_
_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Datos que no frenarán el ‘Brexit’

La campaña contra la salida de Reino Unido de la Unión Europea va a necesitar algo más. Al reunir los números del potencial golpe a la producción nacional si los británicos votaran a favor del Brexit en junio, dos trabajos de investigación económica han reforzado implícitamente la opinión de alojarse en el bloque. Pero no crean un escenario suficientemente escalofriante como para influir en el voto.

Tanto PricewaterhouseCoopers como Oxford Economics han construido modelos económicos que se preguntan qué tipo de acuerdo podría esperar Reino Unido si tuviera que negociar tratados comerciales después de una salida y luego muestran lo que sucedería con el crecimiento. El resultado no es alentador. PwC calcula que un Reino Unido que no pudiera llegar a un acuerdo de libre comercio podría ver esfumarse un 3,5% de su producción nacional en 2030. Oxford Economics estima que el shock, más el golpe al mercado laboral de Reino Unido que se produciría si se restringiera la libertad de movimiento, podría borrar un 3,9% del PIB.

Sin embargo, teniendo en cuenta los peores escenarios, no está tan mal. Suponiendo que el golpe fuera del 3,9%, significaría que PIB en 2030 estaría un 136% por encima de donde está ahora, en lugar del 141%. Si Reino Unido pasara más tarde a una política de puertas abiertas sobre inmigración y lograra un nuevo acuerdo comercial negociado con la UE, lo que parece bastante poco probable, el golpe al PIB británico en 2030 sería de solo un 0,1%, calcula Oxford Economics.

Incluso si los votantes pensaran en términos de conceptos abstractos como el PIB, aunque casi seguro que no lo hacen, es poco probable que tales matemáticas hagan cambiar muchas opiniones. La sabiduría popular lleva a pensar que la campaña a favor de la permanencia necesita aterrorizar a los votantes para que se decanten por la permanencia en Europa el 23 de junio. Podría ser una buena idea centrarse también en argumentos más positivos.

Archivado En

_
_