Detectar cardiopatías con dos gotas de sangre
El coste de este mecanismo está previsto que no supere los 3.000 euros
Diagnosticar patologías cardíacas en apenas diez minutos. Es el objetivo que se propone el proyecto emprendedor del Centro de Tecnología Nanofotónica (CTN) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). El mismo consiste en el desarrollo de un dispositivo portátil, que obtiene conclusiones utilizando únicamente dos gotas de sangre.
El objetivo de este dispositivo es, a juicio de Jaime García, coordinador del proyecto, facilitar la detección rápida, ultrasensible y simultánea de diversos biomarcadores cardíacos de relevancia, como varios tipos de troponinas o proteína C reactiva. Un hallazgo que según las palabras de este investigador se llevaría a cabo “sin utilizar marcadores” así como simultáneo.
De hecho, la iniciativa propone, en la práctica, que se puedan hacer análisis a una alta velocidad, de modo que cuando un paciente llegue a urgencias con un caso agudo “se puedan medir los marcadores adecuados para confirmar o descartar si está en riesgo de sufrir un problema cardíaco grave”, ha manifestado García.
En concreto, este mecanismo se basará en la combinación de dos conceptos nanotecnológicos avanzados, claves para obtener el sistema final compacto y de sensibilidad muy elevada, como son un sistema micro/nanofluídico, que separa, purifica y concentra los biomarcadores así como una técnica nanofotónica de sensado mediante la cual se alcanzarán límites de detección finales por debajo de 1 ng/L.
Precio asequible
En lo que respecta al precio de esta nueva tecnología, está pensado que el coste de producción de los chips que integran este sensor y de los sistemas que concentran y purifica sea inferior a tres euros. Del mismo modo, se calcula que el dispositivo de lectura esté a la venta a un precio no superior a 3.000 euros.
A juicio de sus responsables, se trata de unos aparatos “muy económicos” comparados con el tipo de equipos similares que se utilizan, a día de hoy en los hospitales. De hecho, está pensado que su uso ayude “significativamente” a implementar programas de cribado masivo, “con el consiguiente impacto en la gestión sanitaria y en la reducción del coste de los tratamientos”, ha advertido García.