Fitch saca a Bankia de la consideración de ‘bono basura’
El anuncio que hizo Bankia hace ahora una semana de que compensará a los ciudadanos que apoyaron la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de acciones de su salida a Bolsa devolviéndoles el 100% de su inversión más un 1% de interés, despeja en buena medida uno de los mayores frentes judiciales de la entidad.
Así lo demostró el hecho de que 28.300 accionistas –de los cerca de 200.000 potenciales beneficiarios– se acogieran al plan el primer día en que entró en vigor, renunciando a litigar por su dinero, y así lo constató este martes la a agencia de calificación de riesgos Fitch, que destacó el éxito del plan para justificar en parte la primera subida de nota a Bankia desde su rescate.
En concreto, la agencia crediticia anunció que eleva en un escalón el rating de la deuda a largo plazo de la entidad financiera, que pasa desde BB+ a -BBB. Aunque el salto a esta suerte de “aprobado bajo” puede parecer escaso, el movimiento es todo un hito para la firma que preside José Ignacio Goirigolzarri.
Por un doble motivo. De un lado porque desde que fuera intervenida en 2012, y rescatada con 22.500 millones de euros públicos, Fitch nunca había ido tan lejos a la hora de reconocer la mejora de la situación de la entidad. De otro, porque el incremento del rating aprobado para a Bankia saca a la entidad de la lista negra de emisores de los llamados “bonos basura”.
De esta forma, las emisiones de la entidad vuelven a situarse por encima del denominado “grado de inversión”, lo que permitirá que un mayor número de inversores tenga permiso para adquirir sus títulos (determinados actores del mercado tienen limitados sus objetivos de inversión a un determinado nivel de seguridad) y terminará abaratando el coste de financiación de Bankia.
En su análisis, la agencia de calificación crediticia elogia entre otras cosas la fortaleza de capital del banco nacionalizado, así como el hecho de que cuente con un volumen de activos problemáticos más manejable tras su plan de reestructuración, o que haya mejorado su posición de liquidez y reducido sensiblemente su tasa de morosidad.
Entre estos logros, sin embargo, Fitch subraya el hecho de que la entidad haya logrado mitigar mediante la realización de fuertes provisiones los riesgos asociados a los litigios que tiene pendientes por la venta de valores híbridos (participaciones preferentes y deuda subordinada) a particulares, la aplicación de cláusulas suelo en su cartera hipotecaria o su salida a Bolsa.
En este último plano, tras provisionar un total de 1.840 millones de euros para afrontar las sentencias adversas que preveía seguir sufriendo por vía judicial, y después de que el Tribunal Supremo fallara a favor de varios de los accionistas minoritarios que acudió a Bolsa, Bankia ha puesto en marcha una solución extrajudicial que espera que le ahorre unos 400 millones de euros en tipos de interés compensatorios. Medida que parece haber agradado a la agencia crediticia.
En paralelo, la calificación concedida por Fitch a la matriz del grupo, Banco Financiero y de Ahorro (BFA), también ha sido elevado, en este caso hasta BB+, con lo que queda a un solo escalón de volver al grado de inversión.
Perspectiva positiva en CaixaBank y Popular
En paralelo a la mejora de la nota de Bankia, Fitch comunicó que ha decidido confirmar la nota de CaixaBank y Banco Popular, aunque entre ellas existe una importante brecha, puesto que la deuda de la entidad catalana está calificada con un aprobado o BBB, mientras que la de Banco Popular sigue sumida varios escalones en el bono basura, con un BB-.
La buena noticia para ambas entidades es que la perspectiva a futuro es positiva, lo que abre la puerta a que Fitch eleve sus notas en un futuro próximo. La revisión de Fitch llegó un día después de que Moody’s rebajara de positiva a estable la perspectiva sobre el Banco Santander, así como la deuda emitida con aval del Estado de CAM (hoy integrada en Sabadell), y la de la matriz de Bankia, BFA.