Carsten Kengeter: un alemán anglófilo
En una carrera que se ha extendido por Goldman Sachs, UBS y Deutsche Börse, que preside desde junio de 2015, Carsten Kengeter no solo ha dirigido las cumbres de las finanzas corporativas, sino también ha sido testigo de los escándalos más polémicos que han afectado a la banca en la última década. Kengeter se convertirá en el principal ejecutivo del gigante que nacerá del acuerdo de fusión anunciado el pasado jueves entre la Bolsa de Londres (LSE) y la de Fráncfort (Deutsche Börse), una operación que permitirá unir a dos importantes plazas financieras europeas. Se trata de una nueva posición que el alemán, de 48 años de edad, sumará a su extensa carrera.
El acuerdo entre los dos grupos bursátiles fue comunicado por ambas partes y los consejos de administración recomiendan aceptar la oferta. En conjunto, la operación arroja una valoración en Bolsa de casi 25.000 millones de euros. Ambas compañías suman 4.700 millones de euros en ingresos (se colocarían como los primeros del mundo de su sector) y tendrán en su seno a 3.283 empresas cotizadas. La unión de LSE y Deutsche Börse debe ser aprobada por las autoridades europeas de defensa de la competencia y por los accionistas de ambas empresas. La operación debería cerrarse, según los cálculos del operador germano, “a finales de este año o en el primer trimestre de 2017”. Kengeter asegura que el plan de fusión con la Bolsa de Londres es una toma de posición contra la salida de Reino Unido de la UE. “La fusión con Londres es una declaración contra el brexit”.
Nacido en Alemania (Heilbronn, 1967), Carsten Kengeter se licenció en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Middlesex (1991) y tras haber obtenido un máster en Finanzas y Contabilidad por la London School of Economics (1992), se incorporó a Goldman Sachs en 1997 y logró convertirse en socio a los 33 años. Posteriormente se unió en 1997 a Goldman Sachs en la sede de Fráncfort, donde empezó como socio y director dedicándose a las fusiones y adquisiciones de empresas (M&A). Tres años después, le trasladaron a la sede de Londres y asumió el cargo de jefe de negocios de Europa y Asia en el área de deuda estructurada y dos años más tarde asumió el cargo de jefe de renta fija, responsabilizándose de las divisas, bonos, materias primas y de la estructuración de ventas en Europa. El hecho de haber trabajado con Asia hizo que en 2004 le destinaran a la sede de Hong Kong, donde estuvo de codirector de la Bolsa de valores cuatro años y donde adquirió grandes experiencias. Tras 11 años en Goldman Sachs, se dio cuenta de que trabajar en M&A no iba a proporcionarle la proyección que deseaba. “Empecé en M&A pensando que era la pasión de mi vida, pero con los años comprobé que no. ¡Yo no era Michael Douglas!” afirma. Su vida cambió en 2008 cuando le ofrecieron ser jefe de banca de inversión de UBS en Zúrich, una entidad bancaria con una historia de más de 150 años. A partir de 2010, se asentó en la sede de Londres y desde entonces tuvo claro que era la ciudad donde querría pasar el resto de su vida.
Durante sus primeros años en la capital británica, a Kengeter le gustaba llegar todos los días a la oficina a las 7.00 para no tener que trabajar los fines de semana. Aparte de ser un apasionado de su profesión, el CEO de Deutsche Börse disfruta de practicar dos de sus grandes aficiones deportivas: correr en maratones y participar en competiciones de esquí. “En mi profesión es difícil compaginar el tiempo libre con el trabajo, así que siempre intento tener disponible los fines de semana”, recalca. Tras dejar UBS en 2013 y sabiendo ya que iba a ser el nuevo CEO de Deutsche Börse, Kengeter decidió hacer un breve paréntesis en su carrera para comenzar a impartir clases de Finanzas en la London School of Economics. Gracias a esa pausa, aprendió que “antes de dar el gran paso en tu vida profesional hay que atreverse a realizar algún movimiento de transición”, que se ha convertido en uno de sus grandes consejos. Desde que fue nombrado CEO de Deutsche Börse trabaja la mitad de los días en Fráncfort y la otra mitad desde su casa, ubicada en el oeste de la capital inglesa, para poder pasar más tiempo con su mujer y sus tres hijos adolescentes. A pesar de residir en Londres, se desplaza los días festivos a la finca que su familia tiene cerca de Hannover (Alemania) para poder desconectar del ajetreo que vive en su trabajo. Durante el tiempo en que trabajó para Goldman Sachs en Hong Kong, se enamoró del yoga y del nei gong, un arte marcial antiguo que promueve la fuerza interna y que desde entonces practica con frecuencia. Este alemán, que cree apasionadamente en la lógica económica de la futura fusión con la Bolsa de Londres, ha confesado que le preocupa transmitir la imagen que dio Werner Seifert, su antecesor en Deutsche Börse, etiquetado en Reino Unido como un invasor agresivo cuando intentó comprar sin éxito la LSE hace una década. En esta ocasión, el CEO de Deutsche Börse cuenta con mucho respaldo debido a su larga trayectoria profesional en este sector, a su experiencia internacional y a haber residido la mitad de su vida en el Reino Unido. La función que tiene en Deutsche Börse le ha proporcionado la plataforma ideal para utilizar su profundo conocimiento de la negociación y combinarlo con el tipo de liderazgo al que siempre ha aspirado. Carsten Kengeter está convencido de que la fusión con la LSE va a ser el próximo paso vital para el futuro de Europa. “Se trata de fortalecer el pensamiento europeo, el proyecto europeo mediante una actuación previsora”, asegura este alemán anglófilo. “Es importante que permanezca en Europa una infraestructura de mercados financieros que no aterrice en otro sitio y por ello es el momento adecuado para hacer esta transacción”. De él depende en gran medida el éxito de ese proyecto.