El Banco de España asegura que las entidades financieras tienen margen para aumentar comisiones
El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, ha señalado que existe margen para aumentar los ingresos por comisiones.
El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, señaló que existe “margen para aumentar los ingresos por comisiones”. Es una de las soluciones para el sector financiero que propuso el segundo espada del supervisor en el curso ¿Qué hemos aprendido de la crisis?, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la APIE.
La búsqueda de ingresos adicionales es uno de los antídotos de la banca contra su baja rentabilidad, y las comisiones son una vía adecuada para lograrlos. En su discurso, Restoy aseguró que existe una “menor propensión a subsidiar algunos servicios transaccionales con cargo al margen financiero”. Con todo, reconoció que “el negocio está sometido a una creciente competencia de nuevos competidores sin licencia bancaria”. Es decir, las denominadas fintechs.
Pero el subgobernador también invirtió el argumento y aseguró que las nuevas tecnologías permitirán hacer lo mismo con menos oficinas. Es más, sentenció que el número de sucursales en España “sigue siendo elevado si se compara con el del resto de países europeos”.
La cantidad de oficinas ha descendido a poco más de 30.000 a cierre de 2015 pasado, frente a las alrededor de 44.000 de hace ocho años. Igualmente, el número de empleados de banca rondaba a finales del pasado ejercicio los 180.000, cuando en 2008 era de más de 270.000.
Otra solución para las entidades financieras son las fusiones. A medio plazo, el subgobernador del supervisor de la banca considera que es previsible que las operaciones corporativas tengan un ámbito doméstico, con el objetivo de ahorrar costes, e indicó que “la corrección de la sobrecapacidad del sector puede requerir una mayor consolidación”. “Idealmente, esto debería observarse a nivel paneuropeo”, afirmó, para después añadir que lo lógico es que se produzca más concentración a nivel nacional primero: serán operaciones “menos glamurosas”.
Eso sí, admitió que el actual entorno de baja rentabilidad no es el mejor para promover la concentración bancaria y, aunque agregó que el Banco de España no se dedica a “casar” bancos, Fernando Restoy sí insistió en que las entidades más “vulnerables” deberían contemplar esa posibilidad como una solución. Así, finalizó diciendo que en España todavía existe margen para una mayor concentración, a pesar de que el panorama no es comparable al de hace unos años, cuando había más de 60 entidades.
Las soluciones para el sector mencionadas por Restoy son necesarias debido a la baja rentabilidad del sector, que “se mantiene en niveles reducidos y alejados de las cifras de dos dígitos observadas antes de la crisis”. Así, reveló que el conjunto de las entidades supervisadas por el Banco Central Europeo (BCE) obtuvo en 2015 una rentabilidad sobre fondos propios (ROE) inferior al 5%, mientras que en España apenas alcanzó el 5,6%.
La segunda autoridad del Banco de España reiteró el mantra de muchos ejecutivos del sector: la rentabilidad de las propias entidades financieras es inferior a la que exigen los inversores. En el caso de las entidades españolas, el coste de capital se situó en el 6,8% a finales de 2015 y ha llegado al 8% a inicios de 2016, debido a los bandazos de los mercados. Por ejemplo, los bonos cocos que vende la banca para reforzar su capital ofrecen en muchos casos más del 10%.
Restoy constató que la situación de baja rentabilidad ha provocado la caída del valor en Bolsa de las entidades financieras: la mayor parte de ellas cotiza por debajo de su valor en libros. A su juicio, esto es una prueba más de la desconfianza de los inversores sobre algunos de los activos que mantienen en balance.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, señaló en el mismo foro, pero el jueves, que la baja rentabilidad es un peligro, si bien matizó que se debe a la actual coyuntura de bajos tipos de interés. Restoy destacó que la mayor parte de los créditos concedidos por las entidades financieras españolas son a tipos variables, lo que rebaja de forma inmediata el rendimiento del activo.
El reto de la regulación también está encima del tapete y, sobre este, el subgobernador del Banco de España aseguró que deben mantenerse “los requisitos prudenciales en niveles compatibles con el adecuado desenvolvimiento de la actividad bancaria”.