El fin del curso escolar ralentiza el empleo en junio
El ritmo de afiliación a la Seguridad Social se ralentizó en junio por el fin del curso escolar y por el sector agrícola. Registró un tímido avance del 0,20% y 35.085 nuevos cotizantes. Aun así, en el conjunto del año, la evolución es claramente positiva por la firmeza con que avanza la ocupación en la industria. Desde enero, el número de afiliados se ha incrementado en casi 500.000 personas.
El mes de junio está marcado por dos efectos de sentido opuesto. Por un lado, el fin del curso escolar provoca una caída de la afiliaciones en el sector educativo y, por otro, se empieza a mover con mayor intensidad el empleo ligado al sector del turismo. Los datos publicados por el Ministerio de Empleo reflejan que el ritmo de creación de empleo se ralentizó en junio.
El número de afiliaciones aumentó en 35.085 personas, un débil 0,20%. De hecho, en términos desestacionalizados, se registra una caída de 2.000 empleos. Educación y agricultura fueron los principales responsables de estos peores datos respecto a lo vivido por el empleo durante los meses anteriores.
Sin embargo, si se amplía el foco y se analiza la situación en el conjunto del año, las cifras adquieren mayor dinamismo. Así, entre enero y junio, el número de afiliados se ha incrementado en 481.181 personas. Y, en los últimos doce meses, los cotizantes a la Seguridad Social han aumentado en 571.400 personas hasta alcanzar los 17.256.395 efectivos. Por sectores de actividad, llama la atención la buena evolución en el sector de la hostelería. En los últimos doce meses, se han generado 71.251 empleos, un 6,5% más.
Los datos de empleo también reflejan la mejora que se está produciendo en el sector constructor e inmobiliario, el área más golpeada por la crisis económica. De media, en el mes de junio, la construcción empleó a 1.166.788 personas, un 7% más que hace un año. El aumento fue mayor en el epígrafe de activides inmobiliarias, donde se registró un avance del 8,8%.
Pero si hay una actividad donde los expertos ponen el énfasis para saber si la salida de la crisis viene acompañada de un cambio de modelo productivo, esa es la industria. El mes pasado el número de afiliados en la industria manufacturera creció en 13.572 trabajadores, lo que significa un 0,83% en términos relativos. Respecto al mismo mes del año anterior el avance escala hasta el 2,68%, puesto que ahora hay 43.252 cotizantes más en esta rama de actividad que hace doce meses.
Esto quiere decir que de no haber sido por los más de 45.000 afiliados que decayeron del sector educativo, el mes pasado habría cerrado con un ritmo de crecimiento cercano a los 90.000 trabajadores.
Pese a esta ralentización del empleo, en todos los sectores económicos hoy hay más gente trabajando que hace un año. En este sentido, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, puso en valor que la “legislatura es ya positiva en términos de afiliación”. De hecho, recordó que el nivel de ocupados ha pasado de los 16,9 millones contabilizados en enero de 2012 a los 17,2 millones actuales.
Por otro lado, junio también fue un mes propicio para la reducción del desempleo. El paro registrado se redujo en 94.727 personas, una cifra relativamente modesta e inferior a la registrada en el mismo mes de los últimos tres años. No obstante, fuentes del Ministerio de Empleo explicaron ayer que se trata del quinto mes consecutivo de descensos y recordaron que en los últimos siete años, el paro había disminuido por término medio en el mes de junio en 74.000 personas.
Campaña estival
De esta manera, en los últimos doce meses, el paro registrado ha retrocedido en 329.397 personas, lo que representa una reducción anual del 7,4%.
Con este descenso, al cifra total de parados se situó al término de junio en 4.120.304 personas, la menor desde agosto de 2011 y un total de 302.055 desempleados menos que en diciembre de 2011, cuando el PP llegó al Gobierno.
Por sectores de procedencia de los trabajadores, el paro registrado se contrajo en casi todos ellos. Los servicios fueron la rama que mejores resultados contabilizó, ya que junio es un mes tradicionalmente muy positivo para este sector, pues concentra buena parte de las contrataciones ligadas a la campaña estival. Así, el paro registrado en los servicios se redujo en un total de 61.887 personas (-2,25%).
