España debe adaptarse a la economía colaborativa
Muchas cadenas hoteleras han incorporado los apartamentos a su propia oferta de servicios
Gracias a las nuevas tecnologías y la cultura low cost, el alquiler de apartamentos y casas de particulares ha crecido a un ritmo vertiginoso en los últimos tiempos. La economía colaborativa, un modelo de negocio extremadamente seductor que permite compartir bienes y servicios ociosos entre particulares gracias a las aplicaciones móviles, ha provocado cierta controversia en el sector hotelero español: si bien es cierto que algunos hoteles se muestran reticentes, otros, sin embargo, están sumándose al carro de este nuevo fenómeno.
Aplicada al alojamiento, la economía colaborativa permite a los residentes de una zona compartir los recursos de los que apenas hacen uso con otras personas dispuestas a pagar por utilizarlos, ahorrando de esta forma costes. Hablar de economía colaborativa aplicada al alojamiento es hacerlo irremediablemente de Airbnb. Esta plataforma, que desde 2008 conecta personas que buscan alojamiento con otras que disponen de espacio, ya está en 340.000 ciudades del mundo. Una realidad que no ha gustado a una parte del sector hotelero pero que ya ha recibido el visto bueno de la UE.
La Comisión Europea ha publicado un informe en el que se ha posicionado claramente a favor de impulsar este tipo de plataformas. “Las prohibiciones de este tipo de actividades deben ser solo una medida de último recurso”, ha asegurado en un comunicado. El vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, ha ido un paso más allá y ha añadido que “nuestro papel consiste en crear un marco regulatorio que permita desarrollarse a los nuevos modelos de negocio, a la vez que se protege a los consumidores y se aseguran políticas impositivas y de empleo justas”.
En este contexto son muchas las cadenas que han añadido a su modelo de negocio el alquiler de apartamentos de terceros. Otras, sin embargo, han optado por incorporar los apartamentos a su propia oferta de servicios ofreciendo a los huéspedes una amplia oferta de calidad, de forma directa, sin necesidad de alquilárselos a particulares. De esta manera están apostando por incorporar hoteles urbanos multimodales y dispersos que, además de habitaciones individuales, dobles y familiares, cuentan con apartamentos en otras zonas de la ciudad en el entorno de influencia. El valor añadido para el huésped es claro: todos los alojamientos están gestionados en una única unidad de negocio, respaldados 24/24h por los equipos existentes y sin necesidad de incrementar gastos que impacten en su bolsillo.
"El negocio de algunos hoteles se basa en eliminar los servicios que el cliente no necesita"
Pero esta no es la única línea de negocio que permite ofrecer a los clientes la mejor relación calidad precio, que es donde realmente compiten este tipo de plataformas colaborativas. Otros aspectos diferenciales también pueden generar esta excelente sensación en el huésped. El concepto de negocio de algunos hoteles se basa en eliminar todos aquellos servicios superfluos que el cliente no necesita, concentrándose en ofrecer los esenciales con la máxima calidad (atención excelente las 24 horas, habitación amplia y climatizada, limpieza inmaculada, cama cómoda, buena ducha, wifi potente y desayuno completo), lo que permite que el cliente pague justo por lo que recibe, ni más ni menos.
El concepto de @smartsleep está enfocado a un huésped inteligente que busca una relación calidad-precio excelente en alojamientos de calidad. Es lo que en inglés se denomina smart guest que busca el best value for money. Un cliente inteligente que quiere pagar solo por lo que realmente utiliza. Y el restaurante, por ejemplo, es un servicio que muy pocos clientes usan.
Adaptarse a la economía colaborativa y apostar por nuevas e innovadoras líneas de negocio permitirá a los hoteles ser más competitivos, reducir costes de explotación, aplicar técnicas nuevas de marketing, abrir nuevos canales de distribución y apoyarse en programas de fidelización más completos y eficaces. En este sentido, se estima que aparecerán nuevos actores dispuestos a invertir en apartamentos turísticos en el centro de Madrid y de otras grandes ciudades.
Aunque Airbnb fue la impulsora de este fenómeno a nivel mundial, lo cierto es que la plataforma no ha inventado el alquiler de apartamentos, sino que tan solo es un hiper-conector online de algo que siempre ha existido. Depende ahora de los hoteles españoles adaptarse a los nuevos tiempos y ampliar su ofertas de servicios para, de esta forma, cubrir todas las necesidades de sus clientes.
Jairo González es CEO de Sidorme Hotels.