Se vende Ferrari; razón: 18 millones de dólares
Vuelve el concurso y subasta de Pebble Beach, el fin de semana más esperado por el coleccionista de coches.
El tercer domingo de agosto de cada año, sin excepción, las 18.000 hectáreas que conforman el complejo turístico de Pebble Beach, en la península californiana de Monterrey, ven convertidos sus extensos campos de golf en todo un museo automovilístico. En concreto, en la mayor cita de coleccionistas de coches de todo el mundo, tanto por la exclusividad de los modelos allí presentados, como por la cantidad de dinero que mueven en apenas un fin de semana. Es el Concurso de elegancia y la subasta de Pebble Beach, que en esta edición cumple 65 años de historia.
Un evento que, dada la proximidad de la zona con el circuito de velocidad de Laguna Seca, comenzó como una actividad paralela a un fin de semana de carreras, impulsado por un pequeño club de aficionados que, en su primera edición, reunieron 30 automóviles de colección. Hoy, son más de 200 los coches que se exponen en nueve categorías, escogidos minuciosamente por un comité de selección, debido al enorme número de solicitudes. Una vez analizadas todas las propuestas, esta comisión envía una invitación formal al candidato.
Como explica la organización, no se premia la velocidad, sino la elegancia, su peso histórico y su estado mecánico. Los coches también deben recorrer un trayecto de 17 millas, aproximadamente 27 kilómetros. El premio final:el reconocimiento de los mejores expertos en coches de época de todo el mundo. El año pasado, el ganador del premio al mejor coche de todas las categorías fue un Ferrari 375 MM Scaglietti Coupe de 1954, el primer coche posterior a la Segunda Guera Mundial en hacerse con el certamen en 50 años.
Subasta millonaria
Los Ferrari, especialmente los fabricados a mediados del siglo XX, suelen ser los automóviles más apreciados en el evento, que no solo acoge el concurso de elegancia, sino también la cita más destacada del calendario de las subastas de automóviles de colección. Organizada por la casa Gooding & Company, este fin de semana pone al alcance de los coleccionistas hasta 160 lotes. “Al alcance” es un decir, porque los rangos de precios van desde los 90.000 dólares en los que parte una réplica del Benz Patent-Motorwagen de 1886, considerado el primer automóvil de la historia, hasta los 18 millones en que se valora al Ferrari 250 GT SWB California Spider, en la imagen inferior, la auténtica joya de la edición de este año. De su serie, la 3095 GT, solo se fabricaron 37 unidades, y es la primera vez que se pone a la venta en EEUU desde la década de los años 60.
De los 160 coches que salen a subasta este fin de semana, 78 son Ferrari. Y de los seis cuya valoración inicial supera los tres millones de dólares, cuatro son de la marca del Cavallino. El más antiguo, de 1965. Los otros dos restantes son Porsche. Uno de ellos, un bólido que compitió en las 24 horas de Le Mans en 1983 y que costará entre siete y nueve millones de dólares. Quien quiera optar a alguno de ellos, tiene que reservar plaza y pagar 200 dólares solo por sentarse en la subasta.
La organización espera batir los 106 millones de dólares que recaudó el año pasado, cuando se vendieron 107 de los 121 lotes puestos a subasta. De ellos, hasta 30 lo hicieron por un precio superior al millón de dólares. Ferrari fue el rey:ocho modelos obtuvieron pujas por encima de dos millones de dólares, y el Ferrari 250 GT SWB California Spider, de la serie 2903 GT, fue el rey:se vendió por 15 millones de dólares.
Entre tanta escalada de precios también hay tiempo para la caridad. De forma paralela al concurso, visitantes, patrocinadores y celebridades recaudan fondos para fines benéficos. El año pasado, dos millones, 19 en total desde 1950. Algo es algo.