Cisco cambia de líder con paso firme
John Chambers adquirió más que decenas de empresas durante su reinado de 20 años en Cisco. La forma en que está pasando el liderazgo de la empresa de equipos de red de 150.000 millones de dólares (unos 135.000 millones de euros) a Chuck Robbins sugiere que también recogió y aplicó algo de conocimiento útil en el camino.
El optimismo desenfrenado del consejero delegado de Cisco fue útil durante el boom de las puntocom, cuando el tráfico de internet crecía a un ritmo vertiginoso. Chambers se hizo con las riendas en 1995, justo cuando el boom estaba comenzando y en cinco años Cisco superó a Microsoft como empresa con mayor valor de mercado del mundo.
Pero la actitud panglosiana se convirtió en un problema, al igual que todo el tiempo de Chambers en el puesto. En 2000, aseguró que Cisco podría incrementar las ventas hasta en un 50% anual a largo plazo. Aumentaron solo un 7% en los años siguientes. Cisco desperdició capital generado a partir de su negocio de redes para comprar empresas de negocios tangencialmente relacionados. La acción se movió poco durante más de una década, un destino común para las empresas gigantes con consejeros delegados con mucho tiempo en el puesto, incluyendo Microsoft y General Electric.
Chambers evitó en 2011 una revuelta en toda regla por la reducción de costes y aprendió de ello
A diferencia de Steve Ballmer, que sucumbió a los accionistas agresivos año pasado, Chambers resistió un levantamiento de los inversores y aprendió de él. En 2011 evitó una revuelta en toda regla por la reducción de costes, centrándose en el núcleo de red de la empresa y el pago de un dividendo.
Robbins, que se unió a la compañía dos años después de que Chambers se convirtiera en consejero delegado y ha estado dirigiendo las operaciones mundiales de Cisco, conoce las amenazas. Incluso si Robbins no ocupa el cargo durante tanto tiempo como su jefe, inevitablemente se enfrentará en algún momento con la necesidad de redirigir Cisco. Chambers al menos ha dejado un proyecto.