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El Eurogrupo prorroga cuatro meses el rescate a Atenas

La troika valida a regañadientes las reformas de Grecia

El primer ministro griego Alexis Tsipras (dcha) conversa con el ministro de Finanzas Yanis Varufakis en una sesión del Parlamento esta semana.
El primer ministro griego Alexis Tsipras (dcha) conversa con el ministro de Finanzas Yanis Varufakis en una sesión del Parlamento esta semana.EFE

Atenas presentó el listado de reformas al filo de la medianoche del lunes, a solo unos minutos de que expirase el plazo de 72 horas concedido el viernes por el Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro). Las cinco páginas remitidas por el ministro griego de finanzas, Yanis Varufakis, siguen las directrices marcadas desde 2010 por la troika, pero las reinterpretan de un modo que inquieta a algunas capitales.

El documento fue valorado como una “revuelta” de Atenas por parte de varios socios de la zona euro, y en particular, por España, Portugal e Irlanda, según fuentes que participaron en la teleconferencia. “Nunca se había aprobado algo con tantas salvaguardas”, lamentó una de las delegaciones partidarias de frenar la propuesta griega.

La suerte, sin embargo, ya estaba echada porque Alemania había puesto en marcha el proceso de ratificación parlamentaria de la prórroga del rescate hasta el 30 de junio. Ambas partes saben que la verdadera negociación comienza ahora sobre la aplicación de unas medidas que oscilan entre los buenos deseos (“la lucha contra la corrupción será un objetivo nacional”) y el voluntarismo (“crear una cultura de cumplimiento de las obligaciones fiscales”).

El ejecutivo de Alexis Tsipras ha tenido que renunciar o aplazar algunas de sus promesas electorales, como la ley para frenar los desahucios o el incremento inmediato del salario mínimo. Pero la lista mantiene parte del programa social de Syriza, como la electricidad gratuita para los hogares más pobres o la cobertura sanitaria universal.

El documento de Varufakis, además, se desmarca de las recetas de la troika que, a juicio del nuevo Gobierno, condenaban al país a una espiral de recesión y caída de precios, como la subida de impuestos o el recorte de salarios y pensiones. El nuevo sesgo no pasó desapercibido a los miembros de la troika que, tras revisar la propuesta, expresaron su reticencia.

“Hemos observado que los compromisos subrayados por las autoridades [griegas] difieren de los compromisos del programa [de rescate]”, señaló el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en la evaluación remitida al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Draghi espera que Atenas sustituya las antiguas medidas “por otras de igual y mejor calidad en cuanto a la consecución de los objetivos”.

El BCE exige a Atenas, además, que adopte normas drásticas “para estabilizar la cultura del pago [de las deudas] y se abstenga de adoptar medidas unilaterales que vayan en sentido contrario”. La inquietud de Fráncfort responde a la intención del gobierno griego de negociar con la banca para evitar los desahucios de primera vivienda.

El veredicto de la directora-gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, fue aún más duro. Lagarde lamenta “la falta de compromiso para llevar a cabo la reforma global de las pensiones y del IVA”, dos exigencias planteadas por la troika a las que ya se resistió el Gobierno de Samaras.

El Eurogrupo obvió estas objeciones del BCE y del FMI. Y tras una teleconferencia de apenas una hora, los ministros de Economía aceptaron el listado de Varufakis, entre otras cosas, por falta de tiempo para renegociar otro listado antes de que expire el rescate este viernes. Dijsselbloem se lo tomó con resignación. “El rescate no ha fracasado, pero se pueden cambiar cosas y ha llegado el momento de que el nuevo Gobierno griego imprima su cuño político”, señaló el holandés en el Parlamento Europeo.

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