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Recupera un 2,39% el miércoles y reduce las pérdidas anuales

El Ibex encara el cierre del año por encima de los 9.600 puntos

Una mujer comprueba la evolución de la bolsa de Shangái en Pekín (China).
Una mujer comprueba la evolución de la bolsa de Shangái en Pekín (China). EFE

El Ibex 35encara el cierre del año sumido en la misma indefinición en la que ha quedado el panorama político español tras el resultado de las Elecciones Generales del pasado 20D.

Aunque el temor a la ingobernabilidad que surgió de las urnas llevó al selectivo a ceder un 3,62% el lunes, la inquietud amainaba ya el martes hasta consentir un ascenso del 0,53% y el miércoles el selectivo ya se permitía saltar con alegría. En concreto, el índice cerró la sesión del miércoles con un alza del 2,39% que le permitió recuperar la cota de los 9.600 puntos y encarar la Nochebuena en los 9.641 puntos.

El buen cierre de Wall Street en la jornada anterior, así como el optimista despertar de las Bolsas asiáticas apoyaron un ambiente de compras en los parqués de toda Europa. Así, Londres se apuntó un alza del 2,60%, París subió el 2,34, Fráncfort se anotó un 2,28% más y Milán subió el 1,88%.

Mientras, el Ibex 35 enfilaba la Navidad con todo el panel en positivo –a excepción de CaixaBank que se dejó un 0,36%– y con los valores menos expuestos a las vicisitudes políticas aprovechando para liderar las subidas. Así, fuertes exportadoras como ArcelorMIttal o Acerinox aprovecharon el respiro que están dando estos días las materias primas, en un año de enorme volatilidad para el sector, para encabezar las subidas con incrementos del 10,19% y el 8,88% en la sesión, respectivamente.

La posibilidad de que el nuevo escenario político suavice los objetivos de déficit dio ciertas alas también a compañías como OHL, que se anotó un 4,05% más. El repunte del petróleo, que el miércoles se revalorizaba un 3% recuperando la cota de los 37 dólares por cada barril de Brent, sirvió de palanca de apoyo también para compañías como Repsol, que se alzó un 6,65%.

Con todo, aunque la falta de claridad en el panorama político no parece haber hecho de momento gran mella entre los inversores, el Ibex sí soporta sobre sus espaldas los vaivenes experimentados durante el año por las materias primas, el temor a una nueva recesión global que desató en verano la manifiesta debilidad de China o la decepción que supuso la última remesa de medidas de alivio del BCE a comienzos de mes.

Así las cosas, el selectivo bursátil español tiene una semana para salvar los muebles en lo que hoy por hoy sería su peor ejercicio desde 2011, cuando se dejó un 13%. De momento, el índice arrastra una caída del 6,21% en el ejercicio que tratará de mitigar en las pocas, de escasa actividad, y a veces incompletas, sesiones que restan del año.

“El Ibex cerrará el año en negativo seguro. Se tendría que producir la gran coalición entre PP y PSOE para que pudiera remontar. Para lo que queda de sesiones, diría que lo más normal es que no oscile más de un 3%”, expone Ignacio Cantos, analista de Atl Capital. “Después de esto, la sensación que te queda es un año perdido. La Bolsa española debería haberse comportado muchísimo mejor, pero los bancos pesan mucho y la política no ha ayudado...”, añade.

“De aquí a final de año va a pesar el tema de la incertidumbre política. Además, la última batería de medidas del BCE decepcionó y aunque sigue apoyando al mercado, este todavía no ha recuperado los niveles previos a aquella decisión”, apunta Nuria Álvarez, analista de Renta4.

“Se está viendo una volatilidad muy alta. En el Ibex podríamos pensar que ha pasado lo peor. Salvo que haya manifestaciones que perturben al mercado no debería irse mucho más arriba o abajo de lo que está”, destaca Victoria Torre, analista de Self Bank.

“Acabar en 9.500 puntos no sería descabellado. Al Ibex le quedan muy pocas sesiones y además son sesiones en las que normalmente hay menos volumen: hay compradores que no mueven la cartera en estos días de festividad”, explica, advirtiendo, eso sí, que este tipo de sesiones son también “muy erráticas” y unos pocos agentes pueden provocar grandes movimientos en el parqué.

Frente a este panorama, la prima de riesgo española encaró la sesión del miércoles prácticamente sin cambios, por debajo de los 120 puntos básicos.

Sin embargo, tras el desencuentro entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en su primera cita postelectoral para analizar posibles pactos, el bono terminó repuntando al 1,834% y, aunque el bund alemán también subió ligeramente, y la prima terminó superando la barrera de los 120 puntos básicos.

El euro, por su parte, vio rebajada su cotización durante la jornada para perder la cota de los 1,09 dólares y situarse en el entorno de los 1,087 billetes verdes por cada moneda común.

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