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Por firmar acuerdos con sus distribuidores independientes

La CNMC abre un expediente sancionador contra Schweppes

Pablo Monge

La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) incoó ayer un expediente contra Schweppes España por la presunta firma de acuerdos con sus distribuidores independientes en España. El objetivo de dichos acuerdos habría sido prohibir la comercialización de productos de la marca no fabricados en España y, por tanto, “limitar las importaciones paralelas de estos productos”, informó en un comunicado el organismo presidido por José María Marín Quemada.

“Estas prácticas podrían ser contrarias al artículo 1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia (LDC) y al artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE)”, según explicaron fuentes de la CNMC.

El proceso sancionador se ha iniciado después de que la CNMC hubiera recibido una denuncia que refería estas actividades. El organismo comenzó entonces una información reservada para determinar las circunstancias que podían ser sancionadas. Gracias a la investigación, la CNMC observó “indicios racionales de la existencia de conductas prohibidas por la LDC y el TFUE” y decidió abrir un expediente sancionador.

Desde ayer se inició un periodo, que puede durar un máximo de 18 meses, para la instrucción del expediente y su resolución por el organismo público de competencia.

Hace un año, el grupo Orangina Schweppes, que comercializa en España marcas como Trina, Schweppes, La Casera o Sunny Delight, inició acciones judiciales contra Coca Cola, responsable de la tónica Schweppes que se vende en Reino Unido y que comenzó a llegar a España.

A principios de 2014 la policía incautó en Pontevedra y Córdoba 45.000 botellines de tónica Schweppes fabricados en las islas británicas y, meses después, el Juzgado Mercantil Número 1 de La Coruña prohibió la comercialización España de estos productos. “El derecho de propiedad de marca es superior al derecho de la libre circulación de mercancías”, afirmó por entonces Ignacio Silva, consejero delegado de Orangina Schweppes en España.

Los distribuidores de la tónica británica en España obtenían un beneficio por la fluctuación de la libra respecto al euro y por el hecho de que la fabricación del producto inglés fuera más barata que la del española.

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