Quién gana y quién pierde con los tipos cero
Rentabilidades en los depósitos de dos dígitos y tipos de interés en las hipotecas del 7%. No ha pasado tanto tiempo desde que las entidades financieras desataran una auténtica guerra del pasivo para captar nuevos clientes a través de los depósitos extratipados. Algunas entidades como Caja Madrid o Bankinter llegaron a pagar a sus clientes un 10% y hasta un 11% de interés en un depósito a un mes. Por esa misma época, el euríbor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas que se conceden en España, llegó a marcar una cota histórica del 5,6% en 2008. Mucho ha llovido desde entonces y las remuneraciones de los depósitos son ahora casi nulas e incluso el euríbor logró a mediados de febrero entrar en negativo en su media mensual.
“Los actuales tipos de interés muy bajos e incluso negativos benefician a quien está endeudado y perjudican a los ahorradores. Estimula e incentiva a endeudarse y desincentiva a ahorrar”, recuerda María Jesús Fernández, investigadora de FUNCAS. Los tipos traspasaron la barrera del 0% cuando en 2014 el Banco Central Europeo (BCE) llevó a negativa la tasa de los depositos, que ya se sitúa en el -0,30% tras el último recorte aplicado por la autoridad monetaria presidida por Mario Draghi el pasado diciembre, con el objetivo de que las entidades financieras, ante ese mayor coste de depositar sus excedentes de liquidez en el BCE, perciban como alternativa más atractiva la concesión de crédito.
Cuando los bancos centrales no solo no remuneran las cantidades depositadas en ellos, sino que cobran, provocan un efecto en cadena de tipos negativos. De hecho, en Europa ya hay varios que aplican tasas negativas al dinero que las entidades dejan aparcado. La facilidad de depósito del banco central sueco está en el –1,10%; la que aplica Suiza, en el –0,75%, y la de Dinamarca, en el –0,65%. Todos ellos superiores a los del BCE.
“El mercado descuenta nuevas medidas expansivas del BCE. Y es más que probable que una de ellas sea precisamente una reducción de nuevo del tipo de depósito de la banca. Nosotros esperamos que sea de 10 puntos básicos hasta –0,4%. Pero también prevemos un aumento de la compra de activos”, explica José Luis Martínez, estratega de Citi en España.
Por su parte, Manuel Villalba, director de renta fija de GVCGaesco, explica que con estas medidas, “la idea es evitar que se pase de una desinflación a una deflación, ya que esta última puede generar una larga recesión como fue el caso de Japón desde el año 1989, cuando explotó la burbuja inmobilaria”.
1- HIPOTECADOS. Rebajas en sus cuotas
Los primeros beneficiados de unos tipos de interés ultrabajos son los hogares y empresas que están hipotecados, ya que su carga financiera es menor. La caída en picado que presenta el euríbor a 12 meses desde hace ya tres años ha rebajado notablemente las cuotas a pagar en las hipotecas referenciadas a ese indicador, que son la mayoría en España (más del 90%). Y está por ver si el euríbor terminará este mes de febrero con una tasa media negativa por primera vez en la historia, lo que seguirá favoreciendo los bolsillos de aquellos que revisen su préstamo. No obstante, los expertos advierten que el margen de rebajas es cada vez menor.
Desde XTB, Jaime Díez, señala que “la previsión es que las nuevas revisiones sigan la tónica de los últimos meses y sean a la baja junto con la caída del euríbor. Sin embargo, estas caídas ya no serán tan cuantiosas y no supondrán un notable beneficio entre los hipotecados”. El experto explica que “al haberse producido ya la mayor parte de la caída, las próximas tendrán un impacto menor, puesto que la diferencia, por ejemplo, entre pagar un 0,01% y un 0,008% es muy pequeña y si adicionalmente sumamos un diferencial fijo, la cantidad reducida tiene menor relevancia”. No obstande, matiza que “cualquier caída es positiva para familias y empresas al darles una mayor renta disponible y reducir sus costes financieros”.
Cabe recordar que no todos los hipotecados se llevan una alegría cuando baja el euríbor, dado que algunos préstamos contratados hace años tienen cláusulas suelo que impiden pagar menos. Y, además, algunos bancos han comenzado a protegerse contra el euríbor en negativo con nuevas cláusulas de tipos cero, de manera que aunque el euríbor más el diferencial arroje un interés negativo, el tipo aplicable nunca será inferior al 0%.
2- CONSUMO. Más dinero para gastar
Con unos tipos de interés prácticamente nulos y unas hipotecas más baratas, la renta disponible de las familias crece y, teóricamente, tienen un dinero extra todos los meses para destinar al consumo y se dinamiza la economía. Eso, siempre que se mantengan los salarios y no haya deflación. Y es que una baja inflación eleva los tipos de interés reales (descontado el efecto de los precios), lo que tiene consecuencias negativas para los que están más endeudados, debido a que el coste de la deuda no baja. Además, puede que los hogares decidan ahorrar en vez de gastar más. Con todo, la renta nacional disponible neta aumentó en el año 2015 hasta 882.8056 millones de euros, aproximadamente un 4% más.
