Así son las declaraciones de los peritos en el juzgado
Las jornadas de declaraciones de los dos peritos del Banco de España, Víctor Sánchez Nogueras y Antonio Busquets, autores de los informes periciales del caso Bankia, se han convertido en sesiones maratonianas en las que ambos inspectores se han ratificado en casi todos los espinosos asuntos abordados en sus dos escritos de 198 y 212 páginas. Varias fuentes jurídicas presentes en la sala aseguran que en su primera intervención del lunes, el fiscal, Alejandro Luzón (quien les interrogó durante casi tres horas) parecía que ponía en duda algunos de sus argumentos. Sus declaraciones del martes fueron más contundentes. Y fue el abogado del FROB el que, según las mismas fuentes pareció más nervioso, lo que provocó que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, le interrumpiera en varias ocasiones. Pese a todo, existen contradicciones de bulto. En juego está que Bankia tenga o no que devolver los 3.092 millones de euros que captó con su salida a Bolsa en julio de 2011, así como las responsabilidades que se puedan exigir a sus anteriores y actuales gestores. Estas son algunas de las principales respuestas de los peritos:
Metodología: ¿Cómo realizaron los informes?
Los dos peritos explicaron que para la elaboración de los informes han tenido en cuenta el sumario del caso, los papeles de trabajo del auditor, y la información facilitada por BFA-Bankia en marzo de 2014. Además, han escuchado las declaraciones de los consejeros y conocían el informe de la intervención general de la entidad. Aseguran que no han realizado ajustes por su cuenta, ni han hecho la labor de un auditor. Más bien, han revisado la contabilización ya hecha, evaluando si es o no creíble el que no se dispusiese de determinada información en cada momento. En algunos casos, han descendido al detalle, solicitando a BFA-Bankia el motivo por el que se reclasificaron ciertos créditos, o analizando ciertos expedientes de crédito. Aseguran que decidieron hacer dos informes, en coordinación con el juez, por la importancia del asunto, y como forma de reforzar su independencia. Han trabajado solos. Dicen que cada uno conoce el informe del otro y no discrepan. Son complementarios a su juicio.
Errores contables: ¿Quiénes podían detectarlos?
Dicen que la clave está en el consejo, que por estatutos y normas de gobierno corporativo responden de la estrategia y de la supervisión y vigilancia de que se implementen las pautas marcadas por ellos en política contable. Aseguran que ellos no pueden saber lo que vieron los inspectores del Banco de España que estaban instalados en Bankia. Afirman que no han tenido en consideración los informes de seguimiento, por aparecer titulados como borradores, y que se han apoyado sólo en los acuerdos de la comisión ejecutiva del Banco de España. Dicen desconocer cómo era la interlocución con el Banco de España en la entidad.
Sobre los errores contables que comentan sobre la reformulación de las cuentas llevadas a cabo el 28 de mayo de 2012 por el actual equipo gestor, encabezado por José Ignacio Goirigolzarri, afirman que no pueden realizar ninguna estimación contable, sino que se basan en ajustes e información dada por los nuevos gestores. Estudian la técnica y luego el fondo, y dicen que la técnica no es buena porque la reformulación no se basa en un cambio de estimaciones, sino a errores. El fondo tampoco les gusta, y declaran que los datos dados por BFA-Bankia no son válidos de acuerdo a la normativa del Banco de España. Pero su trabajo parte de la reformulación, es su luz y su guía. Explican que no llegan a valoraciones distintas porque lo determinante es que la conclusión de ambos informes es la misma, incumplimiento de la normativa contable a 31/12/2010 y de igual fecha de 2011. Aunque justifican que la diferencia proviene de la participada Bankia Habitat. Alegan que el rango cuantitativo no es relevante porque obedece a una distribución del trabajo.
Salida a Bolsa: información
Los dos peritos asegura que para realizar sus informes no han realizado comparaciones con otras salidas a Bolsa contemporáneas, ni tan siquiera con la de Banca Cívica, realizada poco antes. Alegan que ese tipo de comparaciones no siempre son adecuadas, por no basarse todas las situaciones en premisas equiparables. Aseguran que los inversores institucionales estaban bien informados, pero precisan que otra cosa es que las cuentas anuales que estaban a su disposición reflejasen la realidad. Defienden que a finales de 2010 existía un deterioro conocido en la entidad. Comentan el acta del consejo de administración de Bankia de 12/11/2011 (realizado por José Manuel Fernández Norniella), explicando que en la entidad se conocía la existencia de un problema que no se podía haber generado en dos días. Añaden que no se puede tratar de justificar un ajuste contable en nuevas expectativas económicas o en cambios normativos, cuando en verdad, tal como ese acta evidencia, la realidad ya se conocía. Pero afirman que desconocían si esto lo sabía o no el Banco de España.
Afirman que los deterioros de las cuentas arrancan de 2008. Además, de los informes de forensic han comprobado que existían refinanciaciones no adecuadas, de escasa razonabilidad económica. Por ello consideran que la información que motivaba el saneamiento de las cuentas estaba disponible desde el diciembre de 2010, y cuando en marzo de 2011 se formulan las cuentas de la salida a Bolsa. Además, aseguran que los efectos macroeconómicos con el empeoramiento de la economía ya estaban reflejados en las cuentas de resultados de las empresas. Explican que con la salida a Bolsa de Bankia con un descuento del 74%, los beneficios futuros de BFA se reducen a la mitad, lo que produce el deterioro de BFA, lo que crea un problema con los créditos fiscales. Dicen que la pérdida de valor es inmediata, aunque contablemente se puede entender que deba registrarse en el momento, y puede también considerarse que si las acciones de BFA en Bankia no se iban a vender, su contabilización se mantiene a precio de coste. Mantienen que en la fecha de salida a Bolsa de Bankia (20 de julio de 2011), las cuentas no reflejaban la imagen fiel, pero no pueden afirmar si la entidad podía ser viable.
Activos fiscales: más beneficios en BFA-Bankia
Los peritos explican que en las cuentas de marzo de 2011 (cinco meses antes de salir a Bolsa) procedía hacer un ajuste sobre los activos fiscales por ser activos difíciles de recuperar. Y que en las cuentas reformuladas en mayo de 2012, la nacionalización produce una liberación de la cuenta de resultados, que unido a la ayuda de 17.000 millones, permitía prever la existencia de flujos de ingresos, de manera que era lógico pensar en la recuperabilidad, por lo que consideran que también en ese caso debía hacerse un ajuste reflejado en su informe. Insisten en que las provisiones genéricas en ningún caso son reservas para cubrir los ajustes de la combinación de negocios.