Guía optimista para valorar Telecom Italia
Los retos de Telecom Italia en el mercado interno y su elevada deuda podrían tener problemas para obtener una recomendación de compra incluso de Pangloss, el eterno optimista descrito por Voltaire. Pero los multimillonarios franceses Vicente Bolloré y Xavier Niel parecen ver en la compañía algo que vale la pena tener. Sus compras han hecho subir el precio de las acciones. Podrían ir un 50% más allá, aunque solo en el mejor de los mundos posibles.
El caso optimista para la compra de acciones de Telecom Italia (TI) se basa en una sacudida en sus dos mercados de Brasil e Italia. TI posee el 67% de TIM Brasil, lo que podría ser un buen partido con rivales domésticos como Oi, Telefónica Brasil o América Móvil. Barclays calcula que una fusión con Oi podría generar hasta 25.000 millones de reales (6.000 millones de euros) en sinergias, sobre la base del valor actual neto. Si TIM se puede vender totalmente en cinco veces el Ebitda en el que cotiza en el sector y extraer una prima que valga la mitad del valor de las sinergias, la participación de Telecom Italia podría valer 5.500 millones de euros.
Puede que el mejor de los escenarios posibles para la compañía no suceda o tarde mucho en llegar
Eso daría alcance a TI para invertir más de nuevo en la banda ancha de alta velocidad en Italia y así ayudar a comandar una valoración más alta para su negocio principal. Si suponemos que la división interna de TI merece un múltiplo cercano al de sus rivales europeos de cerca de siete veces su Ebitda de 2016, tendría un valor de 47.000 millones de euros, lo que sugiere que su patrimonio vale 28.000 millones de euros. Eso implicaría un valor por acción de 1,4 euros, frente a los 1,15 euros actuales.
Puede que el mejor de los escenarios posibles no suceda, o tarde mucho tiempo en llegar. Se ha hablado de la consolidación de Brasil durante años sin mucha acción. El mercado italiano puede permanecer deprimido. Las compras de Niel han provocado que las acciones de TI suban un 12% desde mediados de octubre. Una disposición panglossiana requiere mucho más que eso.