El año récord del turismo da alas al negocio aéreo
Los vuelos programados hasta julio suben a máximos de la serie histórica, iniciada en 2004
Hoteles, restaurantes, bares, comercios….Son solo algunas de las actividades que se están viendo beneficiadas por un año extraordinario para el turismo, tanto nacional como extranjero, en el que factores externos (terrorismo en destinos competidores o abaratamiento del euro frente a otras divisas) están contribuyendo de forma decisiva a que se estén superando todos los récords. En julio llegaron a los principales destinos 9,6 millones de viajeros, el dato más alto de la historia para un mes en España, y en el acumulado entre enero y julio, la cifra subió a 42 millones, también máximo histórico.
Este buen tono también ha tenido reflejo en la industria aérea, cuyas cuentas de resultados reflejaran la confluencia de dos factores: el abaratamiento del barril de Brent, de referencia en Europa, y el boom del turismo en España. Los datos de tráfico aéreo de Aena hasta julio así lo certifican. Si se analizan los pasajeros transportados, el balance en los siete primeros meses arroja un resultado de 129,5 millones de pasajeros. Nunca en la serie histórica, que se inicia en 2004, se había alcanzado esa cifra, que lleva creciendo de forma consecutiva durante tres ejercicios y que supone casi 10 millones de viajeros que antes de la crisis. A este hito ha contribuido la eclosión y generalización de las líneas de bajo coste. Entre enero y julio de este año fueron utilizadas por 22,8 millones de viajeros, lo que supone la mitad de todos los que utilizaron el avión como medio para visitar España. Los aeropuertos más beneficiados son los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga, que suman dos tercios de los pasajeros hasta julio.
Para asegurar que todos los viajeros podían volar, las compañías han elevado el número de operaciones, aunque en menor medida que los pasajeros, para ajustar al máximo la rentabilidad. Entre enero y julio se produjeron 1,16 millones de vuelos, el nivel más alto desde 2011 y al igual que sucede con los turistas desplazados, los cuatro aeródromos antes citados absorben dos terceras partes de las operaciones
Otro indicador que refleja el buen tono de la actividad turística es el máximo histórico registrado en el consumo de queroseno, el combustible más frecuente que utilizan los aviones. Los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), sociedad pública tutelada por el Ministerio de Industria, reflejan que el consumo creció hasta los 3,3 millones de toneladas, también máximo de la serie histórica, iniciada en 1996. Las compañías aéreas no solo se han aprovechado de la mayor demanda de turistas, sino también de los bajos precios del petróleo (se ha mantenido estable en los últimos meses en el entorno de entre 40 y 50 dólares por barril), lo que les ha permitido cuantiosos ahorros. El precio queroseno de aviación, al ser un destilado del crudo, también se ha visto seriamente rebajado.
El comercio tira del transporte de mercancías
El buen tono del sector exterior y la recuperación del consumo de los hogares y de la inversión empresarial están detrás de la recuperación del transporte de mercancías por avión. Los datos de Aena reflejan que en los siete primeros meses se transportaron 440 millones de toneladas, lo que, al igual que los pasajeros, supone el dato más importante en 20 años.
El reparto por aeródromos está más descompensado que en el caso de operaciones y turistas. Más de la mitad de todo lo transportado tiene como base de salida y entrada el aeropuerto madrileño Adolfo Suarez Madrid Barajas, seguido de lejos por el barcelonés de El Prat, con un 31,7% del total. En esta clasificación irrumpen en tercera y cuarta posición los aeropuertos de Zaragoza y Vitoria, especializados en este transporte, con una cuota del 12,4% y un 7%. Ambas figuran entre las provincias que más bienes exportan al extranjero.
Los últimos datos de la Secretaría de Estado de Comercio hasta julio revelan que las ventas de bienes crecieron en el primer semestre un 5,2% en Zaragoza y un 20,6% en Álava, muy por encima de la media nacional (2,3%) gracias al tirón del sector del automóvil.