¿Qué esperan los analistas de la reunión del BCE?
El minirally que había permitido al Ibex 35 recuperar un 13% desde los mínimos anuales que registró el 11 de febrero, cuando cerró en 7.746 puntos, se ha dado de bruces hoy con la prudencia de los inversores ante la proximidad de una de las citas clave para el futuro a corto plazo: la reunión del Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves 10 de marzo.
Si en los últimos días la mejora de las Bolsas respondía al buen comportamiento del petróleo y otras materias primas, ya que los inversores celebraban que los precios del crudo recuperaran posiciones (el precio del oro negro ha subido más de un 30% desde los mínimos de 26 dólares barril, hasta rozar ya los 40 dólares), hoy el mercado pliega velas ante la difícil tesitura que se le presenta a la institución presidida por Mario Draghi: lanzar más artillería sin decepcionar a unos mercados que se muestran muy exigentes al dudar de la efectividad de las medidas.
Por otro lado, los analistas piensan que el rally de las tres últimas semanas tiene ya poco recorrido, "sobre todo a la vista de los resultados empresariales del cuarto trimestre de 2015, que han dejado un sabor agridulce, con un claro deterioro de los beneficios en casi todos los sectores. Por ello, si realmente el BCE hace que las Bolsas se disparen, será probablemente un buen momento para aligerar posiciones", sostiene Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4.
Los analistas advierten que los mercados ya han descontado nuevas medidas por parte de la institución, pero el riesgo esta vez es si Mario Draghi será capaz de cumplir las elevadas expectativas que se han ido creando y si logrará acallar las voces que aseguran que los bancos centrales han perdido su habilidad de apuntalar la economía y servir de red de salvación para los mercados.
La mayoría de los analistas están convencidos de que el BCE volverá a bajar los tipos de depósito, situándolos aún más en negativo (hasta el -0,4%/-0,5%). Pero además se espera otro tipo de artillería en forma de un aumento del volumen de deuda que compra mensualmente (en 10.000 o 15.000 millones de euros más sobre los 60.000 millones actuales), extensión del plazo de las compras (más allá de marzo de 2017) y/o ampliación del tipo de activos a adquirir (QE corporativo).
Para Félix González, de Capitalia Familiar (EAFI), la decepción que sufrió el mercado en diciembre por el BCE "dejó a los mercados desnudos y llenos de incertidumbre", de modo que espera que la autoridad monetaria "debe actuar de forma contundente en marzo". González considera que Draghi "todavía tiene mucha munición", pero no tanto por el tipo de medidas que tome,que básicamente se basan en la expansión del balance del BCE, sino "en cuanto a la intensidad de las compras de deuda".
“Los bancos centrales siguen apoyando, aunque hay que comprobar su capacidad para estabilizar los mercados y evitar que el riesgo de recesión se convierta en una profecía autocumplida”, destaca un informe de Natalia Aguirre, directora de análisis Renta 4, donde apuestan por reducir el riesgo inversor de cara al BCE del próximo jueves. “En caso de incumplir las expectativas, la reacción al BCE será de tomas de beneficios en Bolsa, por lo que reducimos exposición a renta variable y/o adoptamos un perfil más conservador en carteras”, señala la firma.
“De “quedarse corto” el BCE, podríamos asistir a una nueva corrección de los mercados de valores de la región, que arrastrarían, como ya pasó en diciembre, al resto de principales bolsas mundiales. Es por ello que consideramos que el BCE tiene una muy complicada “papeleta” en esta ocasión ya que el mercado espera nuevas medidas aunque los inversores dudan de que éstas, aunque se implementen, vayan a funcionar”, sostienen en Link Securities. “Es por ello que creemos que no sería una mala opción aprovechar las recientes alzas de los mercados de valores europeos para realizar algunas tomas de beneficios”, aseguran.