Las pymes aseguran que no están preparadas para subir los salarios
El presidente y vicepresidente de Cepyme han destacado que la situación de las pequeñas y medianas empresas en España ha mejorado considerablemente, pero que es pronto para plantear aumentos de salarios. Aún hay pymes con muchos problemas y deudas.
Los últimos datos reflejan que las empresas españolas se están estabilizando. El desempleo se va reduciendo, a la vez que se suman nuevos cotizantes a la Seguridad Social. Sin embargo, estamos en un proceso de transición, y no se puede pasar del nada al todo en un solo día. Es la opinión del presidente de la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Antonio Garamendi, quien apuesta por la moderación salarial y asegura que “el 60 por ciento de las pymes están en pérdidas".
De momento, mejoría moderada
En los últimos años 303.000 empresas han tenido que cerrar en España, dejando a muchas personas desempleadas. Las últimas cifras demuestran que España está generando empleo y riqueza, y que gracias a las iniciativas y medidas puestas en marcha, las pymes y los autónomos se van recuperando en nuestro país, pero es un proceso lento, y tal y como subrayan desde Cepyme “cuando las cosas vayan bien podremos hablar de mejoras, pero estamos donde estamos”.
El problema de la financiación
El presidente de la Confederación Empresarial Valencia (CEV) y vicepresidente de Cepyme, Salvador Navarro, se ha reunido con el presidente Garamendi, y han querido poner de manifiesto que las medidas tomadas, como la flexibilidad laboral o la moderación salarial ha permitido a las empresas ser más competitivas y poder expandirse. En cuanto a la financiación, aunque reconocen que ha habido una clara mejoría con respecto a los años anteriores, sigue siendo uno de los principales inconvenientes con los que se encuentran las empresas a la hora de crear un nuevo modelo de negocio o ampliar el existente.
La morosidad, otra de las cargas
También se ha hecho alusión al tema de la morosidad, otro de los problemas a los que se enfrentan los autónomos y las pequeñas empresas. Son los mayores perjudicados y, a la vez, los mayores representantes de los trabajadores en España. Garamedi ha querido apuntar que aunque “el crédito está fluyendo, (…) en vez de estar financiando proyectos, inversiones, está financiando la morosidad". Esta morosidad proviene de las entidades públicas o de las grandes compañías privadas y, en ambos casos, se perjudica de manera directa a la pyme española.