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El presidente de la entidad no contempla ser imputado

Goirigolzarri: “Hay que ser estrictos, pero no deben pagar justos por pecadores”

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.SUSANA VERA (REUTERS)
Juande Portillo

Buena parte de las preguntas planteadas por los periodistas en la rueda de prensa de presentación de resultados de Bankia ha girado en torno a los diferentes frentes judiciales que tiene abiertos la entidad, más que al negocio financiero propiamente.

Ya en su presentación inicial, el presidente de la entidad José Ignacio Goirigolzarri ha querido hacer referencia a la causa que investiga el uso de las tarjetas black, a las que 82 exconsejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia cargaron 15,5 millones de euros sin justificar y opacos al fisco entre 2003 y 2012.

“Fuimos muy conscientes de los efectos que esta actuación iba a tener en términos de imagen, pero en ningún caso dudamos del camino que teníamos que seguir, que es el camino de la profesionalidad”, ha reivindicado Goirigolzarri, recordando que el proceso judicial se basa en la investigación interna que abrió su equipo.

Otro tema a colación han sido las supuestas irregularidades en el cobro de salarios, como la que afecta al actual secretario del consejo de administración, Miguel Crespo, que habría cobrado 3.850 euros de más que debería haber tributado y que terminó devolviendo al revelarlo así un informe interno.

En este punto, Goirigolzarri ha hecho una defensa encendida de Crespo al que ha calificado como un gran profesional y una pieza clave en la labor de reestructuración de la entidad que ha llevado a cabo desde su llegada.

“Hay que ser estrictos, pero no deben pagar justos por pecadores”, ha señalado, aseverando que hay que separar muy bien quienes hayan podido cometer desmanes de quienes no lo han hecho.

En cuanto a la posibilidad de ser imputado por las irregularidades en la reformulación de las cuentas que le han atribuido los peritos judiciales en sus informes, el presidente de Bankia ha indicado que no contempla dicha posibilidad.

Goirigolzarri también se ha referido a la fianza de 800 millones de euros por la salida a Bolsa de la entidad impuesta por el juez Fernando Andreu a Bankia, BFA, Rato, Francisco Verdú, José Manuel Olivas y José Manuel Fernández Norniella, y que ha sido recurrida por todos ellos, el FROB y el fiscal.

El presidente de Bankia ha aseverado que el asunto, a la espera de ver si prosperan los recursos, está siendo analizado por los abogados de la entidad, recordando que aún tienen “cierto tiempo”.

Con todo, Goirigolzarri ha avanzad que con toda seguridad no serán solo Bankia y BFA quienes hagan frente al pago de esta fianza solidaria, y que el resto de afectados deberán aportar lo posible.

En cuanto a las provisiones de 780 millones de euros realizadas entre Bankia y BFA para afrontar las demandas civiles que vayan recibiendo por la salida a Bolsa, el consejero delegado José Sevilla ha garantizado que se trata de una medida “conservadora”, situada en el rango alto de su estimación, que se sitúa en realidad entre los 500 y los 800 millones de euros.

Goirigolzarri ha admitido que toda esta herencia judicial sobrevenida hace más difícil de gestionar la entidad -"más interesante" también, ha bromeado- pero ha aseverado que la labor de todos los trabajadores del banco es afrontar el reto con profesionalidad. “Siempre te queda la duda de qué estaríamos haciendo si no tuviéramos esta mochila”, ha dicho, mostrándose satisfecho, sin embargo, con los resultados obtenidos.

El presidente de Bankia ha revelado que en 2012 la cúpula de la entidad estuvo analizando cambiar el nombre de Bankia por otro para evitar el efecto contagio de la marca, como era su “obligación” ha manifestado, pero que finalmente decidieron no hacerlo porque la firma era ya muy conocida, y hubiera sido “intentar vender el mismo perro con diferente collar”.

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