La misma tendencia se dio entre quienes se dedican a la construcción, donde el desempleo bajó en 11.706 personas o un 2,44% en términos relativos. La industria también registró una reducción relevante, del 3,41% o 14.139 parados menos.
Entre el colectivo de personas sin empleo anterior, el paro se redujo en 4.623 personas, mientras en el sector agrícola se incrementó en 7.027, influido por el fin de la temporada de la fresa, entre otras circunstancias.
Otro de los aspectos que más se analizan cada vez que se publican las cifras de paro registrado y afiliación para comprobar la calidad del nuevo empleo generado es lo ocurrido con la contratación.
En junio, se registraron 1.726.117 contratos, un 13,7% más que en el mismo mes de 2014 y el mayor número de contrataciones en un mes desde octubre de 2007. De ese total de contratos, 126.856, el equivalente al 7,3% del total, fueron de carácter indefinido, cifra un 15% superior a la de junio del año pasado. Y dentro de los contratos fijos, 73.712 fueron a tiempo completo, un 17,3% más que en junio de 2014, y 53.144 fueron a tiempo parcial (+12,1%).
En los seis primeros meses del año se realizaron más de 8,7 millones de contratos, un 12% más que en igual periodo de 2014. La contratación indefinida acumula un incremento hasta junio del 15,4%, porcentaje que se eleva hasta el 18,1% en el caso de la contratación fija a tiempo completo, dato que fue muy valorado por el Gobierno y el PP.
En el sexto mes del año se realizaron más de 1,57 millones de contratos de carácter temporal, de los que el 25,7% fueron eventuales por circunstancias de la producción y el 25,8% de obra o servicio. Además, los contratos temporales con jornada a tiempo parcial ascendieron a 582.006 (el 33,7% del total).
Piden dedicar la indemnización por despido a formación
La Fundación de Estudios Financieros (FEF) abogó ayer por destinar la indemnización por despido a la formación del parado, de manera que éste podría quedarse con el remanente de esos fondos una vez que encuentre un nuevo trabajo.
Esta es una de las propuestas del informe que FEF presentó hoy bajo el título “Acabar con el paro, ¿queremos?, ¿podremos?”, elaborado por Pilar García Perea y César Molinas y que contó con la presencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez.
La coautora del estudio, Pilar García Perea, admitió que se trata de una propuesta “polémica”, pero defendió que la indemnización por despido se destine a financiar la búsqueda activa de empleo, de manera que el dinero se ingrese en una cuenta a nombre del trabajador para pagar “lo necesario” hasta que encuentre empleo y, una vez logrado, el remanente de fondos quede a su disposición.
Esta es una de las medidas que proponen para acabar con la “anomalía” del desempleo en España, cinco o diez puntos superior históricamente a la media europea, y que en su opinión no es resultado de causas económicas, sino que es producto de razones estructurales como leyes en vigor, instituciones y prácticas disuasorias en la creación de empleo. Según el presidente de FEF, Juan Carlos Ureta, el objetivo del estudio es “ir más allá de las buenas intenciones y de las palabras” y entrar “en la economía del siglo XXI” evitando “conceptos obsoletos” y debates del siglo XIX. El estudio apunta que existe “una fuerte resistencia en determinados grupos de nuestra sociedad a cualquier reforma sustantiva”.
El experto César Molinas criticó a sindicatos y patronales, que “habían vivido (durante el franquismo) muy cómodos en el sindicato vertical”, pero que siguieron con prácticas hasta nuestros días que dan “una tremenda rigidez” al mercado laboral. Estos expertos explicaron que la urgencia de la acción viene motivada por el envejecimiento demográfico, la globalización, la digitalización y la robotización. Entre sus propuestas, los autores recomendaron reducir el “excesivo activismo judicial”, que en su opinión “limita enormemente la gestión empresarial”.