Incoherente cambio en los mercados
Los mercados han dejado de moverse según lo planeado. Los inversores habían pensado que el dólar podría seguir subiendo, pero cae. Se suponía que el descenso en la rentabilidad de los bonos del gobierno alemán se extendería, pero han repuntado. Los cambios podrían marcar el comienzo de una nueva era, pero puede que una explicación menos dramática sea más plausible.
El índice del valor del dólar va camino a su mayor caída mensual desde 2011. Del mismo modo, en abril ha tenido lugar la mayor subida mensual del euro frente al dólar desde 2011. La rentabilidad de la deuda pública alemana a 10 años se ha multiplicado por casi siete veces desde mediados de abril, aunque solo un 0,35%.
Algunos analistas del mercado miran al mundo real. La economía de Estados Unidos es más débil de lo esperado, mientras la de la zona euro es más fuerte. Puede que la desinflación se esté disipando. Parece que hay ligeramente menos probabilidades de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, saque a su país del euro. Pero esto no pueden explicar la velocidad o la magnitud de los movimientos.
Parece que se apostó demasiado a que las principales tendencias mantendrían sin problemas
Contorsiones intelectuales podrían explicar todos los factores, pero parece más bien que se apostó demasiado dinero a que las principales tendencias de este año se mantendrían sin contratiempos.
Por ejemplo, algunos especuladores se financiaron en euros que se suponía que iban a perder valor, para comprar divisas de mayor rendimiento, como el dólar de Nueva Zelanda. También hubo inversores que compraron deuda de la eurozona a precios bajos o negativos con la esperanza de que los precios pudieran seguir subiendo. Hace falta poco para que decidan abandonar tales posiciones arriesgadas.
Puede que los cambios en el mercado no hayan terminado. Pero el pánico no es una buena razón para renunciar a las grandes tendencias.