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Perfil de Juan March de la Lastra

Un relevo para el cambio en banca March

Experiencia y discreción caracterizan a Juan March de la Lastra, que tomará en julio las riendas de la entidad familiar.

Los cambios se suceden en los últimos tiempos en Banca March con el objetivo de adaptarse al entorno y a las exigencias de los clientes de hoy, aunque la base sigue siendo la misma: la familia. A finales del año pasado, la entidad presentaba su nueva imagen: tres triángulos que componen una eme y simbolizan, según explicaba el banco, “la alineación de los intereses de clientes, empleados y accionistas, pilares de la filosofía de negocio de Banca March”. La renovación en la que el grupo está inmerso empezaba dando a conocer la imagen y esta semana se ha extendido a la presidencia, con el anuncio del relevo generacional que se producirá en julio, cuando Carlos March pasará el testigo –tras cuatro décadas al frente– a su hijo, Juan March de la Lastra (Madrid, 1973).

El nuevo presidente comparte nombre con su bisabuelo, quien fundó allá por 1926 el único banco enteramente familiar que queda en España y que hoy en día se encuentra entre los más solventes de Europa. También comparte onomástica con su abuelo y con su tío. Sin embargo, en su entorno están convencidos de que aunque la saga familiar continuará con March de la Lastra, eso no implica una continuidad en todos los aspectos ya que él tiene en la cabeza su propio modelo de banco y trabajará para hacerlo realidad.

En su plan está la idea de construir una banca singular centrada, como quiere reflejar la nueva imagen de la entidad, en el crecimiento conjunto del banco con ahorradores y accionistas y en hacer énfasis en su plantilla. Entre sus objetivos están también el de consolidar la entidad como referente de la banca privada en España, pensando en la rentabilidad sostenible y a largo plazo. En conjunto, el banco defiende que se trata de un modelo único que solo Banca March puede desarrollar por su carácter familiar y su vocación de perdurar en el tiempo.

En el comunicado en que se daba a conocer el relevo en la presidencia, la entidad defiende el profundo conocimiento que su nuevo responsable tiene del sector. La educación del nuevo presidente de Banca March comenzó en el Liceo Francés y continuó en una universidad pública, la Carlos III de Madrid, donde se licenció en Administración y Dirección de Empresas.

Su carrera profesional empezó en JP Morgan, con diferentes funciones en el área de mercados que le hicieron vivir entre la capital española y la británica. Con Londres y con quienes fueron allí sus compañeros mantiene todavía lazos de cariño y es que tiene muy presentes los valores anglosajones que aprendió allí como la importancia del mérito, la diversidad, el cumplimiento de las normas internas y la necesidad de orientarse a resultados objetivos.

Tras sus experiencias internacionales –que también le llevaron a Nueva York de la mano igualmente de JP Morgan–, en el año 2000 se incorporó a la entidad familiar como directivo de March Gestión de Fondos. Y es que, aunque sus primeros pasos en el mundo de las finanzas no los diera en Banca March, estaba claro que su destino era convertirse algún día en la cuarta generación en tomar las riendas del banco cuyos valores aprendió desde muy joven. Vicepresidente ejecutivo de la entidad desde 2009 y vicepresidente desde 2012 del grupo inversor de la familia, Corporación Financiera Alba, March de la Lastra también ha pertenecido a diversos consejos de administración en empresas como ACS, Acerinox e Indra. Quienes le conocen aseguran que no se caracteriza por una gran ambición personal, pero que sí siente que tiene la responsabilidad de posicionar Banca March en un lugar destacado.

En su entorno lo describen como una persona humilde (algo especialmente remarcable, dicen, teniendo en cuenta su condición de banquero) y perfeccionista, que prefiere centrarse en lo esencial y olvidar lo accesorio. Cuentan que le gusta ver las cosas con perspectiva antes de tomar decisiones y que a su capacidad de liderazgo se une una gran habilidad comunicativa para transmitir sus ideas y entusiasmo.

El próximo presidente de Banca March lleva ya tiempo trabajando en la transformación que se está llevando a cabo en la entidad siendo, por ejemplo, el impulsor de la renovación de su identidad corporativa. Y es que hace bastante que se prepara para asumir sus nuevas funciones, no solo con formación académica a través de diferentes programas, sino también conociendo a sus empleados con los que lleva dos años reuniéndose y a los que se esfuerza por motivar e implicar en la organización. Explican quienes trabajan con él que se caracteriza por su humanidad y que le gusta que los miembros de su equipo aporten ideas y no tengan miedo a equivocarse. Y es que March de la Lastra está convencido de que de los errores se pueden sacar buenas lecciones para aprender y también avanzar.

Casado y con tres hijos, este directivo disfruta de su ocio pasando tiempo con su familia y practicando diferentes deportes. Además de correr, es un apasionado del yoga, que lleva practicando una década y en el que afirman que se ha convertido en todo un experto. También es un gran amante de la naturaleza, algo que probablemente ha heredado de su padre. Carlos March ha sido otro de los maestros que ha tenido en el terreno profesional este banquero discreto al que algunos en los círculos financieros han considerado como uno de los herederos españoles mejor preparados. A partir de este verano, Juan March de la Lastra se enfrentará finalmente al reto de dirigir la entidad fundada por su bisabuelo, conjugando el arraigo familiar con su sello personal.

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