Los coches eléctricos se hacen realidad en Fráncfort
No hay una buena red de puntos de recarga en Europa, tampoco políticas suficientes de apoyo e incentivos para la compra que realmente motiven al consumidor a adquirir un coche eléctrico. Los obstáculos no han cambiado desde que el vehículo eléctrico empezó a entrar en los mercados europeos. Lo que sí ha cambiado es la mentalidad de los fabricantes de automóviles y sus políticas de desarrollo. Los que hace un año se quejaban de que los Gobiernos demonizaban el diésel y advertían de que no había demanda para los vehículos enchufados, ahora instan con el mismo ímpetu a los dirigentes de los países para que trabajen en políticas que permitan la expansión de estos automóviles.
Lo dijo el presidente de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), Matthias Wissmann, en su discurso de presentación de la 66 edición del Salón del Automóvil de Fráncfort (IAA, por sus siglas en inglés). “Tengo que hacer hincapié en que se dan las condiciones correctas para que la movilidad eléctrica sea una realidad palpable ya en muchos países del mundo, incluida Alemania. Y los políticos deberían ponerse a trabajar en este sentido. Se necesitan incentivos efectivos a la compra de estos coches y una mejora real de los puntos de recarga”, señaló.
En este mismo punto insistió Martin Winterkorn, presidente del Consejo de Administración de Volkswagen, en su encuentro con la prensa justo antes del Salón. “Ya tenemos los coches. Ahora necesitamos las infraestructuras para que triunfe esta tecnología en el mundo”, señaló el directivo.
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, una marca que ha apostado durante muchos años por el desarrollo del vehículo eléctrico, afirmó en este sentido que “las principales razones que están frenando el desarrollo de estos automóviles de cero emisiones en el mundo son la falta de infraestructuras suficientes y la mentalidad del consumidor, que todavía no está aceptando estos vehículos”.
Para ganarse a estos conductores reticentes, las marcas llegan al Salón de Fráncfort con sus deberes hechos. La primera, Volkswagen, que ha anunciado, en palabras de Winterkorn, que lanzará 20 nuevos modelos híbridos enchufables y eléctricos hasta 2020. El máximo responsable de la empresa apuntó que los vehículos que se lanzarán corresponderán a diferentes marcas y se incorporarán en segmentos diversos del mercado, ya que habrá desde modelos compactos hasta grandes apuestas como el Volkswagen Phaeton o el Audi A8. “Estamos en proceso de reinvención del mayor fabricante automovilístico de Europa, y sentando las bases tecnológicas, económicas y estructurales para ello”, dijo.
Pero una de las sorpresas tecnológicas más interesantes del Salón en este tema ha sido la presentación del prototipo de Porsche Mission E, que con 600 caballos de potencia, se convertirá en el primer deportivo eléctrico de cuatro plazas y cuatro puertas de la compañía. El nuevo prototipo de Porsche tiene una autonomía de más de 500 kilómetros sin recargar la batería, que se puede recuperar en un 80% en apenas 15 minutos con una toma de 800 voltios, con lo que es capaz de recorrer otros 400 kilómetros, gracias al innovador sistema Porsche Turbo Charging.
Este prototipo es la prueba de que la industria está haciendo frente a uno de los escollos de estos vehículos, que es la autonomía de las baterías y el tiempo de recarga de las mismas.
Los expertos del sector afirman que este nuevo prototipo de Porsche planta cara directamente a la marca icónica de vehículos eléctricos de lujo, Tesla, también presente en el Salón. La enseña mantiene sus planes de instalar 15 puntos de recarga en España en 2016, después de los dos colocados en Cataluña en el verano.
Además, Tesla comenzará el año que viene a dar servicio de reparaciones y atención al cliente en España, el paso previo al lanzamiento de sus propios puntos de venta en el país, que podrían llegar también en 2016 a España, según detallaron responsables de la marca. En todo caso, la red de distribución de Tesla sería propia porque la enseña no funciona con concesionarios independientes.
En este entorno, llama la atención que una marca como Seat, también del grupo Volkswagen, se desmarque de los desarrollos eléctricos. Su presidente, Jurgen Stackmann, afirmó en un encuentro con la prensa que “no hay demanda suficiente” como para que su compañía inicie estos desarrollos y que no será hasta finales de la década que Seat podría pensar en un automóvil de cero emisiones.
La alianza Renault-Nissan ya ha manifestado su apuesta por este segmento desde hace años. “Como alianza, somos líderes en vehículo eléctrico en el mundo”, señaló Ghosn. El presidente de la compañía apuntó que estos vehículos pueden tener futuro sin subvenciones “cuando una compañía como la nuestra venda 500.000 unidades al año de estos automóviles”, afirmó. Sin embargo, el mercado “no tiene la demanda suficiente como para andar solo aún”, recalcó el presidente de la alianza.