Barcelona abre el verano con un nuevo plan hotelero
El Ayuntamiento cierra las aperturas en los distritos más saturados, Eixample y Ciutat Vella, para trasladar turistas a la periferia
Barcelona se encamina en las próximas semanas a limitar el crecimiento hotelero en el centro de la ciudad. El consistorio encabezado por Ada Colau (Barcelona en Comú) prevé aprobar antes de verano un plan que permite 11.500 nuevas plazas de alojamientos turísticos, pero fundamentalmente ubicadas en la periferia de la urbe. El objetivo es combatir la saturación turística de algunas zonas.
Durante estos días, el ayuntamiento ha estado recogiendo las alegaciones al plan, que deberá contestar en los próximos días. En julio de 2015, Colau aseguró que en un año se aprobaría la nueva normativa, muy vinculada a lo que se denominó moratoria hotelera, para controlar el crecimiento de los nuevos alojamientos en una ciudad en ocasiones saturada de turismo.
Tras la presentación de alegaciones, el equipo de Gobierno prevé llevar a la Comisión de Urbanismo el llamado Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), un proyecto aprobado en marzo. Tras ese refrendo, se enviará al plenario, previsiblemente antes de agosto, según confirma un portavoz municipal. Esta norma afecta a hoteles, apartoteles, hostales, pensiones, apartamentos, albergues, residencias de estudiantes y vivienda de uso turístico.
En el plenario, Colau deberá buscar el apoyo de alguno de los grupos políticos de la oposición. El PSC, en el Gobierno local desde mayo, se mostró favorable aunque pueda negociar algún cambio a lo ya presentado. Deberá sumar a ERC, CUP o Convergencia, y más difícilmente a Ciudadanos o PP, más críticos con la medida.
“El objetivo del plan es hacer compatibles los alojamientos turísticos de la ciudad con un modelo urbano sostenible basado en la garantía de los derechos fundamentales y la mejora de la calidad de vida de los vecinos”, se señala en un informe de la consultora Cushman & Wakefield destinado a los agentes del mercado inmobiliario. “Para ello, se establecen unas condiciones comunes en toda la ciudad condal y se definen cuatro ámbitos territoriales específicos con regulación propia”, se añade. Los datos oficiales del Ayuntamiento indican que en la ciudad hay 71.000 plazas en alojamientos turísticos, de las que 63.201 corresponden a hoteles (distribuidas en 33.663 habitaciones).
En el centro de la ciudad se limita totalmente la apertura de nuevas plazas; es más, se busca un descenso natural de las 20.383 situadas en Ciutat Vella y otras 20.098 en el Eixample. Allí no se permitirá ningún nuevo alojamiento, y si hay un cierre de algún establecimiento no se permitirá su reposición. En el siguiente anillo central se permitirá abrir nuevos alojamientos siempre que se haya cerrado alguno previamente.
El 66% de los hoteles de Barcelona está concentrado en los barrios de Eixample y Ciutat Vella
71.000 plazas tiene la ciudad en alojamientos turísticos, de los que 63.201 corres-ponden a hoteles
En la zona de Sants, Les Corts, Gracia, Horta, Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí se permitirán hasta 4.025 plazas adicionales. Pero el grueso del crecimiento está previsto en la antigua zona industrial del barrio de La Sagrera (3.000 plazas), en el nuevo Distrito 22@ (3.200 plazas) y en el reciente desarrollo urbanístico de La Marina del Prat Vermell.
Un cerrojazo al centro de la ciudad que supondrá en la práctica la pérdida de inversiones en la ciudad Condal y la fuga de inversores a otros destinos, lo que beneficia al mercado hotelero de Madrid. Así, el sector ha calculado que Barcelona habría perdido unos 1.400 millones por el impacto de la moratoria, que ha paralizado proyectos emblemáticos, como el hotel previsto para la torre Deutsche Bank que iba a ser gestionado por Four Seasons.
Desde el sector también han apuntado que el nuevo plan de urbanismo se verá acompañado por un efecto no deseado: el incremento de las valoraciones de los inmuebles en Barcelona. Y es que la nueva regulación prohíbe la creación de hoteles de nueva planta en la almendra central de la ciudad, pero no la venta a otros propietarios de los inmuebles. También desde el mercado aseguran que se fomentará una mayor rotación de enseñas hoteleras en los establecimientos que operan en régimen de franquicia o gestión.
Airbnb quiere congraciarse con los vecinos
El plan urbanístico de Barcelona no solo afecta a los hoteles sino que regula también a los apartoteles, pensiones, apartamentos turísticos, albergues y residencias. Alojamientos turísticos que también se han visto afectados por la moratoria del Ayuntamiento de la Ciudad Condal.
El pasado verano, el sector de los pisos turísticos fue objeto de fuertes críticas por parte de los vecinos de varios de los barrios de Barcelona, vecinos con los que Airbnb quiere congraciarse.
La plataforma de alojamiento colaborativo ha puesto en marcha un buzón para mejorar la relación con los vecinos de los pisos turísticos que ofrece. La nueva herramienta permite a los vecinos cercanos enviar comentarios sobre la actividad de los huéspedes y anfitriones de forma anónima.
Airbnb quiere conectar con esta nueva herramienta a los propietarios con sus vecinos y se ha fijado como objetivo estudiar todos los comentarios y buscar soluciones a los problemas, instando a que estas sean aportadas por los anfitriones.
El lanzamiento de la nueva aplicación de Airbnb, Vecinos, se ha producido casi al mismo tiempo que la publicación de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ha respaldado la actividad de los pisos turísticos al revocar una sentencia previa que decía que “era contraria a la convivencia normal”.
La sentencia original, de 2012, dictaminó tras la demanda interpuesta por los vecinos de tres pisos turísticos que su actividad era “molesta para los vecinos y comporta un uso excesivo de las instalaciones”. “Vamos a tratar cada caso en serio y asegurarnos de que damos a los anfitriones y sus vecinos la oportunidad de resolver las preocupaciones a sí mismos, siempre que sea posible”, asegura Airbnb para explicar el lanzamiento de este servicio.
La plataforma apunta además que en caso de que los anfitriones no cumplan con “nuestros estándares y expectativas” de forma reiterada estarán sujetos a una posible expulsión de la plataforma.