Amazon frente a los gastos de envío
Una de las mayores armas de Amazon contra sus rivales ha sido el envío rápido y barato. Las pérdidas asociadas han sido un gasto de marketing inteligente, pero el incremento de la competencia y unos mayores costes de envío desafilan el arma –y reducen sus perspectivas de rentabilidad–.
Su fundador Jeff Bezos aseguró que desde el principio lo que le importa es el largo plazo. Si la empresa es más barata y más conveniente que los rivales, entonces maximizará los flujos de efectivo con el tiempo. Por ello Amazon invierte en la construcción almacenes cercanos a los consumidores (los gastos de capital del año pasado fueron de 4.900 millones de dólares) y en drones para ser más rápido.
De media, los clientes han subvencionado alrededor de la mitad de los costes de envío en los últimos años. En 2014, Amazon gastó 8.700 millones de dólares, pero solo cobró a los clientes 4.500 millones, haciendo a los accionistas absorber los 4.000 millones restantes como pérdidas.
El fundador Jeff Bezos aseguró que desde el principio que lo que le importa es el largo plazo
Minoristas tradicionales, como Wal-Mart y Williams-Sonoma han incrementado sus esfuerzos en la venta online, ofreciendo también un envío rápido y con descuento –y con recogida en tiendas el mismo día, algo que Amazon no puede igualar–. Además, empresas como el servicio postal y UPS han elevado las tasas en alrededor de un 4% interanual. El resultado es un aumento constante de los gastos de envío que, como porcentaje de las ventas netas se incrementaron del 8,4% en 2012 al 9,8% el año pasado.
Amazon ha estado cobrando a los clientes por el envío, por ejemplo, al elevar el precio de su servicio Prime en 20 dólares el año pasado. Eso impidió que las pérdidas asociadas se disparasen. Pero también ha provocado que el crecimiento se desacelere. Los ingresos brutos de Amazon aumentaron casi un 20% el año pasado. Es una cifra respetable, pero solo la mitad de la tasa que logró en 2011.
La valoración de mercado de 175.000 millones de dólares de Amazon se basa bien en la idea de que las entregas rápidas hagan crecer los ingresos hoy o en impresionantes beneficios mañana. El aumento de los gastos de envío amenaza ambos.