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Las consecuencias del examen

Las ventas se extienden por la banca tras el test de estrés

La Autoridad bancaria Europea anunció el resultado de los test de estrés con nocturnidad, lo que no ha evitado que en la mañana del lunes llegaran sin remedio las ventas.

Los test de estrés a la banca europea no ha servido para devolver la tranquilidad a los inversores. Ya saben que los principales bancos europeos tienen un nivel de solvencia razonable y que sus ratios de capital y sus cuentas de resultados podrían resistir más o menos dignamente una recaída en la recesión, aunque el escenario adverso del test tampoco contemple una reedición severa de la crisis. Pero después que se anunciaran los resultados del test en la noche del pasado viernes, ha llegado el momento de someterlos al juicio del mercado, que no les ha dado ni mucho menos un aprobado generalizado. La Autoridad bancaria Europea anunció el resultado con nocturnidad, después incluso del cierre de mercado en Estados Unidos, lo que no ha evitado que en la mañana del lunes llegaran sin remedio las ventas.

La sesión comenzó con optimismo y avances en el sector financiero, en especial el italiano, que con el plan de recapitalización de Monte dei Paschi despeja la mayor amenaza que pesaba sobre el conjunto del sistema bancario del país. Sin embargo, las ventas se apoderaron después del conjunto del sector, con un efecto contagio que solo respetó a cuatro entidades, entre las que destacó el único banco suspendido en el test. Monte dei Paschi, cuyo capital de máxima calidad desciende al terreno negativo (-2,2%) en el escenario adverso es el único banco que no cumple con los requisitos mínimos de solvencia. Cerró con una subida del 0,58%, frente a las caídas generalizadas en prácticamente todo el sector. De hecho, los bancos fueron los más castigados a nivel europeo y fueron la principal causa del cierre en negativo de los principales índices bursátiles. El Ibex concluyó la jornada con una caída del 0,86%, hasta los 8.513,4 puntos, en línea con los descensos de sus vecinos. Pero, si el resultado del test muestra que la banca europea es relativamente solvente y hay solo un suspenso, ¿por qué los inversores han recibido el resultado con fuertes ventas?

Para empezar, en el mercado se sigue dudando de la verdadera salud de la banca italiana y portugués. Esta última también se ha sometido al test, aunque los resultados de su examen no se han hecho públicos. Y sin despejarse los dos grandes focos de incertidumbre, las dudas se contagian al conjunto del sector, acrecentadas por la situación particular de cada país. En España, el ratio de capital de máxima calidad CET1 queda en el escenario adverso por debajo de la media europea, del 9,4%. BFA Bankia logra el mejor resultado, con el 10,6%, frente al 7% de Popular que se elevaría sin embargo al 10,34% si se incluye el impacto de la ampliación de capital de 2.500 millones de euros realizada este año. Pero, a pesar de unos resultados aceptables, ningún banco español logra en el escenario adverso un ratio de capital en términos fully loaded –considerando la plena aplicación de las exigencias regulatorias de Basilea III, que no se activa hasta 2019– en línea con lo que el regulador espera ahora de ellos, según apunta Fabio Mostacci, analista de Mirabaud Securities España.

El mercado juzga por tanto adelantando acontecimientos y valora cada banco en función de la holgura con la que desde ya está en condiciones de cumplir con los requerimientos de capital del BCE. En cualquier caso, el test no supone la exigencia inmediata de capital ya que no se ha detectado déficit de recursos propios salvo en Monte dei Paschi. Los resultados del examen van a servir de guía al BCE, que tendrá que discutir ahora con cada entidad los niveles de capital deseables para este año a la luz de las fortalezas y debilidades encontradas en la prueba.

Moody’s destaca que el test muestra los progresos realizados por la banca española en capital respecto al examen de 2014, a pesar de las difíciles condiciones del mercado español. Y si bien destaca que el impacto del deterioro de la cartera de crédito sobre el capital es superior a la media europea –resta 583 puntos básicos frente a los 370 a nivel europeo-, este efecto queda compensado por la resistencia de la cuenta de resultados.

“Nuestra conclusión es que la banca europea y española son aún vulnerables. En el caso de los bancos españoles especialmente por el todavía elevado volumen de crédito dudoso y la alta exposición al riesgo soberano de las carteras de deuda”, añaden en Mirabaud. Para Nuria Álvarez, analista de Renta 4, los resultados del test han estado en línea con lo esperado, “aunque si se miran los datos en términos relativos y no absolutos la cosa se complica”. Destaca que los ratios de capital de la banca española quedan por debajo de la media europea en el escenario adverso, a lo que se añade el problema de la escasa rentabilidad, común al conjunto del sector en Europa. “Los ratios de capital son aceptables, los balances y las cuentas de resultados aguantarían un escenario de crisis. Pero el test también dice que la rentabilidad es muy baja y es difícil que mejore en este entorno de tipos”, añade Álvarez.

La mayor presión del mercado se concentra en bancos que han presentado un ratio de capital en el escenario adverso por debajo del 8%, más aún si son bancos sistémicos, como es el caso de Unicredit, que cayó en Bolsa el 9,4%, o Deutsche Bank, que perdió el 1,83%. Aun así, los descensos en Bolsa no pueden explicarse solo por el test. También tienen que ver con una posible recogida de beneficios después de la subida desde los mínimos del brexit y una vez conocidas las cuentas trimestrales y los resultados del test.

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