'KFC es espantoso', según su primer franquiciado en Reino Unido
El hombre que llevó el ‘pollo frito’ Kentucky a Gran Bretaña hace décadas, afirma que en la actualidad la comida de la famosa franquicia es "terrible" y que no volvería a pisar uno de esos restaurantes de nuevo.
Según comenta Ben Ronney en CNN Money, KFC ya no es lo que era, a juzgar por las declaraciones de Raymond Allen al periódico The Telegraph.
Allen fue el empresario que abrió las primeras franquicias KFC en el Reino Unido después de un encuentro casual con Harlan, ‘el coronel Saunders’, hace 50 años en Chicago. "Hay un restaurante KFC donde vivo ahora, pero no tengo ninguna intención de ir”, declaró Allen en la entrevista que publicó el periódico. "No suelo visitarlo y además creo que es espantoso. La compañía ha arruinado el producto".
Allen afirmó poseer todavía una copia escrita a mano de la receta secreta de KFC, guardada en un banco. A sus 87años, Allen piensa que la cadena del pollo frito ha perdido el rumbo y que en la actualidad ofrenden demasiadas opciones en el menú, sin esmerarse en ninguna de ellas. "En lugar de haber permanecido con un buen producto que se vende bien, se han centrado en competir con las otras franquicias de comida rápida", dijo Allen. "Deberían haberse limitado a ofrecer solo el pollo".
La esposa de Allen Shirley, de 84 años, tampoco parece contenta con el tipo de comida. "Estuvimos en KFC solamente una vez, hace un año", declaró en la misma entrevista. "Teníamos el pollo frito original, tradicional, pero ahora hay tantas opciones diferentes que resulta difícil decidirse. No creo que volvamos".
Allen contribuyó a la expansión de la franquicia KFC en el Reino Unido antes de vender el negocio en 1973. KFC, una sucursal del gigante internacional de la comida rápida Yum! Brands Inc (YUM), cuenta actualmente con cerca de 200 establecimientos en Inglaterra, Irlanda y Escocia.
Sin embargo, Allen declara que llevó su tiempo hacer que el pollo frito al estilo Kentucky se hiciera popular en la tierra de las ‘carne cocida’. "En el Reino Unido, en aquellos tiempos, lo típico era comer pollo para cenar los domingos", dijo Allen. "Llegó mucho antes de su tiempo. Al principio, terminábamos ofreciéndolo a la gente que pasaba por la calle". Pero una vez que los británicos empezaron a cogerle el gusto a la receta del KFC, la franquicia despegó y Allen abría un nuevo establecimiento a la semana, informa el diario. "Era una auténtica carrera a contratiempo con McDonalds, puesto que ambos competíamos por las mejores ubicaciones", dijo Allen.
Sin embargo, fue muy duro encontrar financiación al principio. Según comentó Allen: "me recorría las calles de Londres en busca de un préstamo y todos los bancos decían que el negocio no tenía futuro”. Al final, consiguió recaudar las 100.000 libras que necesitaba de una empresa estadounidense, con la condición de vender la compañía una vez abiertas 100 delegaciones, y eso fue lo que hizo.
Allen, a quien también se le bautizó oficialmente como "Coronel Kentucky", al igual que a Saunders, no podía recordar la receta exacta del pollo frito KFC, que está compuesta al parecer por 11 hierbas y especias diferentes. "Es una receta larga", dijo. "Creo que lleva 11 hierbas y especias, pero no consigo retenerla en la memoria, así que no podría decirla aunque quisiera". Y declara que no le suelen preguntar muy a menudo por la famosa receta, la cual permanece celosamente guardada, ya que no hay mucha gente que conozca su relación con la empresa.
"No tengo ni idea de cuánto puede valer, pero nunca la vendería", dijo.