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Columna
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Un Lenovo multitarea

Lenovo está adoptando un enfoque inusual para abordar el negocio de los teléfonos inteligentes. La compañía china tiene previsto lanzar una nueva marca en la República Popular solo meses después de completar su adquisición por 2.900 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros) de Motorola. Implementar diferentes marcas puede ser una forma rápida de segmentar el mercado, compitiendo con rivales como Xiaomi, ahora líder en el mayor mercado de teléfonos inteligentes del mundo. Pero los ya estrechos márgenes de Lenovo podrían exprimirse aún más.

El grupo con sede en Pekín, más conocido por sus ordenadores personales, se está convirtiendo en un serio rival en el mercado mundial de smartphones. Aunque los ordenadores siguen representando la mayor parte de sus ingresos totales, Lenovo ocupó el tercer lugar en los envíos mundiales de teléfonos inteligentes en el cuarto trimestre de 2014, según IDC. Unas ventas mejor de lo esperado en Motorola en el trimestre más reciente sugieren que la compañía lleva camino de remontar la marca deficitaria que compró a Google el año pasado.

Pero la imagen parece menos optimista en China. El gigante del hardware no logró seguir el ritmo de sus rivales domésticos Xiaomi y Huawei en el cuarto trimestre de 2014: Lenovo se llevó menos del 10% de este mercado en ventas de móviles, calcula IDC.

Eso podría explicar por qué Lenovo planea lanzar una nueva marca, ShenQi, que tendrá como objetivo replicar el modelo de Xiaomi de vender terminales y otros dispositivos online. El nuevo negocio se centrará en los expertos consumidores de internet –el mismo grupo que ayudó a Xiaomi a vender 61 millones de teléfonos el año pasado– tres veces más que en 2013.

El riesgo es que hacer malabares con tres marcas pondrá a prueba los recursos. La venta de una participación minoritaria en ShenQi ayudaría a Lenovo a olvidarse de algunos riesgos. Pero complicando más un negocio ya competitivo y en constante cambio, Lenovo podría sobrecalentarse.

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