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De la Riva dice que un pacto con Hacienda les evitaba tributar

Caja Madrid tributaba, alegan dos exsecretarios de Estado

Rodrigo Rato, expresidente de Bankia
Rodrigo Rato, expresidente de BankiaEFE
Juande Portillo

Dos exsecretarios de Estado de Hacienda han declarado hoy, en línea con la mayoría del resto de imputados, que daban por hecho que Caja Madrid tributaba por sus cargos en las llamadas tarjetas black de Caja Madrid.

Se trata de ejecutivo José Manuel Fernández Norniella (que gastó 175.400 euros con este medio de pago)y de Estanislao Rodríguez Ponga (255.400 euros). Pese a su amplia experiencia en cargos técnicos del ramo fiscal, ambos han alegado desconocer la opacidad fiscal de estas tarjetas.

Existe, sin embargo, otra versión contrapuesta. El representante del PSOE José María de la Riva (208.000 euros) que alega que la tarjeta era para “gastos inherentes al cargo” de consejero y que según le comentaron al preguntar había un acuerdo con el Ministerio de Hacienda para que los consejeros no tuvieran que tributar por sus tarjetas ‘B’,

Dos tarjetas

El representante del PP Jesús Pedroche (que gastó 132.000 euros) ha defendido que la tarjeta era para gastos personales estrictamente porque los consejeros no representan a la caja y quienes si lo hacían, los directivos, tenían dos tarjetas: esta personal y otra institucional.

Pedroche ha asegurado que mandó dos burofaxes preguntando por el modelo de tributación a Fundación Caja Madrid y a Bankia y que cada una le remitió a la otra firma. Alega que le dijeron que no se preocupara y que en ocho años no se le afearon sus gastos. Ha presentado declaración de la renta complementaria.

Gastos personales

Su compañero de partido Alberto Recarte (139.900 euros) ha dicho que inicialmente se le dio una tarjeta para usar de forma “prudente” en libros o restaurantes pero que en 2003 el secretario del consejo Enrique de la Torre le dio otra con la que podía hacer gastos personales si no excedía el límite de 2.500 euros mensuales. Preguntó por su tributación, asevera, pero le dijeron que Caja Madrid se ocupaba.

Asevera eso sí que siempre dudo de la legalidad del sistema por la opacidad del mismo y el hecho de que nunca se cuantificara la retribución del presidente más allá de comunicarles que cobraba un 15% más que el ejecutivo mejor pagado. Recarte sostiene que mantuvo la tarjeta tres meses después de dejar el cargo porque así se lo dijeron el secretario del consejo Jesús Rodrigo e Ildefonso Sánchez Barcoj, que fue director general de la firma.

El exsecretario general del PP de Madrid (Ricardo Romero de Tejada (212.200 euros) dijo que la tarjeta era para gastos inherentes al cargo, que estuvo 20 años de consejero y que cuando Angel Montero se la da le dice que puede “disponer discrecionalmente pero con prudencia” siempre que respete los límites del saldo. Dio por sentado que el gasto aparecía en el certificado de retenciones de la caja.

Los exsecretarios de Estado de Hacienda

El exsecretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez Ponga (255.400 euros) ha defendido que las tarjetas, siendo de representación, tenían carácter retributivo con lo que a diferencia del concepto de dietas de empleado, los gastos de representación no tienen que justificarse.

Según Rodríguez Ponga, a su llegado peguntó si tendría coche, chofer, teléfono o despacho y le dijeron que no, al no ser ejecutivo, que lo que tendría es esta tarjeta, con límites iniciales de 25.000 euros anuales, que luego pasaron a 50.000.

A las preguntas del fiscal por el modelo retributivo, Rodríguez Ponga ha mantenido que entendía que estaba incluido en el certificado de retenciones, que al no ser una nómina era más difícil de controlar, máxime por su presencia en otros consejos de administración.

El juez, que ha intervenido poco en otros interrogatorios, sí ha incidido en este caso cuestionando si las numerosas compras del exsecretario de Estado de Hacienda en el supermercado del Corte Inglés eran gastos de representación. Rodríguez Ponga ha aseverado que se trataba de la compra de regalos, un hábito común entre los consejeros, pero que no recuerda los beneficiarios porque han pasado años.

El que también fuera exsecretario de Hacienda José Manuel Fernández Norniella (175.400 euros) ha calificado como “gastos discrecionales” los que se podían hacer con las tarjetas, y ha aducido que nunca tuvo dudas de su legalidad.

Norniella ha aclarado que ha devuelto 9.700 euros a BFA y que ha consignado el resto ante notario ante la negativa de Fundación Caja Madrid de coger su dinero.

Baquero, Rojo y Zapatero

El exrepresentante de CC OO Francisco Baquero (266.400 euros) ha defendido que nunca sobrepasó el límite de gasto y, como otros imputados, ha adelantado que los datos de gastos recopilados por el juez no casan con el total del que le ha informado Hacienda, que habría abierto inspecciones a algunos de los usuarios de estas tarjetas.

La que fuera asesora de Esperanza Aguirre, Mercedes Rojo Izquierdo ( 119.300 euros) ha informado de que la tarjeta se la entregó el secretario del consejo Enrique de la Torre para hacer gastos personales, y que él le informó de que la caja se ocuparía de los temas fiscales. Su abogado ha expuesto que su defendida es “beneficiaria a título lucrativo” de las tarjetas, pero que no tiene responsabilidad penal y no debería pedírsele una fianza.

El exministro socialista Virgilio Zapatero Gómez (36.000 euros) ha argumentado que él presentó las facturas por sus gastos en mayo de 2012 y que el pasado noviembre ingresó la diferencia entre lo que gastó y lo que llegó a justificar.

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