El Eurogrupo pacta un plan de choque ante un posible ‘brexit’
“La zona euro se encuentra en una coyuntura crítica”, dice Christine Lagarde
En público y en privado, los miembros del Eurogrupo se esforzaban ayer en Luxemburgo por aparentar calma ante la incertidumbre del resultado en el referéndum del 23 de junio sobre la continuidad del Reino Unido en la UE.
“Estamos preocupados pero confiamos, como siempre, en la sabiduría del pueblo británico”, sonreía el ministro holandés y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. A una semana de la votación, sin embargo, el resultado parece rodeado por la incertidumbre. Y el Eurogrupo inició ayer la preparación de un plan de choque para hacer frente a una catástrofe política y económica sin precedentes.
Cinco puntos del plan
1. El BCE garantizará la liquidez ilimitada de euros tanto en Reino Unido como en la zona euro.
2. El Eurogrupo desbloqueará las iniciativas pendientes para completar la Unión Monetaria como la Unión Bancaria.
3. El informe de “los cinco presidentes” volverá a la mesa, incluidas sus propuestas más ambiciosas (Tesoro común, ministro europeo de Economía).
4. El FMI propone que la UE se dote incluso de un “presupuesto” paralelo destinado solo a fomentar la inversión pública.
5. Los socios del euro reafirmarán su compromiso con la disciplina presupuestaria.
Los ministros se comprometieron a cerrar filas si se consumara el brexit y a adoptar una respuesta “defensiva” para dejar claro a Londres y, sobre todo, a otras capitales, como Washington, Pekín o Tokio, que la UE seguirá en pie con 28 socios o con 27.
El plan de choque está liderado por los cuatro países grandes (Alemania, Francia, Italia y España) y por Holanda en su calidad de presidencia del Eurogrupo y de la UE (hasta el 30 de junio). “No esperen saltos adelante espectaculares, pero habrá pasos y haremos avanzar el proyecto”, prometió el ministro holandés y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al término de la reunión en Luxemburgo.
España ha logrado que el plan de choque incluya el compromiso para completar cuanto antes la unión bancaria. Y según fuentes españolas, Berlín se ha mostrado dispuesto en las últimas horas a desbloquear el tercer pilar de esa unión, que pasa por la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Dijsselbloem se mostró convencido de que la unión “está más fuerte que hace unos años y puede resistir cualquier shock”.
Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI), representado en Luxemburgo por su máxima mandataria, Christine Lagarde, discrepa abiertamente sobre ese diagnóstico y teme que la UE tenga dificultades en resistir el impacto de la que sería la primera escisión en 59 años de historia del club. “La victoria del Leave (marcharse) en el referéndum del Reino Unido e, incluso, un resultado muy estrecho a favor de quedarse [Remain] podría exacerbar las tensiones y alimentar aún más el euroescepticismo y la incertidumbre”, señaló el FMI en su informe sobre la zona euro (el llamado artículo IV) que ayer presentó Lagarde a los ministros.
El documento advierte que “la zona euro se encuentra en una coyuntura crítica”, porque “la creciente división política y el euroescepticismo han debilitado las posibilidades de una acción colectiva” en cualquier terreno. El FMI pone la reciente crisis de los refugiados como ejemplo de esa creciente inoperancia.
El informe desencadenó en el seno del Eurogrupo un acalorado debate como no recordaban ni los más veteranos. “He presentado estos informes desde 2007 y nunca había visto en el Eurogrupo un debate tan apasionado como el de hoy”, confesó Lagarde tras la reunión.
Lagarde atacó con dureza la presunta falta de voluntad política en el seno de la zona euro tanto para llevar a cabo las reformas estructurales pendientes, como para poner en marcha una política de gasto expansiva.
En este contexto de parálisis, según el FMI, el brexit podría dañar peligrosamente el futuro del club. Y el organismo de Lagarde advirtió que la UE “dispone de un colchón político mucho más delgado para afrontar esos riesgos que antes de la crisis financiera”. La interminable crisis y la desastrosa gestión de los rescates en Grecia o Portugal han dilapidado gran parte del capital político de que disponía Bruselas para resistir a una posible ruptura.
La zona euro estudia escenarios desconocidos
En los pasillos del Consejo de la UE en Luxemburgo, fuentes diplomáticas preferían ayer no contemplar la ruptura de la UE y apostaban por la victoria del Remain (quedarse) gracias al voto más pragmático y a la movilización del 13% del electorado que, según los sondeos, aún no tiene decidido su voto. Pero el Eurogrupo reconocía que “se están considerando diversos escenarios” ante el riesgo de que el próximo jueves se imponga el brexit.
El escenario a corto plazo prevé “un impacto tremendo en la economía del Reino Unido”, según fuentes del Eurogrupo. El país estaría condenado a una recesión económica y a una probable fuga de capital como consecuencia de la previsible devaluación de la libra esterlina. El Banco Central Europeo (BCE) ya tiene preparada una línea de intervención para socorrer al Banco de Inglaterra en caso de que se vea desbordado por la demanda de euros.
A largo plazo, sin embargo, el sufrimiento del Reino Unido se extendería al resto de la UE, según reconocen fuentes comunitarias. En este caso el mayor impacto sería político. Esas fuentes reconocen que el proyecto europeo quedaría gravemente herido y no dispone en estos momentos del respaldo de la opinión pública necesario para saturar la herida con nuevos avances en el procesa de e integración del Viejo Continente.
España también se vería peligrosamente afectada y podría sufrir, según algunas estimaciones, una merma de hasta el 0,3% % del PIB en los próximos 18 meses. Reino Unido es destino de exportaciones españolas por valor de 18.000 millones de euros; dos bancos españoles (Santander y Sabadell) mantienen una gran a exposición en ese país; y es el principal origen de turistas en España.