Cuatro razones para quedarse en Bolsa este verano
Llegados a estas alturas del ejercicio, suelen ser numerosas las voces que repiten el célebre término anglosajón ‘sell in may and go way’ (vende en mayo y vete). Hace alusión al comportamiento que históricamente ha tenido la Bolsa americana en el semestre que va desde el inicio del mes de mayo hasta finales de octubre. “Y es que, en Wall Street, las rentabilidades obtenidas en este periodo han sido peores que las del semestre que va desde noviembre hasta abril. Este no es el único comportamiento estacional del que se habla en los mercados. A todos nos suena el famoso `rally de Navidad´ o las caídas que muchas veces se producen en el mes de octubre, que es considerado un mes ‘maldito’ para las bolsas”, explican desde Self Bank.
La firma de análisis ha realizado un estudio en tres mercados como el español, el europeo y el americano, y llegan a la conclusión de que los inversores no siempre habrían hecho bien si hubieran hecho caso del dicho ‘sell in may and go away’. Este puede ser uno de esos años en los que es aconsejable saltarse el consejo, explica Jeff Hochman, analista de Fidelity. Según el experto, “el ciclo decenal de los años terminados en cinco augura un buen verano”.Hochman explica que los patrones cíclicos lo confirman y pintan un panorama positivo para los años que terminan en cinco.
“Un hecho interesante es que el S&P 500 registró una rentabilidad positiva todos los años termiandos en cinco desde la década de 1920, tambien generalmente en el período de baja actividad comprendido entre mayo y octubre”, añade el analista de Fidelity.“Estamos en un mercado globalizado en el que las estacionalidades han pasado a mejor vida”, explica David Carro, director de DCMAsesores. Y es que el experto cree que cada vez es mayor el coste de oportunidad de no estar invertido ante esta perspectiva. Las incertiumbres que planean en el mercado que son en su mayoría geopolíticas no ensombrecen las previsiones para las Bolsas en los próximos meses. Son varias las razones:la macro mejora
1- Europa progresa adecuadamente
Bajo este título, Bankinter recuerda en un informe que Europa afronta un escenario de mejora económica soportado por la recuperación de la periferia, especialmente de España e Irlanda y la fortaleza de Alemania, principal beneficiado de la depreciación del euro, en un entorno de baja inflación (-0,3% interanual) y tipos de interés en mínimos históricos gracias al QE del BCE. “La relajación en las condiciones de financiación seguirá favoreciendo una mejora de la economía que se traducirá en un crecimiento del 1,2% en 2015 y del 1,6% en 2016, según nuestras previsiones”, explican desde Bankinter. Desde la firma de análisis consideran que “la inflación se reconducirá fuera de niveles negativos alejando el fantasma de la deflación”.
2- Los efectos del QE sobre los mercados
Los expertos lo tienen claro: El Quantitative Easing del BCE (PSPP) es y seguirá siendo el principal catalizador del mercado. El programa de compra de deuda del BCE supondrá una inyección de liquidez de, al menos, 1,1 billones de euros durante los próximos meses y está siendo la cadena de transmisión de un proceso de mejora del valor de los bonos y las acciones, según explican los expertos. Y es que el rally de la Bolsa estadounidense desde el año 2010, al calor de diferentes programas de estímulos puestos en marcha por la Fed, constituye un buen ejemplo de catalizador que suponen para las Bolsas estas inyecciones de liquidez.
El presidente del BCE, tras la reunión celebrada el miércoles, explicó que el PSPP está evolucionando bien y se mantendrá hasta septiembre de 2016 siempre que se observe que la inflación se dirige hacia la meta del 2% (ligeramente por debajo). Draghi aseguró además que se aprecia una mejora de actividad y las medidas de política económica se están trasladando a la economía real, además las mejoras de competitividad de precios deberían impulsar las exportaciones. En cuánto a la inflación, esperan que se mantenga baja y empiece a subir hacia finales de año por la eliminación de los efectos base del abaratamiento del crudo. Durante 2016 y 2017, la inflación continuará subiendo.
3- Las previsiones de BPA, al alza
Las publicaciones de resultados empresariales de la primera mitad del año seguirán mostrando ciertas mejoras”, explica Pablo García, director de análisis de Carax Alpha Value. El consenso prevé un avance del BPA 2015 para el Stoxx600 del 9% interanual frente a la caída del 1,6% para el el S&P 500. Y es que la subida de las Bolsas europeas en el primer trimestre fue “extraordinariamente acusada y podría deberse en parte a un cambio del mercado, pero han aparecido señales de renacimiento empresarial en el continente de spués de un período prolongado de bajos costes de producción, como los relacionados con el personal, los bienes de producción, las materias primas y la energía”, explican desde la gestora de fondos Fidelity.La expectativa de mejora de los resultados empresariales en Europa se basa, a juicio de Bankinter, en tres factores. En primer lugar, por los bajos precios del petróleo que están permitiendo que los márgenes operativos se amplíen.
En segundo lugar, por la depreciación del euro debido al QE del BCE que permitirá que las exportaciones de las grandes multinacionales europeas sean más competitivas. En tercer lugar, la mejora del contexto facilitará que las compañías puedan refinanciar su deuda con menos tipos de interés, reduciendo significativamente sus costes financieros.
Por último, la mejora de la confianza y la aceleración de crecimiento económico de la Unión Europea debería favorecer un incremento de los ingresos y los márgenes, que, a su vez, favorecerán el aumento de los dividendos y las recompras de acciones. euro a la baja.
4- Mejora de la competitividad
La caída del euro está teniendo su efecto indirecto en la evolución de las Bolsas europeas. El índice más beneficiado por esta depreciación de la divisa europea, -actualmente en el 1,13 euros y acumula una caída del 16% en el año- es el Dax alemán teniendo en cuenta que las empresas alemanas son netamente exportadoras. En España, las exportaciones se habían convertido durante los años más severos de la crisis en uno de los pocos indicadores favorables de la economía, una actividad llamada a ser motor de crecimiento para el futuro. Un euro más competitivo se convierte en un aliado para ese objetivo.