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La oferta ayuda a Tsipras a endurecer los recortes un 50%

Donald Tusk promete a Atenas renegociar la deuda

La oferta colma una de las reivindicaciones del Ejecutivo de Syriza

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, ayer tras una rueda de prensa celebrada en la sede del Ministerio de Exteriores en Luxemburgo
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, ayer tras una rueda de prensa celebrada en la sede del Ministerio de Exteriores en LuxemburgoMATHIEU CUGNOT (EFE)

Bruselas y Atenas siguieron este jueves al pie de la letra el guion pactado el pasado martes para intentar llegar antes del domingo a un acuerdo sobre un tercer rescate, con recortes y ajustes incluidos pero también con la promesa de renegociar los préstamos para aliviar la carga de la deuda griega. La disciplina en el cumplimiento de los plazos previstos desató la euforia de los mercados ante la perspectiva de una posible solución que evite la quiebra de Grecia el próximo lunes.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, telefoneó la mañana del jueves al primer ministro griego, Alexis Tsipras, para cerciorarse de que estaba en marcha y llegaría a tiempo el plan de ajustes y reformas exigido por la zona euro como contrapartida a una ronda de préstamos que podrían alcanzar los 60.0000 millones de euros.

Tras la llamada, Tusk se mostró convencido de que Atenas enviaría a tiempo (el plazo expiraba a medianoche) “propuestas concretas y realistas”. Acto seguido, el presidente del Consejo Europeo convocó oficialmente la cumbre de la zona euro (a las 16.00 horas) y la de la UE (18.00 horas), las dos citas que darían en Bruselas el veredicto definitivo sobre el futuro de Grecia dentro o fuera de la Unión Monetaria.

En aras del acuerdo, el presidente del Consejo Europeo hizo el primer gesto amistoso de Bruselas hacia Tsipras desde el referéndum del 5 de julio. Tusk indicó durante una visita a Luxemburgo (país que preside la UE durante el segundo semestre de 2015) que, además de la propuesta de Atenas, “necesitamos en paralelo una propuesta realista de los acreedores sobre la sostenibilidad de la deuda griega”.

Las palabras de Tusk anticipan una renegociación de las condiciones de los préstamos bilaterales (52.900 millones de euros ) y multilaterales (130.000 millones de euros) para aliviar la carga de la deuda que soporta Atenas.

La oferta colma una de las reivindicaciones de Tsipras y puede ayudarle a convencer a su propio partido y al resto de la oposición para que apoyen un plan que será más duro que el previsto antes del referéndum, con un incremento de los recortes de casi el 50%, hasta 12.000 millones de euros.

Tusk ha asumido la negociación con Tsipras tras el descarrilamiento de los compromisos auspiciados por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. A diferencia de Juncker, el ex primer ministro polaco cuenta con la confianza de la canciller alemana, Angela Merkel, y con un oído muy sensible a las demandas de EE UU, que desde hace semanas pide un acuerdo con Grecia que incluya la reestructuración de la deuda, una petición reclamada también por el FMI. Tusk considera que esa oferta es imprescindible porque “solo así tendremos una situación en la que ganan las dos partes”. “De lo contrario”, añadió Tusk, seguiremos en la danza letárgica que hemos bailado durante los últimos cinco meses”.

Tras la propuesta de Tusk, Merkel señaló que “no habrá una quita tradicional”, en el sentido de recortes nominales de la deuda, pero dejó abierta la puerta a plazos más largos y/o rebajas de los tipos de interés. Incluso su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, lo aceptó, aunque precisó que “hay poco margen” para mejorar las condiciones de los préstamos.

Plazos más largos y menos interés

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió este jueves de que ve “poco margen” para mejorar las condiciones de los préstamos a Grecia, pero Zsolt Darvas y Pia Hütti, del instituto de estudios Bruegel, calculan que se puede reducir la carga de la deuda de Grecia en 31.700 millones de euros (o 17% del PIB) a base de prolongar plazos y reducir los tipos de interés.

Klaus Regling, director gerente del fondo de rescate de la zona euro, ya ha advertido de que el tipo de interés de los préstamos multilaterales (130.900 millones de euros) no se puede reducir, porque ya están a precio de coste, pero sí se podrían revisar los plazos de amortización, cuya madurez media es de 30 años. Darvas y Hütti calculan que una prolongación de 10 años generaría para Grecia un ahorro de 15.000 millones de euros.

En los préstamos bilaterales (52.900 millones de euros, 6.650 millones a cuenta de España) hay margen tanto para rebajar el tipo de interés (se empezó con un recargo de 300 puntos básicos y ahora es de 100 puntos) como en los plazos de pago (también en 30 años de media). Una rebaja del interés de 50 puntos y una prórroga de 10 años generaría 14.800 millones de ahorro, según Bruegel.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, apoyó este jueves una revisión de las condiciones. Pero pidió a Atenas que aplique también la máxima latina: “La frugalidad produce grandes ingresos”.

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