El ‘contactless’ y el pago por internet: el peligro del fraude
Francia encabeza la lista de países con más fraude En España los mayores casos problemáticos se dan con los pagos sin tarjetas
Con sistemas cada vez más sofisticados, el fraude evoluciona a la par que los medios de pago. Fico, líder en soluciones de analítica, ha realizado un informe sobre el fraude en Europa, en el que muestra cómo España sigue otro camino comparado al de sus vecinos europeos. Concretamente uno en el que las falsificaciones prevalecen sobre los engaños en los pagos online.
Fico, afincada en California, presentó recientemente un informe con datos de 19 países donde se muestra un aumento del fraude del 6% en 2014. A nivel europeo, el más común fue el que afecta a transacciones en la que no es necesario mostrar físicamente la tarjeta, como ocurre con los pagos online. Este tipo de fraude supuso el 70% de los casos en 2014, frente al 10% de 2006, con especial incidencia en los pagos realizados a compañías de un país con tarjetas procedentes de otro.
Francia encabeza la lista de países con más fraude, seguido de Grecia y Reino Unido, este último con una elevada tasa de engaños basados en transacciones sin tarjeta (70%), ya que cuenta con uno de los mercados online más desarrollados de Europa. España, sin embargo, se aleja de estos patrones. La falsificación (65%) y el robo o pérdida de tarjetas (22%) son las principales causas de pérdidas para los bancos, mientras que las transacciones sin tarjeta son mínimas (4%).
Tecnología contactless
Las tarjetas contactless se han visto impulsadas en los últimos años, con una muy buena acogida de los europeos. Según datos del informe de Mastercard, el gasto con contactless aumentó en Europa un 174% en términos interanuales en el último trimestre de 2014 y la aceptación de este tipo de pago creció un 56%, hasta los 3 millones de comercios.
El auge de las tecnologías afecta al proceso de compra, según Paloma Real, de Mastercard España, ya que cualquier dispositivo conectado puede convertirse en un medio de compra, por ello, “es necesario trasladar los estándares de seguridad y autenticación del mundo físico al mundo digital para permitir una experiencia de compra más segura”.
Un avance que puede ser peligroso. La información contenida en nuestra tarjeta, sumada a la tecnología de los nuevos DNI 3.0, la actualización del documento de identidad, hace que nuestra información sea más vulnerable de ser registrada sin necesidad de introducir un código. La duplicación, fraude o, incluso, robo de identidad para acceder a las cuentas puede resultar más fácil a través de la tecnología contactless.
Desde OCU alertan de que “las posibilidades de uso fraudulento son mayores, ya que no se establece ninguna medida de seguridad adicional”, por lo que, “el resultado es que cualquiera podría realizar compras de importe inferior a 20 euros con una tarjeta, un teléfono o cualquier otro soporte (puede ser una simple pegatina con el chip) robado o perdido”, explica Ileana Izverniceanu.