Lucha por atraer 6.800 millones en fondos garantizados
137 fondos de inversión garantizados vencen este año y no pueden ser renovados La banca intenta retener este dinero, derivándolo a fondos de renta fija mixta
La época de los fondos garantizados va tocando a su fin. Este tipo de fondo de inversión vivió su máximo apogeo durante los ejercicios 2010 y 2011, cuando llegó a acumular más de 52.000 millones de euros y atrajo a dos millones de partícipes. La ecuación era sencilla:las administraciones públicas necesitaban financiarse a toda costa, y emitieron cantidades ingentes de deuda, a tipos de interés muy atractivos (entre el 3% y el 6%, según el plazo).
En este entorno, las gestoras diseñaron fondos que permitían alcanzar un determinado nivel de rentabilidad, asumiendo pocos riesgos.
Caída del 44% en el patrimonio
La categoría de los fondos garantizados llegó a ser en 2011 la familia que más patrimonio acumulaba del conjunto de fondos de inversión, con más de 52.000 millones de euros. En los años previos a la crisis financiera internacional (con los precios de algunos activos muy inflados), se llegó a rozar un volumen agregado de 60.000 millones.
A partir del ejercicio 2012, con la progresiva normalización de los precios de la renta fija, la categoría empezó a perder atractivo. Los inversores, aprovechando la neutralidad fiscal de los traspasos entre diferentes fondos de inversión, fueron saliendo de esta categoría, y recalando primero en fondos de rentabilidad objetivo, y luego en fondos de renta fija mixta.
Aunque han salido miles de millones de euros de fondos garantizados, aún siguen quedando 23.300 millones de euros en esta tipología de productos de inversión, de acuerdo con los datos de cierre de 2015 de Inverco. Es un 44% menos que en 2011.
Durante años, las gestoras han ido renovando las garantías que ofrecía el producto cuando este llegaba a su vencimiento, para evitar que los partícipes se marcharan. Sin embargo, los bajos tipos de interés de la renta fija apenas dejan margen para ofrecer rendimientos interesantes, y muchas de estas instituciones de inversión colectiva están siendo desmanteladas.
Cuatro años después el panorama es muy distinto. La época de los tipos cero ha llegado para quedarse. El Banco Central Europeo (BCE) no para de comprar deuda pública y más del 40% de los bonos soberanos en circulación ya ofrece rendimientos por debajo del 0%.
Los fondos garantizados ya no tienen espacio dentro de este contexto.
No obstante, la categoría tuvo tanto auge, que mantiene una fuerte inercia. A lo largo de 2016 habrá 137 fondos garantizados que vencerán. Su patrimonio supera ligeramente los 6.800 millones de euros, de acuerdo con datos facilitados por la firma Morningstar. Y las gestoras pelearán por captar o retener ese dinero.
Estas inversiones deberán buscar un nuevo destino a lo largo del ejercicio, puesto que los bancos ya no tienen la capacidad para construir carteras de activos de renta fija que permitan garantizar un nivel de rentabilidad atractivo para los inversores. Los rendimientos y cupones que ofrecen los bonos soberanos (e incluso los de deuda corporativa, los depósitos y los repos) apenas llegan para pagar las comisiones de gestión del fondo.
Dentro de los fondos garantizados que vencen en 2016, el que tiene una mayor dimensión es el Bankia Garantizado Rentas, con un patrimonio de más de 400 millones de euros. Este producto ofrece aún a los partícipes una renta trimestral del 1%, y la TAE garantizada para las participaciones suscritas antes de septiembre de 2011 es del 4,25%. La revalorización de los activos de renta fija de los dos últimos años ha hecho que el valor liquidativo del fondo se haya ido ajustando, y durante el pasado ejercicio el fondo ofreció una rentabilidad negativa del -0,6%.
Salida de dinero de la categoría
La retirada de dinero de la categoría de fondos garantizados ha sido constante en los últimos tres ejercicios. Durante el año 2015, esta familia registró salidas netas por un importe de 5.875 millones de euros, de acuerdo con datos facilitados por Inverco, la asociación que agrupa a las gestoras de fondos.
El declinar de esta categoría ha ido en paralelo al de otros tipos de fondos ligados a la evolución de los bonos, como es el caso de los fondos de rentabilidad objetivo (de donde salieron más de 5.500 millones de euros durante el pasado ejercicio) o los fondos de renta fija a corto plazo (con cerca de 6.000 millones de retiradas).
La mayor parte del dinero que huye de las bajas rentabilidades y las malas perspectivas de la deuda está recalando en fondos mixtos, que destinan una parte de sus activos a inversiones en Bolsa, para tratar de obtener mejores rendimientos.