El 'brexit' pone a prueba el plan de estímulos del BCE
El Banco Central Europeo se ha quitado un peso de encima justo en la semana en que el referéndum en Gran Bretaña sobre su permanencia en la UE plantea un duro desafío a la efectividad de su ambicioso programa de estímulos.
El Tribunal Constitucional alemán ha avalado, aunque sea a regañadientes, el programa de compra de deuda diseñado en el verano de 2012 –denominado OMT- con el que el BCE estaba dispuesto a frenar el incendio que se había declarado en la zona euro y que amenazaba con hacer inaccesible la financiación en el mercado de pesos pesados de la región como España o Italia. El tribunal alemán ha fallado a favor de aquel programa, lo que supone la confirmación definitiva de su legalidad, ya que no desbordaría las competencias del BCE. Y ese respaldo, aunque esperado, llega en el momento propicio, cuando el BCE ha sacado toda su artillería de medidas de estímulo con las que incentivar un aumento de precios que acerque la inflación al objetivo del 2% y con las que estimular la maltrecha economía de la zona euro. Y cuando va a tener que emplearse más a fondo aún si, como continúan apuntando algunas encuestas, el resultado del referéndum británico de mañana es la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Por lo pronto, el plan de contingencia del BCE para la mañana del día 24 incluye una inyección de liquidez ilimitada en coordinación con el Banco de Inglaterra con la que abastecer de libras y euros al conjunto del sistema financiero. Esta medida de emergencia, que ya se adoptó en circunstancias similares en otros momentos de máxima tensión como el 11 de septiembre y que podría implicar también a la Reserva Federal o al Banco de Japón, sería un primer paso para el nuevo escenario que se abriría para Reino Unido y el conjunto de la zona euro y que, de acuerdo con la gran mayoría de estimaciones, tendría un elevado impacto económico a ambos lados del Canal de la Mancha.
“El BCE considera que Reino Unido debería permanecer en la Unión Europea, ya que la UE se beneficia de su permanencia y el Renino unido se beneficia también de forma parte de la UE. Estamos preparados para todas las contingencias”, señaló Draghi a principios de junio. En su discurso de ayer ante el Parlamento Europeo fue más allá, hasta casi entrar en campaña. “Los ciudadanos y los mercados deben estar seguros de nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos comunes que se nos presentan. Nuestro foco debería estar en hace nuestro hogar común, Europa, más fuerte”, señaló Draghi.
El presidente del BCE reconoció que la incertidumbre es elevada y que los riesgos a la baja para el crecimiento de la zona euro son todavía significativos. “En concreto, el BCE está preparado para todas las contingencias que resulten del referéndum británico”, avanzó, al tiempo que hizo una defensa de la efectividad de su política monetaria. “Sin ella el crecimiento y la inflación serían significativamente menores”, insistió.
“El BCE dispone de instrumentos efectivos para frenar la volatilidad en caso de brexit, pero sería un shock adverso adicional. La recuperación va muy lenta pese a sus medidas y eso hace a la zona euro más vulnerable ante schoks externos”, señala Víctor Echevarría, experto de AFI.
El BCE activa hoy otro de esos estímulos, las barras de liquidez condicionadas a la concesión de crédito, conocidas como TLTRO. Realiza una segunda subasta en la que los bancos pueden financiarse a un interés cero que puede llegar a ser negativo del 0,4%, el interés de la facilidad de depósito, si la entidad ha elevado su cartera de crédito el 2,5% hacia finales de enero de 2018. Es decir, el BCE paga a la banca por prestar. Un sondeo de Bloomberg calcula que los bancos pe