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Para quienes busquen rentas periódicas manteniendo la inversión

Fondos de reparto: doble alegría

El sector está francamente optimista. Ve que 2015 está siendo el año de la consolidación de la remontada después de varios ejercicios en los que los inversores habían estado de retirada tanto en España como a nivel mundial. De hecho, la mayoría de las gestoras creen que durante estos meses aumentarán considerablemente las suscripciones netas, por encima de los 20.000 millones de euros, según la última encuesta de fondos de inversión realizada por el Observatorio Inverco.

¿Cuál será el destino de ese dinero? Últimamente se empieza a ver una gran oferta de fondos que no tienen en la rentabilidad del capital acumulado, que también la ofrecen, su principal objetivo. En su lugar dan la posibilidad de lograr, además de algo de retorno, las rentas periódicas que hasta ahora alcanzaban mediante otros activos hoy en horas bajas, como depósitos o deuda pública.

“Los fondos de reparto constituyen una alternativa a los depósitos bancarios para inversores acostumbrados a disponer de forma periódica de rentas de sus inversiones. La oferta de este tipo de fondos ha ido en aumento debido al contexto de escasa remuneración de los depósitos (menos del 0,5% para los contratados en enero), y del cada vez más exiguo cupón ofrecido por la deuda pública frente al dividendo repartido por este tipo de fondos”, asegura Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco. 

Son los denominados fondos de reparto, de distribución o de rentas. A todos ellos les une que el partícipe o accionista (son muchas las Sicav que ofrecen esta opción) recibe mensual, trimestral, semestral o anualmente una renta proveniente del dividendo o cupón cobrado por los activos en los que están invertidos. Los fondos de acumulación, por el contrario, añaden este dinero en vez de repartirlo.

“La oferta ha ido en aumento debido a la escasa remuneración de los depósitos y al exiguo cupón de la deuda”, explica Ángel Martínez-Aldama, de Inverco

Una de las primeras en lanzarlos en España fue JP Morgan Asset Management. Su director de estrategia, Manuel Arroyo, recuerda que fue en 2008, pero admite que “el interés vino años después”. De hecho, su producto estrella, el Global Income Fund, un fondo mixto global y gestionado para lograr la mayor renta, ha estado entre los más vendidos en los últimos años.

Schroders también lleva tiempo incluyendo en su gama clases de reparto, “ya que el inversor anglosajón tradicionalmente ha tenido un perfil más inclinado por la generación de rentas para planificar su ahorro”. La casa tiene, por ejemplo en renta variable, el Schroders ISF European Dividend Maximizer o el Schroder ISF Global Dividend Maximizer, con un objetivo de reparto del 8% anual y que siempre se ha cumplido desde su lanzamiento en 2007, aseguran. Auguran que este tipo de estrategias continuarán su ascenso, “sobre todo a medida que la población está concienciada y tiene una mayor responsabilidad sobre su futuro financiero en un entorno de tipos bajos, presión demográfica y aumento de la necesidad de planificar su jubilación”.

También Ignacio Rodríguez Añino, director de ventas para España, Portugal y Latinoamérica de M&G, ha detectado un interés creciente tanto en nuestro país como en Europa, donde el M&G Income Allocation Fund, que cuenta con una acción de reparto y un objetivo de rentas del 4% anual, ha sido su segundo fondo más vendido en 2014.

Para lo que no hay regla general es para el tipo de activos en el que invierten estos fondos. Goldman Sachs AM, por ejemplo, tiene en España el Global Income Builder, un multiactivo registrado en abril de 2014, y el GS Global Strategic Income Bond (renta fija flexible), lanzado en 2011. En esta gestora calculan que los fondos centrados en la generación de rentas periódicas se han hecho con la mayor parte de los 100.000 millones de dólares captados por los fondos multiactivo transfronterizos.

“Invierten desde jubilados hasta organizaciones benéficas”, señala Ben Lofthouse, de Henderson

¿A quién interesa estas estrategias? Ben Lofthouse, gestor del fondo Henderson Horizon Global Equity Income, asegura que la clase de inversor abarca “desde ahorradores de mediana edad y pensionistas hasta instituciones, especialmente organizaciones benéficas, que tienen que afrontar gastos y necesitan un flujo de ingresos con potencial de crecimiento en el tiempo para compensar la inflación”.

Amílcar Barrios Vilallonga, analista de la dirección de inversiones de Tressis, cree que atraen al cliente “más conservador, el depositante tradicional, a pesar de que la volatilidad que soporta es superior, dado que el rendimiento también lo es. Pero no se restringe a estos, si no que los perfiles con algo más de riesgo también parecen interesados”.

“Parece obvio para el inversor particular cliente de un banco, pero también les interesa a inversores institucionales como compañías de seguros y fondos de fondos”, creen en Pioneer, gestora que también tiene una gama específica de generación de rentas, la Target Income, ya que aunque la protección contra caídas y la reducción de la volatilidad siguen siendo las principales prioridades entre los inversores después de la crisis, “las estrategias orientadas en esta dirección cobran fuerza en los mercados no minoristas”.

