este año, al 3,1% en 2017 y al 2,2% en 2018.
- Tramitación parlamentaria
Lo cierto es que los plazos juegan en contra de la intención de Hacienda porque son muy ajustados. La condición indispensable para lograr un Presupuesto listo para su entrada en vigor a comienzos de 2017 es que se constituya un nuevo Gobierno, con plenos poderes y capacidades, durante el mes de octubre.
A continuación, el Presupuesto podría ser remitido a las Cortes, donde aunque tradicionalmente la tramitación parlamentaria se suele prolongar durante tres meses (octubre, noviembre y diciembre), en esta ocasión se podrían acortar los plazos. Así, concentrando las comparecencias de los altos cargos y reduciendo los plazos de presentación de enmiendas se podría lograr que el Presupuesto estuviera aprobado de manera definitiva a finales de año y, en su defecto, a comienzos de 2017, en enero o febrero. Si finalmente viera la luz el año que viene, en ese momento quedaría derogado el Presupuesto prorrogado y entraría en vigor el nuevo. No sería la primera vez que se recurre a esta fórmula.
En 2015, cuando el Gobierno anunció su intención de dejar aprobadas las cuentas públicas de 2016 pese a la convocatoria electoral prevista para finales de ese año, el proyecto de Presupuestos fue remitido a las Cortes en agosto para ser aprobado definitivamente en octubre antes de proceder a disolver el Parlamento. Entonces, contó con la garantía de éxito que otorga la mayoría absoluta, ahora, de nuevo, tocará pactar.