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Dónde deslizarse este invierno

Las diez mejores pistas de esquí

Val Thorens, Francia, es la estación más alta de Europa, a 2.300 metros Lech, Austria, solo permite 14.000 usuarios al día para evitar aglomeraciones y espera

Val Thorens, en Francia.
Val Thorens, en Francia.

La llegada del invierno y de las primeras grandes nevadas trae consigo el comienzo de la temporada de esquí. Muchos de los aficionados esperan ansiosos estas fechas para poder calzarse unos esquíes. Otros, sin embargo, en vez de estar a expensas de la llegada del frío, viajan durante todo el año en busca de las mejores pistas. Por su entorno, calidad de la nieve, instalaciones y servicios de après-ski, las mejores estaciones se encuentran en Francia, Suiza, Austria e Italia. Otros destinos como Canadá y España no deben, sin embargo, pasar inadvertidos.

Val Thorens. Perdida entre seis glaciares de los Alpes franceses, es la estación de esquí con mayor altitud de Europa, a más de 2.300 metros, por lo que su construcción, hace ya 40 años, fue muy laboriosa. Quizá por eso se valore más aún a este complejo turístico, con más de 600 kilómetros esquiables y pistas aptas para todos los públicos, desde los más inexpertos a los más veteranos. Amplia es su oferta también para los momentos posteriores al deporte. No faltan las excursiones con raquetas, en segway, en moto de nieve o en trineo tirado por perros. Su tirolina es, además, una de las más espectaculares del mundo, con un trayecto de dos minutos a casi 100 kilómetros por hora.

El complejo cuenta también con varios refugios de lujo aislados en la montaña, así como con spas y jacuzzis rodeados de nieve en los que bañarse al aire libre. Destaca su oferta gastronómica con productos típicos de la zona, con el restaurante Le Base Camp como principal exponente.

Inarpa & Resort, en la localidad francesa de Le Clusaz.
Inarpa & Resort, en la localidad francesa de Le Clusaz.

Zermatt. Al espectacular paisaje y al sosiego que desprende este pequeño enclave suizo, ha contribuido el propio pueblo. Zermatt, un cantón de menos de 5.000 habitantes, solo permite la circulación de coches eléctricos y de carruajes tirados por caballos.

Esta estación tiene tres dominios distintos conectados entre sí, con pistas de esquí de todos los niveles. A Sunnegga, que alberga circuitos de todo tipo, se accede a través de un funicular subterráneo. A Gornergrat, a unos 40 minutos del pueblo, se llega en tren, y el largo tiempo de trayecto se compensa con sus magníficas vistas. Para los esquiadores más cualificados, Zermatt reserva las pistas de Klein Matterhorn. Desde la propia localidad recomiendan a los usuarios no perderse las noches de luna llena, con subida nocturna a uno de sus picos más altos, cena en la cima, y descenso esquiando para volver al pueblo.

Verbier. Merece reservar al menos cinco días para poder llegar a deslizarse por todas las pistas de este complejo suizo. El hotel W Verbier ofrece 123 lujosas habitaciones (con precios a consultar) en las que hospedarse, además de dos restaurantes comandados por el chef español Sergi Arola.

Terraza del hotel El Lodge, frente a Sierra Nevada.
Terraza del hotel El Lodge, frente a Sierra Nevada.

Lech. Esta estación austriaca es una de las más elitistas de Europa; sin prisas, sin aglomeraciones y sin largas colas para poder acceder a las pistas. Por eso, el complejo tiene una norma básica: no más de 14.000 usuarios al día. Destacan el hotel Goldener Berg (desde 268€euros), que permite probar todos los restaurantes de la cadena. Es uno de los mejor equipados, con spas al aire libre. Sobresale, eso sí, su piscina climatizada, no solo por poder zambullirse entre un manto blanco, sino por sus espectaculares vistas. Los hoteles Alberg y Gasthof Post (ambos desde aproximadamente 450 euros la noche) son de los mejores de la localidad. Cuenta con pistas para todos los perfiles. Para los más inexpertos, el complejo cuenta además con una escuela de esquí de fama mundial.

Val Gardena. Es una de las estaciones más completas de las montañas italianas, tanto por sus pistas como por su patrimonio natural. Cuenta con 180 kilómetros esquiables que, si se unen a las estaciones cercanas, suman más de 1.200 kilómetros sobre los que poder deslizarse. Uno de los caminos más conocidos es Sella Ronda, una ruta circular que bordea el macizo montañoso del Sella.

Chamonix. El esquí transformó a este pequeño pueblo francés levantado en la falda del Mont Blanc, en una localidad de más de 10.000 habitantes. Cuenta con tres zonas de esquí, con varias pistas destinadas tanto a principiantes como a los más veteranos. El teleférico ofrece, además, unas vistas únicas del mayor pico de los Alpes. Para alojarse, el Auberge du Bois Prin, un pequeño hotel rural, o el complejo Inarpa & Resorts, con pequeñas y exclusivas casas de montaña.

Val d´Isere. La estación francesa forma parte del conocido Espace Killy, el que dicen que es el entorno más bonito en el que practicar este deporte. Tiene dos montañas principales: Solaise ofrece recorridos y laderas para principiantes, y Bellevarde está reservado para los esquiadores de élite. El alojamiento más conocido de este complejo es el Hotel & Spa Le Savoie, que como peculiaridad ofrece estancias en iglú y paseos en trineo con perros, además de spas al aire libre.

Saas Fee. Esta estación suiza levantada en la falda de la montaña que lleva su nombre, no destaca solo por sus pistas de esquí, sino también por su exclusivo servicio apres. Un spa con piscina ofrece tratamiento acuático al aire libre, además cuenta con un camino diseñado para pasear descalzo beneficiándose de las propiedades relajantes del agua.

Piscina en El Lodge, con vista a Sierra Nevada.
Piscina en El Lodge, con vista a Sierra Nevada.

Sierra Nevada. Una de las mejores montañas de España para esquiar, que da comienzo a la temporada este fin de semana. De entre todos los hoteles de la zona, El Lodge dedica gran parte de sus instalaciones al confort de sus huéspedes, con spa, masajes o piscinas climatizadas.

Mont Tremblant. Al otro lado del océano, en las montañas de Canadá, esta gran estación ocupa 600 hectáreas repartidas en 95 pistas. Frondosos bosques y extensos lagos abundan por la zona, por lo que las excursiones en trineo y el senderismo son obligatorios.

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