El mercado empuja a la banca italiana y portuguesa al rescate
La larga crisis que comenzó con la quiebra de Lehman Brothers, y que en Europa aún no ha concluido, deja varios ejemplos de profecía autocumplida, esa en la que la creencia que empieza a circular por el mercado termina por cumplirse. Y, apenas diez días después de que el resultado del referéndum británico haya puesto patas arriba las finanzas y la política de la Unión Europea, sobre la banca italiana y portuguesa comienza a pesar una amenaza cada vez más generalizada y unánime, capaz de desencadenar una urgente inyección de capital.
El brexit ha tenido la capacidad de hacer temer por la marcha del conjunto de la economía europea y ha colocado además en la primera línea un problema aún no resuelto en el sistema financiero europeo: los problemas de capital que, con la unión bancaria en marcha y realizados varios trest de estrés, acumulan todavía bancos de Italia y Portugal. Las ventas masivas en Bolsa que comenzaron en la jornada del 24 de junio los han puesto en el disparadero y colocan de nuevo a la banca como protagonista de las turbulencias del mercado.
A raiz del brexit, los italianos Monte dei Paschi, Banca Popolare y Unicredit sufren desplomes en bolsa superiores al 30%, solo superados por la banca griega.“Sus problemas ya estaban ahí pero el brexit lo ha acelerado todo”, reconoce desde Londres un gestor de un banco estadounidense. “En Europa no ha habido una solución drástica de recapitalización de los bancos, como lo sucedido en EE UU en 2008. Las mejores soluciones son las que se dieron en España e Irlanda, pero ahora hace falta capital en Italia y Portugal”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, llegó a hablar de riesgo de estampida bancaria en la zona euro tras el brexit, en alusión a la banca italiana. El castigo que estos bancos sufrieron tras el referéndum británico ha llevado al ejecutivo de Matteo Renzi a movilizarse para reforzar su capital, con una necesidad estimada en 40.000 millones de euros. El ejecutivo italiano ya anunció en abril la creación de un banco malo, con una dotación de entre 5.000 y 6.000 millones de euros, con el que aligerar al sector de la pesada carga de créditos morosos. El sector defiende ahora este fondo, denominado Atlante, como muro de contención desde el que ir abordando el problema de la morosidad, señalan fuentes próximas a la banca italiana. Pero su creación no termina de responder a la inquietud de los inversores, ante un volumen de créditos morosos de 360.000 millones de euros –de los que 210.000 millones son altamente tóxicos–, con una tasa de cobertura del 59%.
“Esperamos que el brexit acelere todo el proceso”, añaden desde otro banco de negocios internacional, donde insisten en que el referéndum británico ha dejado un pésimo entorno de inversión en banca, el peor desde la crisis de la deuda europea de 2012. “La incertidumbre sobre el sector es tan grande que no hay ninguna visibilidad”, añaden.
Junto con la banca italiana, la portuguesa es el otro talón de Aquiles de la banca europea. El gobierno socialista de Antonio Costa afronta la creciente presión de Alemania para que solicite un segundo rescate, con el argumento de que las medidas para recortar el déficit son insuficientes. Y sus bancos soportan una prima de riesgo que se ha disparado sobre los 300 puntos básicos.
Identificados los principales foco de inestabilidad para el conjunto de la banca europea, la gran duda de los inversores está ahora en quién pondrá el dinero que necesitan las entidades más débiles. La hoja de ruta diseñada por la Comisión Europea y que respalda el BCE es la de un rescate sin dinero público, en la que el coste lo asuman los accionistas y acreedores. El problema está en la elevada exposición del pequeño ahorrador. “Los ahorradores italianos han recurrido largo tiempo a los bonos de los bancos en lugar de a los depósitos”, señala Erik Nielsen, jefe de Reasearch de UniCredit. La mitad de los 60.000 millones de euros de deuda subordinada y un tercio de los 600.000 millones de deuda sénior bancaria italiana están en manos de pequeños inversores.
¿Y qué pasa con la banca española? El sector sufre el castigo generalizado de los inversores hacia la banca. “El mercado está conducido por hedge funds que no hacen un análisis serio de la realidad de cada entidad”, se lamentan el directivo de una entidad financiera española.
Las ventas son comunes a todos: Santander y Sabadell, con fuerte exposición a Reino Unido, caen desde el brexit el 17% y el 20%. Y Bankinter, Popular, Caixabank y BBVA, sin riesgo en las islas aunque sí en Portugal en mayor o menor medida, pierden más del 10%.
El BCE saca los colores a Monte dei Paschi
Las dudas del mercado sobre la salud de la banca italiano tienen un nombre y apellido, Banca Monte Paschi di Siena. La entidad, la tercera mayor del país por volumen de crédito, reconoció ayer que el BCE le ha solicitado que reduzca el su cartera de préstamos morosos un 30% durante los próximos tres años. El banco tendrá que presentar el próximo 3 de octubre de 2016 un plan con el que reducir la ratio de préstamos improductivos sobre el volumen total de crédito hasta el 20% en 2018.
Las acciones de la entidad han sufrido un varapalo que llegó a superar el 10% tras conocerse la noticia y han puesto en guardia definitivamente a los inversores sobre el volumen de morosidad que acumula el conjunto de la banca italiana, para la que el gobierno de Renzi está diseñando un plan de ayudas.
CGD, pendiente de recibir 4.000 millones de euros
Caixa geral de Depositos, está a la espera de una inyección de capital que rondaría los 4.000 millones de euros. Una capitalización holgada fue la primera medida que tomó el nuevo consejero delegado del banco público cuando llegó al cargo, el pasado mayo. La decisión de autorizar una nueva inyección de capital público a CGD está ahora en manos del BCE, que previsiblemebte exigirá contrapartidas en materia de gestión y costes. Caixa Geral de depositos ya recibió 900 millones de euros de ayudas en forma de cocos que no ha devuelto aún. Acumula cinco años de pérdidas.
BCP, en el disparadero por los 'cocos'
El gobierno portugués confía en poder inyectar capital público en CGD, pero la situación es también compleja para BCP, el mayor banco privado del país. Debe pagar una emisión de cocos por 750 millones dentro de un año, pero el mercado duda que el BCE le autorice a ello sin antes reforzar capital.
Banca Popolare, fusión ‘in extremis’
Las fusiones también son en Italia, como lo fueron en España la fórmula para combatir la morosidad. Banca Popolare, que cae en Bolsa este año el 77%, ha acordado su fusión con Banca Popolare di Milano. Darán lugar al tercer banco del país, por detrás de Unicredit e Intesa Sanpaolo. El ratio de cobertura de la nueva entidad se prevé en el 59% en 2019, apenas superior al dato pro-forma de cierre de 2015, del 57%.