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Columna
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Curiosidad por el salario ejecutivo

La Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) está ultimando una medida que obliga a las empresas cotizadas a revelar la relación entre la compensación al consejero delegado y la media de los empleados. La idea, obligada por la Ley Dodd-Frank de 2010, es errónea. Pero si obliga a un mayor diálogo entre los consejos de administración y los accionistas merecerá la pena. La nueva métrica no ayudará a los inversores a decidir si a un jefe se le paga la cantidad correcta. Un banco de inversión, por ejemplo, lucirá una proporción relativamente baja debido a que muchos empleados están muy bien pagados, pero eso no significa que quienes están en la cúpula están mal pagados.

Tampoco proporcionará una fácil comparación. Un fabricante con su propia mano de obra mostrará una relación de pago más alta que una compañía idéntica que subcontrata la producción, incluso si a los jefes se les paga lo mismo. El número de gente que emplean las empresas en economías de menor coste fuera del país es otra complicación.

La ratio entre el salario de consejero delegado y trabajador debe invitar a que haya más preguntas de los inversores

Pero la cifra tiene su valor. Además de extraer más explicaciones a las empresas, las cifras de la relación entre el salario de consejero delegado y trabajador también debe invitar a que haya más preguntas de los inversores y otras partes interesadas, sobre todo si, por ejemplo, la ratio cambia drásticamente con el tiempo. Cuantos más entiendan cómo se establece el sueldo de los altos ejecutivos, mejor, desde el punto de vista de la dirección.

La ratio también sirve a un interés público fundamental. Los teóricos de la gestión solían sugerir que el líder de una empresa valía cerca de 20 veces más que el trabajador medio. Eso reflejó la realidad de las grandes empresas de Estados Unidos a mediados de la década de los sesenta, según el Instituto de Política Económica, pero la proporción aumentó a alrededor de 300 veces en 2014. Para muchos, es injustificado. Sea la que sea la ratio de cada empresa en particular, por lo menos tendrá que explicarlo.

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