3- ESTADO Y EMPRESAS. Financiación más accesible
“Nunca hubiéramos imaginado que íbamos a pagar al Estado para que nos guarde el dinero, que es lo que ocurre cuando financiamos al Estado a través de la inversión en letras del Tesoro”. Con estas palabras, Valero Penón, director general de Ibercaja Gestión, destaca un hecho insólito que viene sucediendo en las últimas colocaciones y que sitúa al Estado en el grupo de los beneficiados por unos tipos bajos junto con empresas, demandantes de financiación.El experto explica que “ya desde hace años, las empresas, igualmente grandes empresas que utilizan principalmente el canal de financiación de los mercados de capitales, como las pequeñas, que utilizan principalmente el canal bancario, tienen unos tipos de financiación más bajos que nunca en la historia”.
4- PENSIONISTAS. Intereses reducidos
Los pensionistas se colocan en el lado de los penalizados, ya que los intereses que producen sus inversiones, por lo general de renta fija, acumuladas durante su vida se ven reducidos en gran medida. “También sufren fondos de pensiones y compañías de seguros, ya que suelen estar muy invertidos en papel a largo plazo, bonos del gobierno y cedulas hipotecarias, que hoy ofrecen menor rentabilidad y han encarecido su precio”, recuerda el director general de renta fija de GVCGaesco. En este sentido, Gomez Bada, de Advantage Fuds, subrayan que “si los tipos a los que deben renovar sus inversiones son menores a lo estimado, perderán dinero con las operaciones concedidas en el pasado porque no se alcanzará la rentabilidad prevista”.
5- BANCOS. Aprender a vivir con tipos bajos
Ya lo advertía el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ante sus accionistas en 2015: los bajos tipos de interés “está creando una situación temporal nueva y difícil, que plantea algunas dificultades de gestión para los bancos”. Y es que los tipos nominales de interés tan bajos en todo el mundo estrechan los márgenes de intermediación de la banca. Sin embargo, los expertos se resisten a incluir a los bancos en el grupo de perjudicados. Álvaro García-Capelo, analista de XTB, destaca que algunos bancos comerciales se las ingenian para captar capitales de empresas con recursos excedentes de tesorería con la creación de nuevos productos o su colocación en repos, activos respaldados de bajo riesgo y rentabilidad”.
6- AHORRO CONSERVADOR. El depósito, en horas bajas
El depósito, producto estrella por excelencia no hace tantos años gracias a la batalla campal que mantenían las entidades por captar pasivo, no atraviesa por su mejor momento. Y es que en los últimos años ha habido un goteo a la baja de las rentabilidades que han venido pagando los bancos hasta quedarse más cerca del cero, debido a la política de bajos tipos de interés puesta en marcha por el BCE. El ahorrador conservador, al que van dirigidos estos productos sin riesgo, es el gran daminificado por este entorno. Álvaro García-Capelo, analista de XTB, dice que “desde hace tiempo, los ahorradores son conscientes de que sus depósitos no va a rendir prácticamente, lo que hará de manera indirecta que los inversores acudan a activos más rentables, aunque eso sí más arriesgados”.
Y es que, en la actualidad, rentabilizar el ahorro en productos sin riesgo se ha convertido en misión imposible. En este sentido, Valero Penón, director general de Ibercaja Gestión, considera que “con los depósitos bancarios tendentes a cero y los activos de deuda pública a corto plazo en terreno negativo, el ahorrador con un perfil conservador está abocado a unos rendimientos mínimos”.
Desde la gestora aragonesa, el experto cree que el ahorrador que aspire a rendimientos de entre el 2% y el 3%, considerados normales hace unos años en activos de muy bajo riesgo, “implica necesariamente asumir mayor riesgo, bien alargando de forma importante los plazos de inversión (bono a diez años español ofrece el 1,7%TAE), bien invirtiendo en renta fija high yield con un mayor riesgo o diversificando hacia los mercados de renta variable con una visión de medio plazo”.
Por su parte, Juan Gómez Bada, director de Inversiones de Avantage Fund , considera que, ante la falta de alternativas razonables y la ausencia de inflación, muchos ahorradores conservadores decidirán dejar el dinero inactivo lo que supondrá que habrá menor canalización del ahorro hacia la inversión.r su
El comodín de los bancos centrales
Lo que sí es cierto es que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se ha visto obligada a rebajar sus intenciones sobre los tipos de interés por las preocupaciones sobre el crecimiento de la economía y la volatilidad de los mercados, de manera que las últimas actas reflejan que la próxima subida se aplaza en el tiempo. Así, en opinión de Campuzano, “los tipos de interés nulos o incluso negativos han llegado para quedarse durante un largo periodo de tiempo”, y considera que, con el cambio de hoja de ruta de la Fed, “todo será mucho más complicado a la hora de pronosticas ese futuro momento de volver a subir los tipos”.