Tesla dificulta las metas de su CEO
El fabricante de coches eléctricos ha vuelto a no alcanzar su objetivo de entregas
Las presiones de Tesla empañan la jugada solar de su fundador, Elon Musk. El fabricante de coches eléctricos ha vuelto a no alcanzar su objetivo de entregas. Malas noticias para una compañía que quería quintuplicar su producción a corto plazo. Y una terrible colisión ha hecho que su función de piloto automático se someta a examen. Todo ello socava aún más la cuestionable compra de SolarCity.
Unos 14.370 clientes recibieron las llaves de sus Tesla en los tres meses previos a junio, un 15% menos que el objetivo de Musk. Aunque hay una noticia positiva: 5.000 unidades de sus modelos S y X estaban en camino. Sin embargo, es contradictoria la incapacidad de Tesla de acercarse a sus objetivos a corto plazo cuando solo fabrica dos tipos de vehículos. Tampoco es un buen augurio para el objetivo impuesto por Musk de fabricar 500.000 unidades al año en 2018. Una meta ambiciosa, que requiere de grandes inversiones en personal y tecnología y de una ejecución perfecta que no se ha dado en la producción del modelo X.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses se están interesando en Tesla. Su función de piloto automático está diseñada para permitir a los conductores dejar en manos de los ordenadores gran parte del vehículo. Aún no está claro qué causó el accidente mortal de mayo, pero el paso a la conducción autónoma y asistida promete tal efecto en la industria que los reguladores pasarán más tiempo investigando estas colisiones de lo esperado.
Por otra parte, la creciente competencia en vehículos eléctricos y sin conductor de Daimler, BMW y General Motors debería ser suficiente para mantener ocupado a Musk con Tesla. Todo ello hace aun más increíble su interés en SolarCity, la compañía de energía solar que también ayudó a crear y en la que trabaja como presidente. La propuesta es una pesadilla de gobernanza empresarial y absorberá la atención de la dirección cuando más se necesite en otros lugares.
