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Automóvil

Mitsubishi sigue a Volkswagen y reconoce que falseó las emisiones de sus vehículos

El valor se hunde más de un 15%. Manipuló los datos de emisiones de al menos 643.000 vehículos, vendidos bajo su marca y la de Nissan

Los directivos de Mitsubishi en la rueda de prensa
Los directivos de Mitsubishi en la rueda de prensa

El fabricante nipón de vehículos Mitsubishi Motors reconoció ayer por la mañana que ha falseado los datos de emisiones contaminantes de alrededor de 643.000 vehículos, fabricados tanto para su propia marca como para Nissan. La compañía cayó un 15% al cierre de la sesión del martes (que cerró a las 8:30, hora española), al hacerse pública las sospechas de que había manipulado los tests de contaminación. Llegó a desplomarse un 17% en la sesión. Registra su mayor caída intradía desde julio de 2014.

El presidente de Mitsubishi, Tetsuro Aikawa, y los principales directivos de la automovilística comparecieron ayer en rueda de prensa en la sede del Ministerio de Infraestructuras y Transporte en Tokio para explicar que la compañía “Mitsubishi Motors realizó de forma incorrecta los tests de emisiones de sus vehículos pequeños para presentar mejores datos de emisiones contaminantes ante el Ministerio de Infraestructuras y Transporte de Japón”. Además, “realizamos las pruebas de una manera diferente a lo que exige la ley japonesa”, de cara a obtener buenos resultados. “Queremos expresar nuestras disculpas a los clientes y a los inversores por este hecho”, afirmaron.

El fraude sobre las emisiones afecta a cuatro modelos micro, de los que dos son el eK-Wagon y el eK Space, producidos por Mitsubishi, y los otros dos son el Dayz y el Dayz Rooz que fabrica Mitsubishi pero distribuye Nissan desde el pasado junio de 2013. Desde el pasado marzo de 2016, la compañía ha vendido 157.000 unidades del ek Wagon y ek Space y 468.000 unidades de los modelos Dayz para Nissan. Supondría que al menos 643.000 automóviles estarían afectados por esta manipulación de las pruebas de emisiones.

Aunque en principio, estos modelos se comercializan exclusivamente en el mercado nipón, con motivo de la gravedad de los hechos, la empresa ha decidido poner en marcha una ronda de consultas en sus mercados fuera de Japón en relación con sus vehículos. La compañía subrayó, a su vez, que ha creado un comité especial para el estudio de esta situación, formado por expertos externos que trabajarán con independencia y que publicarán un informe al respecto.

“Mitsubishi Motors ha desarrollado los coches y es responsable de cómo se ha realizado la certificación de sus emisiones”, asumen. El escándalo se ha destapado durante el proceso de desarrollo de la siguiente generación de coches micro. “Nissan examinó los consumos de combustible y los datos de emisiones y encontró desviaciones graves respecto de sus tablas de referencia.

Por eso, Nissan solicitó a Mitsubishi una revisión. En el desarrollo de esta investigación interna para determinar qué había pasado, la compañía descubrió este sistema de realización fraudulenta de las pruebas para mejorar los datos de consumo y emisiones frente a los que estábamos dando hasta ese momento”, comunicaron.

La nipona afirmó que “responderán ante sus actuales dueños de estos coches” y que, de momento, paraliza la producción y venta de los coches afectados”. Nissan, a su vez, valorará si exige una compensación a Mitsubishi por el fraude.

El pasado octubre, el Gobierno de Japón afirmó que ninguno de los principales fabricantes nacionales de automóviles había manipulado el software de control de emisiones contaminantes de sus vehículos, tras llevar a cabo una encuesta entre las empresas del sector.

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