2015 y la productividad del espacio
Nos gusta entender nuestro trabajo como especialistas en dar soluciones en relación al espacio. Espacios para trabajar, para vivir o para vender o almacenar bienes. Más recientemente, vemos como estos espacios en ocasiones incluso combinan su realidad física con la virtual y vemos como la gente trabaja o compra donde vive, vende o, incluso, almacena desdibujando las definiciones tradicionales. El espacio es uno de los contados factores productivos que adicionalmente se concibe como elemento de inversión y es apto para ser producido, alquilado, vendido y gestionado en sus diferentes fases del ciclo de valor.
2014 fue un año muy intenso y productivo para el sector inmobiliario en España, con un volumen de inversión cercano a los 10.000 millones de euros, cifras que no habíamos visto desde 2007. Este año debe ser el de la consolidación de esta tendencia de crecimiento en el sector, donde todos (inversores, empresas, administraciones públicas y ciudadanos) puedan encontrar o ampliar su espacio, partiendo de las propias compañías del sector que han llevado a cabo sus recapitalizaciones en los últimos meses (Colonia, GMP y Realia, entre otras) y cuya actividad vivirá una nueva etapa, al tiempo que vemos nuevos mandatos de corporate finance.
En la ruta de los inversores internacionales, España ha pasado a convertirse en un destino imprescindible. Durante el pasado año, hemos asistido a la compraventa de todo tipo de activos, especialmente centros comerciales, oficinas, sucursales o naves industriales, siendo los grandes fondos y también las Socimis los protagonistas. En este sentido, en 2015 veremos que los inversores continuarán buscando y reforzando su espacio en el mercado. La entrada de fondos core seguirá incrementándose, y las Socimis continuarán participando en las principales operaciones, bien gastando la munición que aún les queda o bien con la nueva que obtendrán vía financiaciones.
En este relevante destino de inversión inmobiliaria en el que se ha convertido España también se intensificará la que denomino nueva ruta de la seda entre Asia y Occidente. En los últimos doce meses, hemos comprobado como inversores asiáticos de la talla de Wang Jianlin se han hecho con activos emblemáticos. Una tendencia que se acentuará este año.
Las empresas, por su parte, están aprovechando el nuevo entorno de mercado. Los retailers, apostando por incrementar su presencia en los principales centros o zonas comerciales. O las compañías especializadas en ecommerce, situando o reposicionando sus centros logísticos para ofrecer el mejor producto y servicio en un momento de clara recuperación del consumo.
Existen otras, como Google, que va a crear un espacio para emprendedores en el centro de Madrid o AXA, que mudará sus oficinas en Madrid cerca de la Avenida de América firmando de esta manera la mayor operación del año 2014 y siguiendo la estela de otras como Cepsa o Vodafone.
Una nueva reubicación de espacio que en algunos casos lleva aparejada una innovadora gestión del mismo: las New Ways of Working (NWoW) o cómo plantear una oficina para que sea práctica, operativa y eficiente para empresa y empleados.
Un caso paradigmático que vivimos en 2014 fue la venta de activos, en formato sale & leaseback, de las administraciones públicas. Un actor que hasta el momento había sido esencialmente pasivo en el mercado. Así, logramos por fin cerrar la mayor operación de las realizadas en España en este campo, con la venta de 70 edificios de la Junta de Andalucía al fondo americano WP Carey por 300 millones de euros. Un hito relevante que, estoy seguro, no será el único que veremos en los próximos meses.
Por último, el sector residencial. Es quizá el más dañado por la crisis y en el que aún muchas zonas continúan deprimidas. Sin embargo, otras como Madrid, Cataluña o País Vasco ya están experimentando incrementos tanto en el precio de los inmuebles como en el de pisos de nueva construcción, síntoma de que el mercado de nuevo se mueve.
Tenemos, por tanto, ante nosotros un 2015 apasionante para la búsqueda, ampliación y gestión de espacios y donde la profesionalización, la transparencia y el buen hacer deben imponerse en un sector que, tras fuerte correctivo sufrido en la crisis, está llamado a ser uno de los motores de la economía española.
Adolfo Ramírez-Escudero es presidente de CBRE España