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La filial de ‘carsharing’ de Daimler llegará a 60 ciudades europeas

Car2Go atraviesa Madrid con 500 coches eléctricos compartidos

Antes de finales de año, la empresa desembarcará en Madrid con 500 coches eléctricos del modelo Smart Fortwo

Modelos Smart ForTwo de Car2Go aparcados en un garaje alemán.
Modelos Smart ForTwo de Car2Go aparcados en un garaje alemán.

Usted vive en Madrid y no tiene coche (ni intención de tenerlo). O quizá necesitaría en ocasiones un segundo vehículo para traslados puntuales por el casco urbano cuyo mantenimiento diario se le sale del presupuesto. A por este público, cada vez más habitual en las grandes capitales con buena red de transporte público, se dirige Car2Go, la filial de Daimler que proporciona servicios de alquiler ya en 30 ciudades en ocho países del mundo. Antes de finales de año, la empresa desembarcará en Madrid con 500 coches eléctricos del modelo Smart Fortwo, que se podrán utilizar dentro de una zona del centro de Madrid, aún por precisar, según contó Thomas Beerman, director general de Car2Go a Cinco Días en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort.

La empresa está cerrando los detalles para su llegada a Madrid antes de final de año. Junto con España, Car2Go aspira a llegar a China en 2015. “Madrid será el primer paso en la evolución de nuestro modelo de operación de vehículos eléctricos en sistemas de alquiler. En función de cómo lo desarrollemos, podremos llegar, a medio plazo, a unas 60 ciudades europeas en todos los mercados grandes”, detalla Beerman. La empresa ya opera flotas exclusivamente eléctricas, como la que llega a Madrid, en Amsterdam, Stuttgart y San Diego.

El servicio se cobra por minutos de uso, aunque el precio definitivo aún está por fijarse

Car2Go no se parece a un sistema de alquiler de vehículos tradicional. Para empezar, los coches se van a encontrar en cualquier calle, dispersos dentro del radio de operación de la empresa en Madrid. No hay que ir a buscarlos a un determinado garaje. A través de una aplicación en el móvil, el usuario se registra y busca por geolocalización los vehículos más cercanos a su punto de salida. El cliente reserva en ese momento y al llegar al automóvil, abre y arranca el coche solo acercando la aplicación del smartphone a una pantalla situada detrás de la luna, que funciona como llave.

Con su Smart eléctrico, el cliente conduce hasta su destino y una vez allí (siempre y cuando esté dentro de la zona aprobada), aparcará el coche, lo cerrará con la aplicación y podrá marcharse. No tiene que hacer absolutamente nada más. Del resto, se encarga la empresa.

¿Cómo y cuándo se paga entonces? El servicio se cobra por minutos de uso, aunque el precio definitivo aún está por fijarse. Al cerrar el coche, la aplicación calcula el tiempo y la tarifa correspondiente. “Pero esto no se puede hacer si el automóvil se aparca fuera de la zona establecida”, avisa Beerman. Si uno se sale de este área, tendrá que volver a aparcar el vehículo dentro del radio para concluir el alquiler. El servicio le cobrará todo ese tiempo de uso. “Está pensado como alquiler punto a punto dentro de la zona escogida”, detalla el director de Car2Go.

“La densidad de población y el tipo de ciudad que es Madrid, junto con la positiva legislación que tiene para los coches eléctricos la hacen idónea para nuestra primera entrada en España”, detalla Beerman. El directivo se refiere a que estos vehículos, por ser eléctricos, no pagan por aparcar en las zonas verdes y azules de la capital, que gravan el aparcamiento en la zona de Madrid interior a la M30. Además, pueden entrar en las áreas de prioridad residencial como son Embajadores, Las Letras y Ópera.

Beerman estima que podrán incrementar la flota cuando puedan ofrecer su servicio en un área mayor de la inicialmente escogida, si bien este incremento del servicio no se dará “en los seis o 12 primeros meses de operación”. “Tenemos que hacer sostenible la operativa antes de crecer”, afirma. También será el siguiente paso de estudio la posibilidad de incrementar la variedad de modelos para alquilar.

Alquiler de enchufes municipales

Al cliente no le gusta cargar el vehículo eléctrico”, asume Thomas Beerman. El responsable de Car2Go sabe, gracias a distintos estudios de mercado que han hecho en las ciudades en las que operan, que su cliente “está muy satisfecho del servicio y de la conducción del coche pero no quiere cargarlo, lo considera una pérdida de tiempo”, afirma. Para usuarios con un tiempo medio de 20-25 minutos de alquiler de los vehículos, “encontrar el cable, enchufarlo y esperar a que se cargue les resulta muy gravoso”, cuenta.

Por eso, mientras que en San Diego, Amsterdam y Stuttgart, donde tienen flota eléctrica, se apoyan “en la red pública de puntos de recarga”, en Madrid ”vamos a probar un sistema novedoso que, de salir bien, nos permitirá escalar el sistema para llevarlo de modo rentable a ciudades más pequeñas”, detalla.

El secreto de que el usuario pueda cerrar el coche y marcharse sin más es que hay una red de empleados (no precisa cuantos) que se encargan de vigilar el nivel de las baterías de cada vehículo y van a buscarlos cuando es necesario. En un punto central de recarga, atenderán a los vehículos y volverán a ponerlos en circulación una vez cargados.

En Madrid, una de las posibilidades es alquilar los puntos de recarga que tiene la Empresa Municipal de Transportes (EMT) en sus cocheras. La alcaldesa, Manuela Carmena, ve con buenos ojos esta iniciativa y un somero comentario suyo en una comparecencia hizo pensar que montaría un servicio municipal de alquiler de coches eléctricos al estilo de BiciMad, tal y como recoge la edición local de El País. Sin embargo, Car2Go es una empresa privada que no requiere de concesión municipal para operar.

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