_
_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un pago poco prudente

A Prudential se le ha escapado algo en el descomunal paquete de pago otorgado a su consejero delegado saliente. La aseguradora británica reveló que Tidjane Thiam, que pronto se unirá a Credit Suisse, está recibiendo un plan de 8.300 millones de libras (unos 11.430 millones de euros) de incentivos a largo plazo (LTIP) por su trabajo de los últimos tres años. En contraste con algunos pagos atroces a los jefes de los bancos en los últimos años, la remuneración es defendible. Pero hay un problema con parte de la letra pequeña.

Desde cualquier punto de vista, el premio de Thiam es grande. Sumando un bonus anual de 2,1 millones de libras, sueldos y otros complementos, el paquete de 11.800 millones de libras total del jefe de Pru en 2014 es de alrededor de tres veces el salario medio de los dirigentes del FTSE 100, calcula un experto en remuneraciones.

Pero Thiam ha orquestado un gran aumento de la riqueza de los accionistas. Desde su nombramiento en octubre de 2009, la rentabilidad total en las acciones de Pru, suponiendo una reinversión de dividendos, ha sido de casi un 250%, en comparación con alrededor del 70% del FTSE 100. Al no haber logrado interesar a los inversores y los reguladores en una audaz maniobra para comprar a su rival asiática AIA en 2010, Thiam respondió estableciendo objetivos ambiciosos para generar ingresos y asegurándose de que el negocio los cumplía.

Aun así, el premio de Pru contiene un error. Una reciente campaña de Fidelity, el inversor institucional, ha intentado alentar a las empresas a organizar incentivos LTIP obligando al destinatario a conservar las acciones dos años después de los tres años de resultados. Como Pru es una de las empresas aún tienen que aplicar el régimen, Thiam puede vender sus acciones LTIP ahora y guardar el dinero.

Dada la credibilidad de su estrategia asiática hay pocas razones para pensar que el precio de su acción caerá, como les ha sucedido a Tesco y BP tras las sucesiones en sus cúpulas directivas. Pero si los ejes cambian en los próximos años, los accionistas de Pru podrían lamentarse por ese gran pago a Thiam.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_