La debilidad del euro, un factor para apuntalar la recuperación
El optimismo marca el discurso económico del Ejecutivo, que entiende que factores externos sobre los que no tiene capacidad de decisión, jugarán a favor de la recuperación de España. El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, destacó ayer que la debilidad del euro supone una buena noticia para las exportaciones españolas fuera del área euro. Durante unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Fernández de Mesa indicó que las empresas españolas ya habían intensificado su internacionalización con una moneda fuerte y, ahora, podrán beneficiarse de tipos de cambio más idóneos para la exportación. Como ejemplo indicó que, en 2014, las ventas españolas en Estados Unidos aumentaron un 22,6%. Una mejora que debería continuar en un contexto en el que el dólar se cambia por 1,06 euros, el nivel más bajo desde el ejercicio 2003.
En cualquier caso, España presenta un déficit comercial relevante que alcanzó los 24.471 millones el ejercicio anterior porque las importaciones superaron las exportaciones. En este sentido, la mejora de la demanda interna puede elevar aún más estos desequilibrios. De hecho, la fortaleza del consumo interno es la variable determinante para explicar el crecimiento del 1,4% registrado el año anterior y que el Gobierno confía en que alcance el 2,4% este año. La reforma fiscal, que según las previsiones de Hacienda supondrá inyectar 9.000 millones adicionales a empresas y familias este año y el siguiente, es otro de los factores que impulsará la demanda interna.
El secretario de Estado de Economía indicó que el abaratamiento del crudo es otro de los factores que alimentan el optimismo del Ejecutivo. España es importadora de combustible y, por lo tanto, un precio del crudo bajo implica un ahorro para consumidores y empresas. De la misma forma, la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE) es otro elemento que debería servir para apuntalar la recuperación en la medida en que deberían reducir los costes de financiación, rebajar los riesgos soberanos y, en definitiva, mejorar el acceso al crédito.
Fernández de Mesa, sin embargo, rechazó que la mejora de la economía española se explica por factores externos como el tipo de cambio, la actuación del BCE o el abaratamiento del crudo. Indicó que estas variables afectan por igual a todos los Estados miembros y, en cambio, España crecerá por encima de la media de la UE. “Hay viento de cola favorable que podemos aprovechar gracias a las reformas estructurales realizadas”, defendió Fernández de Mesa, saliendo al paso contra las opiniones que señalan que la recuperación se está produciendo “a pesar del Gobierno”.
El secretario de Estado de Economía defendió que la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo ha permitido que España cree empleo con tasas de crecimiento inferiores al 2%, algo que no era posible en anteriores etapas. También, destacó que el crecimiento económico registrado en 2014 y que se intensificará este año se ha acompañado de un proceso de desapalancamiento del sector privado. De hecho, Fernández de Mesa señaló que la deuda privada se situará en la media europea este año.
El otro gran desequilibrio, todavía no resuelto de España, se encuentra en las cuentas públicas, que en 2013 cerraron con un déficit del 6,6% del PIB y, en 2014, España tenía la obligación de rebajar esa cifra hasta el 5,5% del PIB. A finales de este mes, se sabrá exactamente el cierre de las cuentas públicas del ejercicio anterior, sin embargo, Fernández de Mesa se mostró convencido de que España cumplirá el límite. De hecho, recordó que Bruselas exigía, para 2014, un déficit máximo del 5,8% y fue el propio Gobierno quién se impuso el umbral del 5,5% del PIB, más exigente. La previsión es que España logre rebajar su nivel de déficit público hasta por debajo del 3%del PIB a partir de 2016.
Desequilibrios pendientes de resolver
Los economistas Ignacio Conde-Ruiz y Javier Díaz-Giménez, coincidieron en que España hoy está en mejor situación que hace un año, aunque alertaron de que los desequilibrios que amenazan a la economía española todavía son notables. Conde-Ruiz, subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) destacó que el elevado desempleo en España requiere de medidas como el contrato único. Una posición que también defendió Díaz-Giménez, profesor de Economía en el IESE. Durante las jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), ambos economistas lamentaron el excesivo déficit público de España, que es uno de los países de la UEque menos ingresos públicos recauda. Conde-Ruiz apostó por una reforma fiscal que implique una drástica reducción de deducciones y bonificaciones tributarias.
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