¿Seguirá Draghi los pasos del Banco de Japón y aplicará tipos negativos escalonados?
Si hay una medida que pueda tomar hoy el Banco Central Europeo (BCE) que los inversores dan por descontada, esa es la rebaja adicional de la facilidad de depósito. Es decir, se prevé que Mario Draghi incremente la cuantía que los bancos tienen que pagar al BCE por dejar su dinero en la hucha de la institución. En la reunión de diciembre recortó la tasa al -0,3% y, según las estimaciones de las casas de análisis, hoy podría situarla en el -0,4%.
Esta medida, que tiene por objeto estimular la concesión del crédito, no llega en el mejor momento para el sector bancario. Y es que en un entorno de tipos a cero como el actual, la banca encuentra numerosos obstáculos para obtener ingresos y rentabilidades.
Un nuevo recorte de las tasas de depósito supondría una presión adicional a los márgenes bancarios. Ante esta situación, han comenzado a surgir rumores que apuntan a la posibilidad de que la institución encargada de la estabilidad de los precios en la eurozona siga los pasos del Banco de Japón (BoJ) y establezca tipos diferenciados en función de las cantidades como “medida amortiguadora”, afirma Carolina Morcos, analista de Renta 4.
La institución nipona dispone de tres tramos: aplica un interés del 0,1% a las reservas bancarias, un 0% para el exceso de reservas generado dentro de las exigencias del programa para estimular el crédito, y cobra un 0,1% a los bancos por el exceso de liquidez depositado que supere la suma de los dos anteriores.
Los banqueros de la zona euro, por su parte, se muestran pesimistas y avisan, en declaraciones a Bloomberg, que unos tipos de depósito aún más negativos "amenazan el tradicional modelo bancario de proteger los depósitos y cobrar intereses por los préstamos".
A través del interés que el BCE cobra a los bancos por los depósitos, la institución busca reducir los costes de endeudamiento del mercado y fomentar el crédito. El problema de la banca es que no pueden trasladar fácilmente ese coste a los clientes por el temor a que haya una fuga de depósitos, que son una fuente crucial de financiación para las entidades. "Poner las esperanzas en las tasas negativas tiene que acabar", afirma Wolfgang Kirsch, director general de la alemana DZ Bank AG. "Hay que tener en cuenta lo que supone para la industria financiera", apunta.
"Los márgenes de los bancos se están exprimiento, por lo que las entidades tienen que encontrar maneras de sortear esas tasas negativas", dijo Lorenzo Bini Smaghi, presidente de Société Générale, en una entrevista a la televisión de Bloomberg el martes.
Para el caso europeo, Marc Craquelin, director de gestión de activos de La Financière de l’Echiquier, cree que el tipo gradual podría compensar algunas de las consecuencias negativas directas para los bancos, los cuales están obligados actualmente a mantener activos líquidos (entre los cuales se encuentran los depósitos a los bancos centrales), mientras afrontan una combinación de endurecimiento de las restricciones de capital y la menor demanda de créditos.
Con esta estrategia, Draghi daría un pasó más en la flexibilización de su política monetaria ante las bajas expectativas de inflación, a la vez que limita el castigo a las entidades.