“El Carmignac Patrimoine ya tenía clases de acción que distribuían dividendos de forma trimestral y anual, pero recientemente hemos querido dar un paso más en esa dirección y hemos registrado una clase de acción que tiene por objetivo distribuir un dividendo mensual del 5%”, explican desde la entidad. Esta firma ve el reparto como solución para, por ejemplo, complementar la jubilación, ya que “los sistemas de pensiones de reparto no pueden garantizar una tasa de cobertura que permita asegurar la continuidad del nivel de vida de las personas jubiladas”.

“También interesa a perfiles con algo más de riesgo”, dice Amílcar Barrios, de Tressis

También para Sasha Evers, director de BNY Mellon IM Iberia, gestora que comercializa en España cuatro fondos con esa clase, estos productos son idóneos para personas jubiladas que quieran contar con un complemento periódico a sus ingresos. Tal es el aumento del interés por este tipo de soluciones que, según Salvo La Porta, director comercial de Mediolanum, en su entidad crearon un servicio denominado Mediolanum Mes a Mes. “Se trata de una estrategia de inversión que permite diversificar entre cerca de una veintena de fondos de reparto para obtener hasta 14 pagos anuales de dividendos y una amplia diversificación del ahorro”.

No obstante, no todo el mundo recomienda estos productos. Javier Sáenz de Cenzano, director de análisis de Morningstar, advierte que fiscalmente penaliza al inversor particular, ya que “en un fondo de acumulación, mientras no venda la participación, no tributa y puede generar rentabilidades compuestas sobre su inversión, mientras que en un fondo de reparto pasará por Hacienda cada vez que reciba ese dividendo”.

Miguel Ángel Bernal, coordinador del departamento de investigación del IEB, es rotundo: “Es una muy mala decisión, pues el reparto de beneficios está gravado en su totalidad como rendimiento del capital”. No obstante, David Sánchez, analista de Andbank, señala que, pese a gozar de mala fama por el impacto fiscal que llevan asociados, “son los partícipes que quieren compensar pérdidas los que se ven atraídos por ellos”.

“Aunque históricamente estos productos no han conocido un éxito muy importante en España, debido sobre todo a la fiscalidad sobre dividendos, sí notamos un creciente interés por los mismos”, apuntan en Amundi. De hecho, han lanzado hace unos meses el First Eagle Amundi Income Builder Fund con esa estrategia.

Pero no solo las gestoras extranjeras lanzan estos productos. Algunas españolas han hecho sus pinitos. BBVA Asset Management, por ejemplo, tiene dos fondos que reparten rentas: el Bolsa Plan Dividendo, lanzado en 2010, y Mi Inversión Bolsa, creado en junio de 2014. “La filosofía subyacente es muy clara: el pago de un dividendo hace que el inversor sea más ‘permisivo’ con la evolución del precio de la acción, que se convierte en una inversión de largo plazo. El hecho de que el activo pague rentas periódicas lo hace un inversor mucho más paciente”, explican.

En el caso de Santander AM tienen entre su oferta fondos como el Santander Cumbre 2018 Plus 3, que tiene objetivo de rentabilidad y que en su lanzamiento, en 2013, diseñó un plan de pagos anual que vence en diciembre de 2017.

En boga, el dividendo

La apuesta de Fidelity Worldwide Investment por los fondos de renta es firme. Tienen varios productos expresamente enfocados al reparto de rentas, que empezaron a vender en España hace tres años. Entre ellos destacan el Fidelity Funds Global Dividend Fund y el Fidelity Funds Global Multi Asset Income Fund. En la gestora están convencidos de que “el enfoque de la renta variable con reparto de dividendo sigue siendo atractivo porque la mejora de los resultados empresariales también ha permitido incrementar de forma considerable los pagos de dividendos”, según un reciente informe en el que también indican que las rentabilidades por dividendo en la mayoría de grandes mercados siguen estando por encima de las medias de los últimos 15 años.De hecho, de acuerdo con Henderson Global Dividend Index (HGDI), los dividendos distribuidos en 2014 alcanzaron la cifra récord de 1,2 billones de dólares, lo que apunta a un incremento interanual del 10,5% en términos generales.También se basa en los dividendos la principal apuesta de Deutsche AWM, el DWS Top Dividend de renta variable global. Ya que “en países como Alemania las clases de distribución han sido la opción preferida por los inversores para acceder a un fondo”.El fondo concebido por Pictet para repartir rentas periódicamente es el High Dividend Selection, nacido, según explican en la gestora, a partir de un fondo similar lanzado en 2005. Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM, opina que “los ahorradores en depósitos o los que invierten en acciones con dividendo, deben considerar la inversión en fondos de reparto, ya que tienen ventajas añadidas como diversificación global y fiscalidad (traspaso difiriendo plusvalías), permite pasar a clases de capitalización sin gastos ni retenciones fiscales o traspasar capital a un fondo monetario a la espera de mejores oportunidades”.

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