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Columna
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El Súper Domingo no acaba con Merkel

El gran ganador del Súper Domingo de Alemania fue el populismo. El partido de derechas Alternative fuer Deutschland (AFD) obtuvo resultados de dos dígitos en los tres estados en los que se celebraron elecciones el 13 de marzo, aunque no gobernará en ninguno de ellos. Por otra parte, el apoyo a la coalición de gobierno de Angela Merkel cae rápidamente. Parece, por tanto, un golpe contra el tolerante enfoque de Merkel hasta ahora con respecto a la enorme afluencia de inmigrantes que han entrado en Alemania desde Siria y más allá.

Sin embargo, yendo un poco más allá hay algunos mensajes más reconfortantes. En primer lugar, los principales líderes todavía atraen a los votantes. En Baden-Wuerttemberg, los Verdes se convirtió en el partido principal en un parlamento regional por primera vez en la historia de Alemania, a pesar de que su líder regional Winfried Kretschmann respalda la política migratoria de Merkel. En Renania-Palatinado, el popular gobernador del Partido Socialdemócrata (SPD) Malu Dreyer –que también apoya la postura de Merkel– amplió su ventaja sobre un rival menos favorable a la inmigración del propio partido de Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU).

Los últimos sondeos indican que la satisfacción de los votantes con la canciller empieza a mejorar

Para la mayoría de los votantes alemanes, las personalidades importan más que las afiliaciones a partidos. Puede que eso ayude a Angela Merkel a mantener a raya a los críticos internos de su partido, que carece de cualquier alternativa creíble a la canciller. Ella también tiene tiempo: las elecciones federales no están previstas hasta la segunda mitad de 2017.

Por otra parte, los últimos sondeos de opinión indican que la satisfacción de los votantes con la canciller empieza a mejorar de nuevo. Merkel aún posee un gran capital político que será mayor si puede reducir el número de refugiados que entran en Alemania –ya sea cerrando el acuerdo con Turquía que se esbozó el 7 de marzo o, en caso de que eso fallara, cerrando con el tiempo la frontera del país–. Tras la dolorosa derrota en el Súper Domingo alemán, Merkel está a la baja, pero no fuera.

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